Taiwán advierte claramente a EEUU que TSMC nunca será estadounidense
07.09.2025
TAIPEI (Uypress)- TSMC, la joya de la corona tecnológica taiwanesa y número 1 mundial en chips, estuvo en el centro del debate del tira y afloja entre Taiwán y Estados Unidos. Las conversaciones sobre aranceles, seguridad económica y comercio han avanzado, pero la sombra de que la mayor fundición de chips del planeta termine siendo tratada como “moneda de cambio” levantó suspicacias dentro y fuera de la isla. Por eso, Taiwán avisa y dice claramente que TSMC nunca será estadounidense.
Para entender este movimiento hay que poner sobre la mesa lo que de verdad se discute. Estados Unidos busca renegociar las condiciones de la famosa cláusula 232, que fija aranceles, y ha planteado vincularla a un acuerdo de reciprocidad. La intención de fondo es asegurar que Taiwán no solo siga siendo un socio fiable en la cadena global de semiconductores, sino que también contribuya al impulso de la industria norteamericana. Y claro, desde la isla están hartos de invertir cientos de miles de millones con dicha excusa de los aranceles.
Taiwán sienta su postura frente a Trump: TSMC no será nunca estadounidense
El primer ministro Cho Jung-tai, se esconde una serie de mensajes claros: "No habrá en absoluto una situación en la que TSMC se convierta en la TSMC estadounidense. Washington no ha exigido a la compañía ningún peaje a cambio de seguir invirtiendo. Los planes de TSMC en suelo estadounidense, con 165.000 millones de dólares ya comprometidos, responden a su propia estrategia de expansión, no a imposiciones externas."
Lo que no dice Jung-tai es que Trump amenaza con los aranceles. El problema es que su país, Taiwán, juega en un tablero delicado. El país mantiene un superávit comercial con Estados Unidos, algo que contrasta con otros socios como Singapur, que registran déficit.
Eso convierte a Taipéi en un actor con más presiones a la hora de negociar con Trump. De hecho, la UE, Japón y Corea del Sur ya han pasado por las rondas finales de conversaciones para evitar una escalada arancelaria, mientras que Taiwán aún sigue en la fase previa, manteniendo de momento un arancel provisional del 20%.
Esto es clave, y la presión sigue en aumento más si cabe cuando ya sabemos que TSMC tiene que subir precios para mantener márgenes, precisamente, por estos aranceles. La pescadilla que se muerde la cola.
Taiwán acalla los rumores de adquisición de EE.UU. sobre TSMC
Y eso que Jung-tai lo dejó claro, pero los rumores son muy fuertes, y por ello, el Ejecutivo ha querido atajar rumores: ni hay planes secretos de adquisición de acciones de TSMC ni Estados Unidos ha exigido controlar la empresa. La postura oficial es que se apoyará a las compañías desde una visión de distribución global de la industria, sin forzarlas a mover ficha.
Ese deseo de acelerar los plazos está respaldado por un equipo de alto nivel encabezado por el viceprimer ministro Cheng Lijun y la negociadora Jenny Yang, que ya han mantenido tres rondas de videoconferencias con la delegación estadounidense en apenas un mes. En otras palabras, hay prisa por cerrar todos los flecos y terminar con los aranceles para no perder ni el rumbo ni el impulso, pero sobre todo, dinero.
Por lo tanto, Taiwán rechaza los rumores de adquisición y venta de TSMC a EE.UU., lo cual sería una jugada mortal para su economía y liderazgo mundial, pero por otro lado, bajaría la presión de China de invadirla, aunque el deseo seguirá ahí presente.
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias