Disputa histórica
¿Dónde queda Macedonia? Masiva protesta en Grecia
05.02.2018
ATENAS (Uypress) – Una multitudinaria manifestación se registró en Atenas en oposición a que la exrepública yugoslava lleve el nombre de Macedonia, que reclaman en exclusividad para la provincia griega.
Dicen que uno de los peores insultos que puede recibir un griego es la palabra "Macedonia". "Querrás decir Fyrom (Antigua República Yugoslava de Macedonia, en sus siglas en inglés)", es la respuesta que invariablemente recibe uno en Grecia si comete el desliz de referirse con esa palabra al pequeño vecino del norte. Hace dos años, al ministro de Inmigración el lapsus casi le cuesta el cargo.
La larga disputa entre los griegos y sus vecinos macedonios, que se remonta a 1991, cuando el desmembramiento de la ex Yugoslavia, ganó este domingo las calles de Atenas. Miles de personas acudieron desde toda Grecia a la plaza Syntagma para exigir al Gobierno que no permita a la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM) usar el término Macedonia en las negociaciones sobre el nombre de ese país. Los griegos exigen que ese nombre sea usado solo por una región griega y no por los vecinos.
"Macedonia es griega y solo griega", corearon los manifestantes llegados desde todo el país. Según la Policía, asistieron 140.000 personas, aunque los organizadores hablaron de 500.000 asistentes en un conglomerado que unió a conservadores, izquierdistas, obispos, militares en la reserva, grupos de neonazis y expatriados residentes en EE.UU., Canadá y Australia. Ninguna de las manifestaciones de los últimos ocho años contra las medidas de austeridad había conseguido reunir a tanta cantidad de asistentes.
La polémica puede tener los días contados, al menos si Alexis Tsipras y Zoran Zaev se salen con la suya. Los jefes de Gobierno griego y macedonio parecen dispuestos a todo -incluso a chocar con sus opiniones públicas y a jugarse la silla- para zanjar el litigio por el nombre de Macedonia que desde hace 27 años envenena las relaciones entre ambos países, informa La Vanguardia. Las negociaciones, bajo mediación de la ONU, se suceden a ritmo vertiginoso. Prometen que en junio habrá un acuerdo. Nunca había habido una voluntad tan fuerte en ambas capitales. La pregunta es si con eso será suficiente.
(Fuente: Wikipedia)
El compositor Mikis Theodorakis, de 93 años, autor de la música de icónicos filmes como Zeta o Zorba el Griego, histórico militante comunista, lanzó una arenga contra lo que llamó la "peor forma del fascismo, el de izquierdas" y exigió que el acuerdo sea sometido a referéndum.
La disputa sobre el nombre de la República de Macedonia, la denominación que adoptó en 1991 al independizarse de Yugoslavia, despierta fervores nacionalistas a ambos lados. Para muchos griegos sólo hay una Macedonia: su provincia septentrional, cuna de Alejandro Magno, el gran conquistador del siglo IV a.C. Acusan al vecino de usurpar la herencia cultural helena y esconder pretensiones territoriales.
Desde Skopie se alega que su territorio formaba parte del antiguo reino de Macedonia y que este trozo de los Balcanes siempre ha sido conocido con este nombre. Niegan albergar ambiciones territoriales, aunque no tranquiliza que en el país circulen mapas de la Gran Macedonia que se comen una parte de Grecia.
Es un conflicto identitario con repercusiones geopolíticas que Macedonia ha pagado quedándose fuera de la OTAN y la UE por el veto griego.
Cuando Zaev llegó al poder hace un año prometió cortar con la obsesión por el pasado. Su objetivo: entrar en la OTAN y la UE. Hace unas semanas, anunció que quitará el nombre de Alejandro Magno, que tanto irritó a los griegos, del aeropuerto internacional y de la principal carretera del país. Un gesto para ayudar a Tsipras a vender el acuerdo en casa. Ambos han advertido que el pacto conllevará concesiones y la solución no será nada que no haya estado antes encima de la mesa. Se habla de un nombre compuesto, como Alta Macedonia o Nueva Macedonia.
Sin embargo, el acuerdo parece inaceptable para los nacionalistas de uno y otro lado. "Los griegos nunca aceptaremos que el término Macedonia sea utilizado por Skopie", sostiene el exmilitar griego y ahora columnista Savvas Kalenteridis. "No existe una nación ni lengua macedonia, y la región que hoy ocupa el Estado de Skopie nunca formó parte de la Macedonia histórica. Tienen tanto derecho a llamarse macedonios como Egipto, Siria o Afganistán, que formaron parte del reino macedonio. Eso lo dice cualquier historiador serio", razona.
El 59% de los griegos, según un sondeo, rechaza que el nombre pactado incluya la palabra Macedonia. "Ningún gobierno puede negociar la historia de su nación. Cualquier primer ministro que firme la concesión de Macedonia estará firmando también su muerte política -advierte Kalenteridis-. Y aunque Tsipras decida ignorarnos, estoy convencido de que los griegos hallarán el modo de anular ese acuerdo".
"Desde una perspectiva histórica no tiene base, pero todo el mundo es libre de proclamarse lo que le venga en gana. Deberíamos ser pragmáticos y centrarnos en pactar un nombre a cambio de garantías de que Skopie renuncia a toda reclamación territorial. Además, parece que muchos olviden que hay más de 120 países que reconocen a Macedonia tal cual, sin importar lo que diga Grecia. Entre ellos, tres miembros del Consejo de Seguridad como EE.UU., Rusia y China", señala Panayotis Yoakimidis, profesor emérito de la Universidad de Atenas.
En la protesta había dirigentes del partido conservador Nueva Democracia, que hace años, cuando gobernaba, aceptó la solución del nombre compuesto y ahora, en la oposición, duda. También es ambiguo el partido nacionalista Anel, socios de gobierno de Syriza. "Un día dicen una cosa y el siguiente lo contrario", dice Yoakimidis. Su líder, Panos Kamenos, estaba casualmente ayer fuera del país, lo que le evitó tener que justificar ante sus votantes su ausencia en la protesta. Pero es evidente que en sus filas dolerá votar a favor de un nombre compuesto. El Gobierno de Tsipras vuelve a peligrar, esta vez no por los dictados de austeridad de la UE, sino por el nacionalismo griego.
La posición del ala dura en Macedonia es que el prefijo -Nueva, Alta, etc. - solo es aceptable si va delante de "República de Macedonia", su nombre constitucional.
Los griegos temen que una concesión a su vecino implique una cesión de soberanía nacional. Macedonia es la patria de Filipo II y su hijo, Alejandro Magno, que llevó la civilización helena hasta las puertas de India en el siglo IIIa.C. Tras la caída del imperio otomano, en 1915, Macedonia se divide entre Serbia, Bulgaria y Grecia. Bajo el imperio soviético, los macedonios integran la Yugoslavia del mariscal Tito. Cuando ese país se desmembró, en los '90, los reclamos de la minoría albanesa llevan al país a la guerra civil, sofocada con acuerdos de paz y más derechos para los albaneses. En una crónica del diario Clarín se dice que los griegos temen que esos reclamos crucen la frontera hacia Grecia y afecten su territorio.
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias