"Hay mucho en juego", advierte Donald Trump a horas de su encuentro con Vladimir Putin en Alaska
15.08.2025
EE.UU. (Ansa) - Pese a todo, el magnate se muestra confiado en que puede haber un acuerdo y lleva propuestas económicas para tentar al Kremlin. Y no tiene dudas: "si yo no fuera presidente, Putin conquistaría toda Ucrania".
"¡Hay mucho en juego!", escribió Donald Trump en su plataforma de red social Truth, poco antes de partir de Washington hacia Alaska, donde en las próximas horas se reunirá con el presidente ruso en una cumbre que puede decidir el destino de la guerra de Ucrania.
El jueves por la noche, el magnate estadounidense había advertido en otro post que "si yo no fuera presidente, Putin conquistaría toda Ucrania", y reiterado que el líder del Kremlin quiere "un acuerdo".
Los reflectores del mundo están puestos este viernes sobre Anchorage, Alaska, donde a partir de las 11 locales, las 19 GMT, Trump y Putin discutirán, se espera, una vía para la paz en Ucrania luego de tres años y medio de guerra.
Sin embargo, el cara a cara entre los dos líderes se presenta como una verdadera partida de ajedrez: "Hay un 25% de probabilidad de que no vaya bien", advirtió Trump.
Si la cumbre concluye positivamente, Trump aseguró que llamará de inmediato a Volodimir Zelensky para organizar un "segundo encuentro", una cumbre trilateral.
"Será muy, muy importante porque en ese momento se hará un acuerdo.
Ya tengo tres ubicaciones en mente", aseguró, sugiriendo incluso la posibilidad de "incluir a algunos europeos".
Sin embargo, si el cara a cara sale mal, "no llamaré a nadie", ni a Zelensky ni a los europeos, y "volveré a Washington", advirtió.
En ese caso, frente a una debacle, a la Casa Blanca no le quedaría más opción que recurrir a las sanciones contra Moscú, que se mencionaron varias veces, pero hasta ahora nunca se han implementado, excepto las secundarias impuestas a la India por las compras de petróleo ruso.
Reconociendo que un alto el fuego inmediato es improbable a pesar de la presión del líder ucraniano y sus aliados, el magnate se declaró más "interesado en una paz inmediata". Y por ello trabajará: "Haremos todo lo posible", aseguró.
En un posible acuerdo de paz entrarían, según lo ofrecido por Trump, también garantías de seguridad para Kiev bajo el paraguas de Estados Unidos, pero no de la OTAN.
La futura seguridad de Ucrania es la principal preocupación de Zelensky. Al igual que el presidente ucraniano, los líderes europeos permanecen a la expectativa, esperando conocer los resultados del esperado encuentro entre esperanzas y temores.
Es probable que haya una nueva videollamada durante el fin de semana para discutir los resultados de la cumbre, a la espera de que Trump se haga presente.
Para convencer a Moscú de poner fin a las hostilidades, Trump llega a Alaska con una serie de propuestas: ofrecerá desde la revocación de algunas sanciones hasta la posibilidad de que Rusia acceda a minerales y tierras raras en Alaska y en los territorios ucranianos actualmente ocupados por Moscú. Si esto será suficiente para Putin, cuya economía enfrenta cada vez más dificultades por el peso de la guerra, está por verse.
El Kremlin parece, por el momento, más interesado en los territorios ucranianos y su reconocimiento bajo control ruso.
"Habrá un intercambio" de territorios, reiteró una vez más Trump, sin entrar en detalles y a pesar de la oposición de Kiev y Europa.
Entre las hipótesis que se están considerando están las de seguir modelos de Corea o de Cisjordania, para sortear los límites impuestos por la constitución ucraniana y las resistencias de los aliados. Pero para Putin, las divergencias entre las dos orillas del Atlántico son una oportunidad para presentar a Kiev y sus aliados europeos -y no a Rusia- como los verdaderos obstáculos para el fin de la guerra, y para intentar sentar las bases para separar el dossier de las relaciones entre Washington y Moscú del destino de Ucrania.
Entre giros y esperas matizadas, Trump, sin embargo, se presenta en Anchorage -según los observadores- como quien más tiene que perder.
Muy diferente es la posición de Putin, quien logró conseguir una cumbre en territorio estadounidense, desviar (al menos por ahora) las amenazas de sanciones y, sobre todo, relanzar a Rusia como una de las pocas potencias mundiales con esferas de influencia legítimas. Además de alcanzar el objetivo a corto plazo de poder "cortejar" a Trump en persona, esperando obtener lo que quiere.
Imagen: Ansa
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