UY Press - Agencia uruguaya de noticias

16.09.2025

BRASILIA (ANSA) – El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro fue trasladado de urgencia la tarde de este martes a un hospital de Brasilia, escoltado por la policía criminal, después de haber acusado una crisis de hipo, vómitos y presión baja.

Lo anunció el primogénito Flávio Bolsonaro, que en su cuenta oficial de la red social X pidió "las oraciones de todos" para que no sea nada grave.

El episodio llega a solo dos días de otra hospitalización, durante la cual Bolsonaro permaneció cinco horas en el hospital Df Star para extirpar lesiones cutáneas.

En aquella ocasión, los médicos habían diagnosticado una anemia por deficiencia de hierro.

El eXmandatario fue trasladado de urgencia al hospital DF Star de Brasilia, después de haber sufrido un malestar con caída de presión, vómitos y fuertes dolores.

Así lo confirmaron su hijo Flávio, su esposa Michelle, presente al lado del exjefe de Estado, y un equipo médico escoltado por un convoy de la Policía Penitenciaria y un helicóptero.

El doctor Cláudio Birolini, responsable de parte del monitoreo médico de Bolsonaro, explicó que su hospitalización fue necesaria para "una evaluación clínica, medidas terapéuticas y exámenes complementarios".

Informes recientes, según los principales medios brasileños, indicaban anemia por deficiencia de hierro, secuelas de neumonía por broncoaspiración y la extracción de ocho lesiones cutáneas, con administración de hierro intravenoso.

Además, Bolsonaro continúa con el tratamiento para hipertensión, reflujo gastroesofágico y prevención de la broncoaspiración.

La semana pasada, el ministro del Tribunal Supremo de Brasil, Alexandre de Moraes, había solicitado un informe detallado sobre la custodia y el traslado del expresidente, señalando que no fue llevado inmediatamente a su casa, según las normas de detención domiciliaria.

Según los médicos, Bolsonaro presenta un cuadro general frágil y una alimentación insuficiente.

Desde el pasado 4 de agosto, el expresidente está bajo arresto domiciliario debido a una investigación por un presunto plan golpista post-electoral, y esta es la tercera vez que abandona su residencia por motivos de salud.

La semana pasada, el Tribunal Supremo brasileño lo condenó a 27 años y tres meses de cárcel por intento de abolición violenta del orden democrático y otros delitos. 

Imagen: ANSA/EPA