COLUMNISTA

Columna de Esteban Valenti en el portal de información Meer.com

22.05.2025

MONTEVIDEO (Uypress) - Meer, medio digital editado en seis idiomas con un flujo incesante de noticias, artículos y reportajes, publica una nueva columna de nuestro director Esteban Valenti. Es material inédito, especial para ese sitio web. 'A 80 años del fin de la Segunda Guerra Mundial'. https://www.meer.com/es/92370-a-80-anos-del-fin-de-la-segunda-guerra-mundial

El conflicto dejó 80 millones de muertos y una promesa de paz incumplida. Hoy, nuevas amenazas y viejos fantasmas nos acercan otra vez al abismo.

Hace ochenta años, con la rendición de Alemania en mayo y de Japón en septiembre de 1945, terminó oficialmente la Segunda Guerra Mundial, el conflicto más sangriento de la historia.

El conflicto dejó 80 millones de muertos y una promesa de paz incumplida. Hoy, nuevas amenazas y viejos fantasmas nos acercan otra vez al abismo

Hay todavía sobrevivientes, es el episodio bélico con más libros, películas y manifestaciones artísticas de toda la historia de la humanidad. Este mes se cumple el 80 aniversario de la derrota y la rendición incondicional de Alemania nazi y sus aliados europeos y el fin de la guerra en Europa y África. Unos meses después se rendía el segundo genocida de esa guerra, Japón.

Fue sin duda alguna la guerra con más víctimas mortales, heridos, mutilados y familias deshechas junto con la mayor destrucción material de toda la historia de la humanidad.

Murieron entre 70 y 85 millones de personas, 21 a 25 millones eran militares y 45 a 55 millones eran civiles en solo seis años.

Los principales asesinos de esa guerra fueron los alemanes, compitiendo con los japoneses, de los que hemos hablado siempre muy poco y luego vienen los países aliados. Si sumamos es posible qué con las matanzas en Manchuria de parte de las tropas japonesas, ellos sean los máximos asesinos. Pero con la total genuflexión ante los norteamericanos lograron salvar a su emperador, que debería haber corrido la suerte de los máximos jerarcas alemanes y ser ajusticiado.

Se terminó la guerra mundial y al otro día comenzó la guerra fría y todo el tablero mundial se reorganizó violentamente en función de los dos grandes bloques, los EE.UU. y sus sumisos aliados y la URSS y sus aliados, algunos sometidos (como Yugoslavia y Albania) y otros con su propio camino (como China, hoy, una locomotora del mundo).

Como se habla poco de este aspecto de la guerra, es bueno recordar que Japón asesinó entre 15 y 20 millones de personas, la inmensa mayoría chinos. No solo querían tomar territorios en Asia, en Manchuria, en Corea, sino eliminar pueblos enteros. Algo muy parecido a lo que hicieron los nazis alemanes y ahora copian los israelíes con los palestinos y otros pueblos árabes.

En el frente este, participaron desde 1941 a 1945 aproximadamente 350 divisiones con 3.05 millones de soldados alemanes, que junto con sus aliados (Finlandia, Rumania, Hungría, Eslovaquia) sumaban cerca de 3.96 millones de efectivos desplegados en el Este que fueron derrotadas por el ejército soviético.

Al inicio de la Operación Barbarroja (junio de 1941) para la invasión inicial de la Unión Soviética, Alemania movilizó una fuerza de alrededor de 3.05 millones de soldados, que junto con sus aliados (Finlandia, Rumania, Hungría, Eslovaquia) sumaban cerca de 3.96 millones de efectivos desplegados en el Este. Esta era la mayor concentración de fuerzas del EJE de toda la guerra.

A lo largo de toda la guerra, el número de soldados alemanes en el Frente del Este fluctuó debido a las bajas masivas, los refuerzos y los cambios estratégicos. Sin embargo, la gran mayoría del ejército alemán (Wehrmacht) estuvo comprometida en este frente durante la mayor parte de la guerra. Se estima qué en varios momentos, alrededor del 80% del ejército alemán estuvo luchando en el Frente del Este.

Puntos álgidos: En ciertos momentos clave, como durante la ofensiva de verano de 1942 hacia el Cáucaso y Stalingrado, o durante la Batalla de Kursk en 1943, el número de soldados alemanes desplegados en el Este se mantuvo en varios millones, aunque sufriendo un desgaste constante.

Final de la guerra: Incluso en las etapas finales de la guerra, en 1944 y 1945, a pesar de las enormes pérdidas, todavía había una gran cantidad de soldados alemanes luchando en el Frente del Este, aunque sus filas estaban considerablemente mermadas. Por ejemplo, en enero de 1945, todavía se estimaban alrededor de 2.23 millones de soldados alemanes en el Este.

Es crucial entender que estas cifras son instantáneas en momentos específicos y que el número total de individuos que sirvieron en el Frente del Este a lo largo de toda la guerra fue significativamente mayor debido a la rotación, los reemplazos y las bajas.

En resumen, millones de soldados alemanes participaron en el Frente del Este durante la Segunda Guerra Mundial, lo que lo convirtió en el teatro de operaciones más grande y sangriento del conflicto.

En 1945 el Ejército japonés de Kwantung contaba con más de 1 millón de soldados, organizados en unas 30 divisiones regulares y brigadas independientes. El Ejército Rojo derrotó por completo al Ejército de Kwantung y sus 30 divisiones en menos de tres semanas y capturó 600.000 soldados nipones.

Los aliados a partir de la batalla de Normandía (Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá y en menor medida Francia) entre junio y agosto de 1945 derrotaron a 50 divisiones alemanas Incluidas varias divisiones Panzer (blindadas) y SS.

Los Aliados occidentales derrotaron un total entre 90 y 120 divisiones alemanas en el frente occidental entre 1944 y 1945.

En la guerra del Pacífico y sudeste asiático el ejército Imperial Japonés tenía alrededor de 50 a 60 divisiones activas, muchas de las cuales estaban estacionadas en China, Manchuria, el sudeste asiático y Japón.

En el teatro del Pacífico, EE. UU. se enfrentó directamente a unas 20-25 divisiones japonesas, aunque muchas veces no como formaciones completas, sino fragmentadas en guarniciones insulares. EE. UU. derrotó directamente entre 12 y 15 divisiones japonesas completas o su equivalente en tropas organizadas, además, destruyó miles de soldados japoneses aislados en pequeñas islas, que no formaban parte de divisiones completas.

El 7 de mayo de 1945, se firmó el Acta de Rendición Militar en Reims, Francia, ante representantes de los Aliados Occidentales. El segundo documento de rendición se firmó el 8 de mayo de 1945 ante las tropas soviéticas. En Moscú, debido a la diferencia horaria, este evento se conmemora el 9 de mayo como el "Día de la Victoria".

El 15 de agosto de 1945, el emperador Hirohito anunció por radio la rendición incondicional de Japón a las potencias aliadas. Este anuncio se produjo después de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki y la invasión soviética de Manchuria.

La firma formal del Instrumento de Rendición se llevó a cabo el 2 de septiembre de 1945 a bordo del acorazado USS Missouri en la bahía de Tokio.

El espectro de la guerra, nunca estuvo tan presente en el mundo, tan amenazante como en estos momentos desde esa guerra terrible, con las masacres israelíes, la invasión de Rusia a Ucrania y la "ayuda" de EE.UU. y Europa a Ucrania, para disputar una guerra hasta el último ucraniano.

Guerras hay en Sudán, entre la India y Pakistán, contra Líbano por parte de Israel, contra Yemen, amenazas de un demente como Donald Trump contra Groenlandia y Panamá e incluso con amenazas de invadir México y Canadá. Podríamos creer que son fantochadas, pero considerando los desbordes golpistas en su propio país y contra su propio Congreso, las alertas deben estar todas prendidas.

El centro de esta nota escrita 80 años después de la barbarie más terrible que sufrió la humanidad con 80 millones de muertos no debería ser la guerra, sino la paz. Pero...

Las guerras comerciales totalmente despiadadas desatadas por Trump contra prácticamente todos sus antiguos aliados y en especial contra China, no son un buen presagio en absoluto.

Detrás de las acciones y de la guerra comercial, cuyo objetivo declarado es ocupar nuevamente el centro de planeta, que creían haber conquistado con la caída de la URSS y son la mayor acción imperialista y anti liberal de la historia, no puede haber buenos presagios. El mundo ya no es el mismo.

China ya demostró en el plano comercial y lo demuestra también a nivel militar que no está dispuesta a retroceder, al contrario. A respondido golpe por golpe y ese camino nos lleva al borde del precipicio.

Estados Unidos, ni ningún país o alianza del mundo, puede aspirar a dominar el mundo e imponer sus condiciones de cualquier manera, pasando por encima de las normas diplomáticas, los tratados, las organizaciones internacionales y sobre todo la realidad global. Eso no tiene ninguna posibilidad para nadie. Ni para EE.UU. que no quiere entenderlo ni para China y Rusia que si lo han entendido. La Nato es cada día más un barco a la deriva, buscando otra identidad y para ello amenazando con invertir 800.000 millones de dólares para armarse.

Los arsenales desbordantes de armas, en todos los bloques, con los complejos industriales, políticos y militares desplegando su lobby feroz, no son ninguna garantía de paz ni de estabilidad.

En los últimos 5 años se utilizaron más armas que en todos los 75 años anteriores, desde 1945.

El complejo industrial-político-militar es insaciable y es el principal promotor de las guerras, como bien lo dijo un famoso general norteamericano: Dwight D. Eisenhower, en ese momento presidente de los Estados Unidos y comandante supremo de las tropas aliadas en Europa occidental.

El mayor salto tecnológico en absoluto en los últimos 80 años se está produciendo en estos momentos en la industria del armamento, misiles, cazas, drones, artillería, tanques, radares, electrónica, naves, portaaviones, y una velocidad de renovación incontenible.

Los presupuestos militares de las diversas potencias militares han tenido saltos de más de 3% del Producto Bruto de las naciones, en solo un lustro.

Si dejamos que el mundo se siga precipitando de la mano de fanáticos cada día menos controlados por este sendero de destrucción y de armamentismo, de ocupación y destrucción de pueblos y naciones y no reaccionamos proporcionalmente en todo el mundo, nada bueno nos espera. El último paso, será el uso de miles de armas nucleares, que pueden destruir varias veces toda forma de vida existente en la tierra y bajo los mares.

No tendremos que esperar el calentamiento global y la degradación del ambiente, seremos nosotros mismos los que nos destruiremos, en el único planeta en el universo donde hasta ahora se ha demostrado que hay vida.

Dejemos seguir adelante el genocidio israelí, las matanzas entre Ucrania y Rusia y todas las otras guerras en curso y en programación y no tendremos que esperar mucho. No es una visión negativa, es simplemente proyectar la degradación actual hacia los próximos años.

Nada más.

Internacionales
2025-05-22T10:37:00

UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias