Tras diez años de negociaciones
Croacia ingresó a la Unión Europea
01.07.2013
ZAGREB (Uypress) - Este fin de semana Croacia se convirtió en el miembro pleno número 28 de la alicaída Unión Europea, luego de haber transcurrido diez años de la solicitud de ingreso.
Croacia se incorporó este domingo a la Unión Europea, diez años después de haber solicitado el ingreso en 2003, y veinte años después de haber sido escenario de la guerra de los Balcanes, tal vez la más cruenta en Europa luego de la segunda guerra mundial.
Desde Bruselas, la capital de la Unión, se celebró el acontecimiento como una prueba palpable de que la Unión Europea encierra un ideario de paz y estabilidad, a pesar de la actual debilidad económica.
Al impacto de la integración, se suma la posibilidad de que en unos años Croacia comparta las mesas de negociación con su antigua enemiga, Serbia, que ha solicitado el ingreso a la UE y es una firme candidata a lograrlo.
Sin embargo, no todas son luces. Tras reconocer el valor de la reconciliación, el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, manifestó el sábado en un comunicado: "La recesión golpea duro a Croacia y a muchos otros países europeos. La pertenencia a la UE no supondrá una solución mágica a la crisis, pero ayudará a sacar a mucha gente de la pobreza y a modernizar la economía".
"Hay que destacar el poder transformador de este proceso de adhesión. Ya desde que Croacia pidió ingresar en la UE, en 2003, el país ha cambiado por completo", destaca un portavoz de la Comisión Europea. Pese a todo, el propio Ejecutivo comunitario reconoce que este territorio de 4,4 millones de habitantes tiene mucho por hacer en la lucha contra la corrupción y la mejora del Estado de derecho.
Croacia, oficialmente República de Croacia, es una república parlamentaria ubicada entre los Balcanes, Europa Central y el Mar Mediterráneo. Su capital es Zagreb y el idioma oficial el croata. Su superficie es de casi 57.000 kilómetros cuadrados y su población ronda los 4.300.000 habitantes.
Según informa El País de Madrid, los líderes europeos acordaron el pasado viernes iniciar en enero de 2014 las conversaciones formales para la entrada serbia en la UE. Nadie cree que pueda acceder antes de 2020, pero el mero horizonte suscita un debate inquietante para algunos socios comunitarios.
A la cabeza de esas preocupaciones figura Alemania. Sus dirigentes "han intentado maniobras dilatorias para el inicio de las conversaciones con Serbia", explican fuentes diplomáticas. Al final, los recelos se han resuelto con una salvaguarda que permite a los Veintisiete definir el marco político de la negociación con Serbia de aquí a final de año y poder votar en contra si no satisface a los Estados miembros. "Algunos piensan que el ritmo es precipitado", confirman esas fuentes.
Alemania es quizás el país que mejor encarna esos recelos europeos a la expansión exterior. Hace apenas dos semanas puso el freno al diálogo con Turquía -negocia con Bruselas desde 2005, aunque a ritmo muy lento- y finalmente ha logrado retrasar el calendario al menos cuatro meses, hasta después de las elecciones en Berlín.
Por encima de todas las cautelas, los expertos consultados resaltan la importancia de cerrar las heridas e integrar a los Balcanes, un territorio en medio del continente con capacidad para desestabilizarlo, como demuestra la historia.
dfp
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias