Chollima-1

El Ejército surcoreano rescata los restos hundidos de un cohete espacial norcoreano

17.06.2023

SEÚL/PYEONGTAEK, COREA DEL SUR (Yonhap) – El Estado Mayor Conjunto (JCS, según sus siglas en inglés) dijo que, el jueves, a las 8:50 p.m., izó los restos, que al principio se pensaba que eran parte de la segunda etapa del cohete, en medio de las expectativas de que una investigación sobre los mismos pueda arrojar luz sobre el progreso del programa de desarrollo de cohetes de largo alcance del Norte.

 

El Ejército surcoreano ha recuperado, en el mar Amarillo, una parte hundida de un cohete espacial norcoreano malogrado, culminando la operación de recuperación, que ha durado unas semanas, dificultada por la escasa visibilidad bajo el agua, las corrientes rápidas y otros obstáculos, según han dicho unos oficiales, este viernes.

El Estado Mayor Conjunto (JCS, según sus siglas en inglés) dijo que, el jueves, a las 8:50 p.m., izó los restos, que al principio se pensaba que eran parte de la segunda etapa del cohete, en medio de las expectativas de que una investigación sobre los mismos pueda arrojar luz sobre el progreso del programa de desarrollo de cohetes de largo alcance del Norte.

Pyongyang disparó, el 31 de mayo, lo que afirmó ser el nuevo cohete "Chollima-1", que transportaba el satélite de reconocimiento militar "Malligyong-1", pero se estrelló en el mar, debido al arranque anormal del motor de la segunda etapa, según los medios de comunicación estatales de Corea del Norte.

El Ejército surcoreano identificó, el mismo día, los restos del aparato, cuando se precipitó en las aguas a unos 200 kilómetros al oeste de la isla occidental de Eocheong; sin embargo, se hundieron hasta el fondo del mar, a una profundidad de 75 metros, debido, en parte, a su gran peso.

La parte izada tiene unos 12 metros de largo en total -más corto de lo que se presumía- y tiene entre 2 y 3 metros de diámetro. La pieza más grande del cohete -que se considera que mide 30 metros en total- podría ayudar a dilucidar cuán lejos ha llegado la tecnología de cohetes norcoreana, según los observadores.

Para la operación de recuperación, la Armada desplegó un grupo de buzos, especialmente entrenados, y unos 10 navíos, incluidos dos buques de salvamento y rescate, el ROKS Tongyeong y el ROKS Gwangyang, así como el buque de rescate submarino ROKS Cheonghaejin, y múltiples aviones de patrulla marítima.

La operación minuciosa estuvo plagada de dificultades, que incluyen las condiciones inclementes bajo el agua, como una visibilidad de solo 50 centímetros, ya que la Armada dio prioridad a la seguridad de los buzos y otro personal, según un oficial del JCS.

El Ejército reveló a los periodistas los restos del barco sobre la plataforma del buque de salvamento y rescate ROKS Gwangyang, en el Comando de la Segunda Flota de la Armada, en Pyeongtaek, a unos 60 kilómetros al sur de Seúl.

La pieza cilíndrica tenía escrito en su exterior "Cheonma", junto al dibujo de un caballo. Cheonma significa caballo celestial en coreano. La misma estaba cubierta de inumerables arañazos ocasionados por los equipamientos de los buceadores durante la operación de rescate.

La parte fue dividida en dos, dado que la sección superior de 2,5 metros de largo, se partió debido a una grieta que se extendió mientras era trasladada al navío.

Las autoridades aún no han confirmado el contenido interior de la parte recuperada, como un posible motor, citando que se realizarán mayores análisis.

Corea del Sur y Estados Unidos planean llevar a cabo una investigación conjunta, como fue acordado durante los diálogos ministeriales de defensa de los dos aliados, al margen de un foro de seguridad anual, en Singapur, previamente este mes.

Diferentes agencias de inteligencia y el Ejército estadounidenses participarán en la investigación, incluida una unidad bajo la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA), según informó un oficial del Comando de Inteligencia de Defensa de Corea del Sur.

El proceso de recuperación se desarrolló en fases.

Primero, los buzos conectaron piezas de aparejos de arrastre al pecio, de forma cilíndrica, y los unieron a cables de acero. Antes de izarlo a la superficie, los buzos añadieron otros equipos para asegurarse de que no volviera a caer. A continuación, lo subieron a un buque militar con ayuda de una grúa.

Las dificultades surgieron desde la fase inicial, ya que los buzos apenas pudieron encontrar partes del exterior redondeado del pecio en las que pudieran fijar cables, a diferencia del exterior irregular del helicóptero accidentado rescatado el año pasado.

El Ejército hizo participar en la operación a expertos de la Agencia para el Desarrollo de Defensa (ADD) y otros especialistas, para garantizar que se llevara a cabo con seguridad, sin perder ninguna pieza crucial de los restos, explicó el oficial del JCS.

Entre los obstáculos se encontraban el gran peso de los restos atascados en la marisma y la posibilidad de que se rompieran al izarlos. También se temía que se produjera una explosión si contenía elementos combustibles, como una pieza de almacenamiento de carburante.

El oficial del JCS dijo a los periodistas, bajo la condición del anonimato, que, debido a los peligros potenciales, hubo asesores técnicos a bordo para que pudieran tomar las medidas necesarias mientras observaban la situación. Agregó que tuvieron suficientemente en cuenta las preocupaciones de seguridad, desde el grosor de las escafandras hasta otras cuestiones.

La Armada izó, exitosamente, en su cuarto intento la pieza, tras ajustar los cables en la parte inferior del objeto e instalar ganchos y cables adicionales en la sección superior.

El Ejército también recuperó otro objeto con forma de aro, que se presume forma parte del cohete, el 5 de junio, en otra ubicación, según dijo una fuente militar bajo la condición del anonimato, sin proporcionar mayores detalles.

El Ejército también se encuentra llevando a cabo una misión separada para buscar otras partes del cohete, incluida la tercera etapa y un supuesto satélite. La búsqueda se ha llevado a cabo en el mar, bajo el agua y en el aire, dijo el JCS.

 

Imagen: La foto, proporcionada por el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur, muestra los restos del cohete norcoreano "Chollima-1", que Seúl recuperó del mar Amarillo, el 15 de junio de 2023, por la noche. (Prohibida su reventa y archivo)

 

 

Internacionales
2023-06-17T00:30:00

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