EL ABISMO TAN TEMIDO
España: Al borde de la quiebra y el rescate europeo
31.05.2012
MADRID (Uypress) - En un agitado clima de incertidumbre, al que los medios calificaron de “pánico”, el riesgo país de España aumentó ayer hasta los 539 puntos básicos . Esto equivale a un interés del 6,7%, el nivel más alto desde hace nueve años, arrastrando al país al borde de la quiebra y el rescate.
Este índice mide la diferencia entre el bono alemán a diez años y lo que los inversores exigen para adquirir títulos españoles. El ministro de Economía, Luis de Guindos, admitió que un nivel de riesgo país en 530 puntos “no es sostenible a largo plazo”.
La situación exigía alguna iniciativa de la Unión Europea. España va a contar con un año más para cumplir con su déficit . A cambio, se pide al Ejecutivo conservador de Mariano Rajoy una serie de medidas de carácter abiertamente impopular.
Ayer, la Comisión Europea dio a conocer un informe indicando que España es –junto a Chipre– “ el país con uno de los peores diagnósticos de los 27 miembros de la Unión Europea”.
Aunque España ha emprendido “reformas ambiciosas” en sectores clave, no son suficientes, admitió la Comisión Europea. Un sector bancario frágil, un sistema tributario poco eficiente, un desempleo por las nubes, alto endeudamiento, más pobreza y exclusión social: el panorama es desolador para la cuarta economía de la zona euro, según el informe, que muestra un “desequilibrio demasiado serio”.
La situación llegó a estar dominada por un clima tan sombrío que Felipe González hizo una dramática apelación advirtiendo: “Nos acercamos a una situación de emergencia total y tenemos que sacar el país adelante entre todos. Hago un llamamiento al diálogo, al entendimiento y al consenso”.
La desconfianza que domina a los inversores ya suma varios días acentuada por la crisis de Bankia que debió ser nacionalizada. Pero la entidad, definida por Rajoy como “la principal entidad financiera española”, pidió 19.000 millones de euros para no quebrar.
Sumado a los 4.465 millones de euros que se le habían entregado al contado, la cantidad suma 23.465 millones de euros. Una cantidad extraordinaria para un solo banco cuando las sospechas recaen sobre todo el sistema, lo que aumenta las dudas sobre la solvencia española. Los bancos acumulan 184.000 millones de euros en activos inmobiliarios tóxicos desde el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008.
El nerviosismo, que algunos medios elevaron a la categoría de pánico, se produjo cuando el periódico Financial Times salió con la información de que el Banco Central Europeo había rechazado la financiación de Bankia mediante la emisión de deuda española. Los títulos de Bankia llegaron a cotizarse a menos de un euro .
Al mismo tiempo, se produjeron dos anuncios que aflojaron la tensión momentáneamente. El comisario de Asuntos Económicos de la Unión Europea, Olli Rehn, propuso dar un año más a España para que cumpla con el nivel del 3% de déficit público. A cambio, el gobierno deberá promover más reformas y medidas de
consolidación fiscal, además de presentar un plan presupuestario “convincente para 2013 y 2014”.
Por su parte Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE) cree que el Gobierno español actuó de “la peor manera posible” con Bankia y lamenta que España "subestimara" los problemas de la entidad. El banquero rechaza intervenir para contener la crisis y reclama la creación de la unión bancaria.
La recesión en España, su récord mundial en el nivel de su desocupación y sobre todo su crisis bancaria puede obligar al Gobierno a solicitar la intervención europea. El Banco Central Europeo (BCE) es quizá la única institución que puede resolver la delicadísima situación del Gobierno de Rajoy, abocado a pedir el rescate para los bancos si la presión no cede. Y la presión no va a ceder si el BCE no saca toda la artillería.
Preguntado por Bankia, por España y por el sistema financiero en el Parlamento europeo, Draghi movía esta mañana las cejas e inmediatamente después se sacudía la presión que el Ejecutivo ha intentado traspasarle estos días (al menos en las ruedas de prensa: Rajoy no manifestó el mismo sentimiento de urgencia ante sus socios, en la última cumbre europea, que ante los periodistas).
"Lo que muestran los casos de Dexia y Bankia es que, cuando nos enfrentamos con dramáticas necesidades de recapitalización, la reacción de los Gobiernos o de los supervisores nacionales es subestimar la importancia del problema, presentar una primera evaluación, después una segunda, una tercera, una cuarta", ha dicho Draghi en una comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara.
"Esa es la peor manera posible de hacer las cosas porque al final todo el mundo acaba haciendo lo correcto, pero al coste más alto posible", ha lamentado. "Pido a todos los Gobiernos que tengan esto en mente. Es mejor equivocarse por poner demasiado al principio que equivocarse por poner demasiado poco. Es mejor en la evaluación de las necesidades de capitalización de los bancos equivocarse en la banda alta y excederse en transparencia que quedarse corto y descubrirlo dolorosamente", ha insistido Draghi.
El Gobierno ha llegado a dar tres cifras distintas antes de que el sucesor de Rodrigo Rato elevase las necesidades hasta 24.000 millones de euros. “Es mejor pecar por exceso que por defecto y luego descubrir con horror los resultados”, ha explicado sobre ese desliz que ha mellado la credibilidad española en los mercados. Sobre la posibilidad de que el BCE suavice la presión sobre España, el presidente del Eurobanco
ha sido todavía más tajante: "¿Puede el BCE llenar el vacío de la falta de acción por los gobiernos nacionales sobre el crecimiento y el déficit? La respuesta es no. ¿Puede el BCE llenar el vacío de los de la falta de acción por los gobiernos nacionales sobre sus problemas estructurales? La respuesta es no".
La otra consecuencia de la crisis es la salida de capitales de España que supera todos los récords y en marzo alcanzó los 66.200 millones de euros ( 82.000 millones de dólares) casi el doble que el anterior máximo.
En nueve meses, han salido 200 mil millones de euros (250 mil millones de dólares) en recursos financieros de la economía española esto representa diez veces lo que salió hace un año.
La prima de riesgo de la deuda pública es el principal indicador de la desconfianza en España. Pero hay otros, tan o más críticos para una economía abierta, que arrojan lecturas muy negativas. Según los datos que acaba de difundir el Banco de España, la salida de capital financiero de la economía española pulverizó todos los récords en marzo. Entre lo que retiraron los inversores internacionales y lo que inversores españoles colocaron en el exterior salieron 66.200 millones, casi el doble que en diciembre pasado, el mes que marcaba hasta ahora el techo. Más de un tercio de ese saldo negativo se debe a dinero español que se ha ido a depósitos y préstamos extranjeros, un movimiento que se ha acelerado de forma vertiginosa y que se corresponde, en su inmensa mayoría, con operaciones de bancos españoles.
En toda la serie estadística, que el Banco de España inicia en 1990, no se registra una fuga de capital de estas dimensiones. Se encadenan ya nueve meses de saldos negativos en la inversión financiera neta del exterior, una brecha por la que se han perdido ya 194.000 millones desde julio pasado, la mitad (97.000 millones) en los tres primeros meses de este año. Y lo que ha ocurrido con la Bolsa española en abril y mayo, donde las ventas se han impuesto por goleada a las compras, respalda la idea de que esa sigue siendo la tendencia actual. Otras estadísticas, más recientes, van en la misma dirección: en abril, la deuda pública en manos de inversores internacionales apenas llegó al 37%. También ese mes la banca perdió casi un 2% de los depósitos de empresas y hogares, la segunda mayor caída de la era euro.
Las inversiones de españoles en depósitos y préstamos extranjeros se ha acelerado En el abultado saldo negativo de marzo pesa sobre todo la evolución de lo que el Banco de España denomina otras inversiones, un grupo que incluye préstamos y depósitos. Aquí la retirada de capital es de más de 46.000 millones, y se debe incluso en mayor proporción a lo que inversores españoles han colocado en el exterior (26.164 millones), que a lo que han retirado inversores extranjeros de activos españoles (20.248 millones).
En ambos casos son cifras récord, pero lo más llamativo es la fuga de capitales españoles al exterior, con una intensidad muy superior a la de meses precedentes.
f.l.
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias