DE MAL EN PEOR
España: Se hunde poder adquisitivo de las familias y no se ven los límites de Rajoy
31.12.2012
MADRID (Uypress) - La mezcla de la suba de precios y sobre todo tarifas y el congelamiento de los salarios, junto con una gran desocupación provocará, según todos los analistas, una brutal caída del poder de compra de los españoles.
Los sueldos subirán en el mejor de los casos un 0.6% en términos absolutos y las tarifas e impuestos se disparan más del 3% y esta es la peor de las combinaciones, también para la reactivación de la economía.
Suben los precios de los servicios básicos como la luz o el transporte, se disparan los impuestos y las tasas, muy por encima de la inflación, pero en el lado de los ingresos, asalariados, pensionistas y autónomos se enfrentan, en el mejor de los casos, a la congelación o la rebaja de sus salarios y ventas, cuando no al paro o al cese de la actividad. La consecuencia de este cóctel de inflación y recesión económica será una pérdida generalizada del poder adquisitivo de familias, posiblemente la mayor desde la democracia.
Pese a los buenos deseos expresados por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que ha augurado una recuperación a finales de 2013, el comienzo del año será duro para casi todos los colectivos sin excepción, que verán cómo sus ingresos apenas crecen o merman.
Bajo el título de "La reserva mental de Mariano Rajoy", Joaquín Estefanía, el jefe de la sección económica de El País de Madrid, escribe: "Es difícil compartir la secuencia lógica del balance del primer año de Gobierno, hecho por su presidente el pasado viernes. Uno saca la sensación, cuando escucha a Mariano Rajoy, de que está lleno de reservas mentales, un concepto habitualmente tan grato al jesuitismo. La reserva mental es una especie de restricción secreta del pensamiento que va en contra del principio de transparencia: una parte de la verdad se esconde y se produce una ocultación intencionada. El presidente se dirige a la ciudadanía en general, a través de los medios de comunicación, y le comunica que el año que comienza mañana será muy complicado desde el punto de vista económico, pero menos intrincado conforme avance el ejercicio. La segunda parte de 2013, la más alejada en el tiempo, la más difícil de contrastar porque las variables están más lejos, será menos mala."
Y agrega más adelante "El déficit público, incluyendo las ayudas a la banca, puede superar el 8% del PIB.
Pero también en los objetivos intermedios utilizó Rajoy la reserva mental como método, pues probablemente dijo una cosa mientras pensaba otra. La reserva mental se utiliza cuando el que ha adquirido un compromiso sabe que no va a poder cumplirlo. Según el presidente, si no se hubieran aplicado los durísimos recortes, el déficit público habría llegado al 11%, una situación insoportable para cualquier país. Pero no avanzó, al mismo tiempo, una proyección creíble del déficit de 2012.
Ahora llega de La Moncloa una doctrina que trata de dividir el déficit público en dos segmentos (como antes se intentó con el índice de precios al consumo: el general y el que había que aplicar a la revalorización de las pensiones): el porcentaje total del desequilibrio de las cuentas públicas, y otro rebajado que retira del mismo el porcentaje de ayudas a la banca. El primero -el déficit público total- probablemente se acercará más al 8% o al 9% del PIB que al objetivo del 6,3% al que se había comprometido el Gobierno. El segundo -el déficit público maquillado sin el rescate bancario- estará alrededor del 7% (lo que significa que tampoco se habría cumplido lo que figura en los Presupuestos). Los defensores de sacar del déficit total las ayudas a la banca arguyen que estas no tienen un carácter recurrente y no se repetirán en 2013. Un argumento al que se podría contrastar otro, igual de plausible: los sacrificios de la población por el permanente ajuste equivalieron en 2012, en buena parte, a las ayudas concedidas al sistema financiero."
Tres millones de funcionarios tienen su sueldo congelado y nadie puede descartar que no les vayan a suprimir otra vez alguna de las pagas extra. Los nueve millones de jubilados verán cómo sus pensiones suben solo un 1% para los que cobran más de 1.000 euros al mes, o a lo sumo un 2%, para el resto, sin paga compensatoria en enero para compensar la desviación de la inflación.
Los trabajadores del sector privado también perderán poder de compra. Las previsiones más optimistas contemplan subidas salariales del 0,6%, aunque en el día a día de las empresas, las rebajas salariales son cada vez más frecuentes como solución para evitar el cierre o los expedientes de regulación de empleo.
Los nuevos desocupados en seguro de paro, merced al decreto aprobado en julio pasado, también cobrarán menos a partir del sexto mes. Aunque se mantiene el plazo máximo de cobro en 24 meses, la cuantía que perciban se calculará sobre una base reguladora del 50%, en lugar del 60% como hasta ahora. Más difícil aún lo tendrán los que ya hayan cumplido los dos años en situación de desempleo y pierdan la prestación, un colectivo cada vez mayor si se tiene en cuenta que la crisis comenzó a agudizarse en 2009, con despidos masivos incluidos.
Y es que los ingresos de la mayoría de los ciudadanos van a evolucionar muy por debajo del Indice de Precios al Consumo (IPC), que el pasado mes de noviembre se situaba en el 2,9% y que se prevé que en el conjunto de 2012 rebase ampliamente el 3%.
Como advirtió la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su último informe, España está aplicando una política de devaluación interna, ganando competitividad mediante rebajas salariales, sin que se traslade esa misma contención en los precios, la otra vía para ser más competitivos.
Entre las escasas buenas noticias con que comienza 2013, los que estén pagando una hipoteca tendrán un respiro, ya que el euríbor, la referencia para fijar la cuota de los préstamos, despide el año en mínimos históricos, el 0,54%, frente al 2% de 2011 (aunque muchas cláusulas suelo invaliden esa rebaja).
También tendrán una oportunidad los que quieran buscar un apartamento. Pese a la suba del IVA, se estima que el precio de la vivienda volverá a caer en 2013, entre un 10% y un 20%. En resumen, hogares y empresas deberán afrontar más gastos en 2013 con los mismos o menos ingresos.
f.l.
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias