REPÚBLICAS BÁLTICAS
Estonia y Letonia quieren que Rusia las indemnice por la ocupación soviética
24.08.2018
MOSCÚ (Uypress) - Los ministros de Justicia de Estonia y Letonia, Urmas Reinsalu y Dzintars Rasnacs, declararon durante su reunión del 21 de agosto que prevén conseguir que Rusia indemnice por la "ocupación soviética".
Sputnik conversó con dos expertos para saber cómo se ve la época de la URSS en estos países hoy.
¿De qué región se trata?
Los tres países bálticos son Lituania, Letonia y Estonia. Están ubicados en la parte norte de Europa del Este y tienen una superficie de 175.000 kilómetros cuadrados. Se ubican en la llanura europea oriental -también conocida como la llanura rusa.
Letonia y Estonia tienen sus fronteras con Rusia en el este, mientras Letonia limita con Rusia en el suroeste -con la región de Kaliningrado, el enclave ruso-. Además, Letonia y Lituania comparten una frontera con Bielorrusia en el sureste. Lituania también limita con Polonia en el sur.
Los tres países están poblados por los lituanos, los letones y los estonios, respectivamente. Además, cada uno de estos países tiene una minoría significativa de rusos (cerca del 25% en Letonia y Estonia, y un 6% en Lituania).
Los lituanos y los letones pertenecen a los pueblos bálticos, muy cercanos a los pueblos eslavos -como rusos, ucranianos, serbios, polacos y otros- y otros pueblos indoeuropeos.
Entretanto, los estonios es un pueblo finoúgrio -estrechamente relacionado con los finlandeses, y más distantemente con los húngaros y otros.
La retrospectiva
A lo largo de su historia diferentes entidades estatales existieron en el territorio de los países bálticos. Entre ellas, la Orden de Livonia, Suecia, el Gran Ducado de Lituania y otras.
En el siglo XVIII el Imperio ruso establece su control sobre el territorio de la actual Estonia y una parte de Letonia. Para el siglo XIX Rusia estableció su control sobre el resto de Letonia y el territorio de la Lituania actual.
Durante la Primera Guerra Mundial una parte considerable de la región del Báltico fue ocupada por las tropas alemanas.
En aquella época comienza la Guerra Civil Rusa. Unas unidades letonas, llamadas Fusileros Letones, que defendían esta región del Ejército alemán en las filas del Ejército imperial ruso, tomaron, en su mayoría, el lado de los comunistas.
El número de soldados letones que lucharon del lado de los comunistas oscila, pero seguramente se trata de decenas de miles de personas.
Después de la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial, las tropas germanas se quedaron en la región para proteger el orden.
En el período entre los años 1918 y 1919 los comunistas establecieron su control sobre una parte de Letonia y Estonia donde fueron proclamados nuevos Gobiernos socialistas, aliados con la Rusia bolchevique.
Casi simultáneamente los Gobiernos nacionales de Letonia y Estonia -opuestos a los bolcheviques- proclaman su independencia.
Entre los años 1918 y 1920 los dos países viven un período de guerra civil. Los comunistas sufren una derrota y, como consecuencia, los tres países del Báltico resultan independientes.
En 1939 los ministros de Asuntos Exteriores de la URSS y de la Alemania nazi, Joachim von Ribbentrop y Viacheslav Mólotov, firman el Tratado de no Agresión. Este documento tuvo una parte secreta en la que las dos partes acordaron dividir las esferas de interés en Europa del Este.
La era comunista llega a los países bálticos
En los años 1939 y 1940 el Gobierno de la URSS y los Gobiernos de los países bálticos acordaron la entrada de las tropas soviéticas estipulada en los tratados de ayuda mutua. Luego, Moscú acusó a los tres países de no cumplir de manera adecuada dichos tratados y presentó sus ultimátums.
Como resultado, las tropas soviéticas enviaron contingentes adicionales a estos países. El entonces presidente lituano Antanas Smetona insistió en la resistencia al Ejército Rojo. Sin embargo, la mayor parte del Gobierno rechazó su iniciativa. El líder del país huyó a Alemania.
Sus homólogos estonio y letón cooperaron con la URSS, aunque los dos pronto acabaron siendo víctimas de las represalias realizadas en aquella época por el Gobierno de Iósif Stalin. Después, los tres países se hicieron con Gobiernos prosoviéticos, si bien no fueron comunistas.
En las elecciones parlamentarias celebradas en 1940 vencieron los bloques procomunistas. Nuevos parlamentos de los tres países solicitaron la incorporación en la URSS. A principios de agosto del mismo año, Moscú aceptó la solicitud. Para el verano de 1941 las tres repúblicas estaban completamente sovietizadas.
Durante la Gran Guerra Patria -la guerra soviética contra la Alemania nazi de 1941-1945- este territorio fue invadido por la Alemania nazi y liberado de las tropas nazis en la ofensiva estratégica del Báltico de 1944.
Después de la guerra
En la época posguerra las tres repúblicas siguieron siendo parte de la Unión Soviética. Moscú invirtió cantidades grandes de dinero en el desarrollo de su economía, que había sido destrozada por la guerra.
El director del Centro para la Política Internacional y Regional y especialista ruso en los países bálticos, Borís Kuznetsov, comentó este tema para Sputnik.
Estoy completamente de acuerdo con el punto de vista de que estas repúblicas no representaban mucho interés para Moscú en aquel entonces puesto que carecían de recursos naturales.
Estas regiones apenas pudieron aumentar el PIB de la URSS. En realidad, en la época de posguerra, Moscú tuvo que invertir mucho dinero en su desarrollo.
En este sentido, Rusia, como país heredero de la URSS, puede presentar sus condiciones si Letonia y Estonia siguen con sus exigencias de una compensación, agregó el entrevistado.
Sin embargo, el diputado del Ayuntamiento de Riga -capital de Letonia- y presidente del grupo parlamentario Centro de Armonia, Maxim Tolstói, no está de acuerdo con esta postura.
Las posibles reclamaciones por parte de Rusia hacia Letonia y Estonia por el dinero que invirtió cuando estas dos repúblicas bálticas formaban parte de la URSS no sirve para la solución. Al día de hoy es incorrecto exigir cosas uno del otro.
Cuando el Gobierno de la URSS proclamó la política de la perestroika -movimiento político reformista de los años 1980 introducido por el presidente, Mijaíl Gorbachov- los países bálticos vivieron un alza de sentimientos nacionalistas.
En el pasado, sobre todo en los años 80, muchos jóvenes de esta zona expresaban abiertamente su disgusto hacia la URSS y la consideraron un agresor.
Borís Kuznetsov
Cuando te encontrabas allí, estaba claro que era parte de la Unión Soviética, aun así, se sentía que había algo raro. Hoy no puedo explicar con palabras aquel sentimiento. La mejor forma sería decir que lo sentía como si fuera un país extranjero.
Para la mayoría de los habitantes de la Unión Soviética un viaje a las repúblicas bálticas significó conocer una nueva cultura. Había restaurantes y bares que no existían en otras regiones del país comunista, indicó.
¿Debería Rusia pagar?
Como consecuencia del proceso de la disolución de la URSS, Lituania, Letonia y Estonia obtuvieron la independencia. A partir de aquel entonces, los Gobiernos de estos países describieron en reiteradas ocasiones la época soviética como la 'ocupación'.
Moscú, por su parte, sostiene que tanto la entrada de unidades adicionales del Ejército Rojo como la adhesión de los Estados bálticos a la Unión Soviética no contradecían las normas del derecho internacional de aquella época.
La parte rusa insiste en que el término 'ocupación' no puede emplearse en este caso ya que los Estados bálticos no se encontraban en estado de guerra con la Unión Soviética.
Asimismo, a lo largo de la existencia de los tres países en el seno de la URSS estos tuvieron sus instituciones públicas nacionales, subraya el Ministerio de Exteriores ruso en uno de sus comunicados.
Se sabe que justo estas autoridades, indistintamente de cómo las evaluamos hoy, representadas por los sóviets supremos de las repúblicas correspondientes, aprobaron en 1990 las resoluciones de su salida de la URSS.
Cancillería rusa
Así que si ponemos en duda la legitimidad de las autoridades del período soviético, surge el tema de la legitimidad de la proclamación de su independencia.
En cuanto a las recientes exigencias anunciadas por los ministros de Justicia de Letonia y Estonia, la Cancillería rusa sostuvo que es absurdo responsabilizar a Rusia y exigirle una indemnización por presunta "ocupación soviética".
La portavoz del organismo, María Zajárova, comentó que "Rusia no acepta las afirmaciones sobre la ocupación de los Estados bálticos por la Unión Soviética".
Rusia no acepta ni las afirmaciones sobre la ocupación, ni las absurdas alegaciones legales e históricas sin fundamento alguno que constituyen la esencia de las exigencias contra Rusia, incluidas las de una indemnización.
Los expertos también coinciden en que estas reclamaciones tienen poco que ver con la realidad.
Será muy difícil formalizar estas exigencias. La cuestión de cómo fue la manera exacta de la incorporación de estas regiones a la URSS es muy compleja porque en esencia no hubo ninguna resistencia armada contra las tropas soviéticas.
De hecho, los Gobiernos de estos países capitularon ante el Ejército Rojo. Es una cuestión muy compleja que traerá consigo más problemas y discrepancias ya que cada una de las partes puede presentar sus reclamaciones.
Según Maxim Tolstói, las exigencias de los ministros letón y estonio son una "tontería".
Es la retórica preelectoral y nada más. Dudo que una persona razonable sea capaz de pronunciar estas cosas. Nuestro ministro de Justicia trata de ganar puntos con fuertes declaraciones. No lo percibo como un comentario serio de un funcionario.
El diputado letón añadió que los comicios parlamentarios en el país tendrán lugar en octubre de este año. Además, puso de relieve que habrá que encontrar una solución respecto a cómo denominar los eventos de 1940.