El agua al cuello
Italia: una tormenta perfecta. Económica, social, política e institucional
05.03.2013
MONTEVIDEO (Uypress/Esteban Valenti) - Hay artículos que uno no quisiera escribir nunca y cuando los escribe, ruega para que su opinión sea la equivocada. Este es un caso. En Italia se están combinando las circunstancias para una tormenta perfecta, en el plano político, social, económico e institucional.
La Banca de Italia (Bankitalia) lanzó ayer una alerta muy grave: el 65% de las familias italianas no le alcanza para vivir la renta del trabajo y los que tienen ahorros se los están comiendo aceleradamente.
La crisis determinó que el nivel de ahorro de las familias que en 1991 era del 23.8% entre el 2008 y el 2010 se redujo del 12.1% al 9.7%, y este año será más bajo todavía.
La renta del trabajo, según el informe de Bankitalia en 1990 el 40% de los italianos no les alcanzaba para cubrir el consumo básico con un solo ingreso, en el 2010 este guarismo llegó al 65% y en estos dos años siguió creciendo. Los más afectados son obviamente los jóvenes.
Mientras en Alemania y Francia el nivel de ahorro de las familias se mantuvo estable, en Italia tuvo una baja del 60% en solo 20 años. La concentración de la riqueza aumentó de manera significativa como consecuencia de la política del gobierno Berlusconi y de la crisis. El decil más rico paso en solo dos años 2008-2010 del 44% al 46% de la riqueza nacional, y si hablamos del cuarto más rico pasó del 54.9% al 58,3%. Mientras que el decil más bajo, el más pobre, perdió en la misma medida y tiene una diferencia de 37 puntos con los más ricos. Es sin duda la mayor redistribución regresiva de la riqueza desde que se llevan registros y está cambiando el mapa social de Italia.
¿Fue este uno de los temas centrales, o el tema principal del debate político previo a las elecciones? ¿Lo colocó la oposición encabezada por el centro izquierda de Pier Luigi Bersani? No, en absoluto, hablaron, propusieron con los mismos criterios de antes de la crisis, y es así que el único que fue percibido como el denunciante, el anti sistema, fue el cómico Beppe Grillo que obtuvo un cuarto de los votos y es hoy el arbitro de toda la situación.
Grillo y sus lugartenientes ya lo dijeron con todas las letras: no apoyarán a ningún gobierno de partidos coaligados, ni de supuestos “técnicos” visto la experiencia del gobierno de Mario Monti, que de técnico pasó a aspirante a máximo político. Hoy no hay forma en Italia de formar un gobierno, a menos que el Partido Democrático (PD) de Bersani decida suicidarse en público, aliándose con Berlusconi. Hay algunos siniestros personajes de la otrora izquierda italiana que movidos por los “altos intereses nacionales” del olor al queso del poder, proponen sigilosamente esta alternativa de un gobierno entre todos, derecha, Grillo y centro izquierda, y distribuye cargos. La peor la más vulgar visión de la política del desastre. Ver reportaje a Massimo D´Alema en el Corriere della Sera.
La situación es tal que no está lejos el tiempo en que comiencen a peligrar no solo el pago de los altísimos intereses de la deuda pública, que ya representa el 126% del PBI italiano (el máximo nivel desde la primera guerra mundial), sino los sueldos y las jubilaciones. Y el Movimiento 5 Estrellas, el de Grillo espera y se frota las manos. Y Berlusconi condenado a 4 años por corrupción en su empresa, ahora afronta una condena por prostitución y corrupción de menores. Y saca el 30% de los votos y por un soplo no le ganó al centro izquierda. ¿Falta algo?
En este semestre, el último de la Presidencia de Giorgio Napolitano, una de las pocas personas e instituciones sobrevivientes del naufragio, no puede constitucionalmente disolver por su voluntad a las Cámaras recientemente electas. ¿Algo más?
El 23 de marzo Berlusconi convoca a sus huestes, nunca mejor definidas, a la plaza para protestar contra los jueces que se atreven a acusar al “cavaliere” de haber organizado entre otras barbaridades un prostíbulo de lujo en su villa en Arcore en las afueras de Milán. ¿Que le hace una mancha más al tigre?
En el Movimiento 5 Estrellas comienzan a develarse definiciones ideológicas de algunos de sus dirigentes. Que los hay. La capogrupo en diputados Roberta Lombardi escribió para explicar la posible alianza con Casa Pound, una organización italiana fascista dedicada a proveer de vivienda a las familias italianas sin techo. Su nombre es en honor al poeta estadounidense Ezra Pound. La explicación fue devastadora:
“Casa pound no es el fascismo. Representa solo una parte del fascismo, la parte folclórica, racista, apaleadora” Es decir la parte fea. Porque el fascismo tiene una parte buena. “La ideología del fascismo, antes de que degenerase tenía un alto sentido del Estado” Sentenció la nueva diputada “grillina”
Y sus compañeros de Movimiento se dividen entre los que exigen una rectificación neta que afirme que es antifascista y los otros, que siguiendo el argumento principal de su líder, la emprenden contra los medios de comunicación, el segundo nivel de ataque, luego de los partidos.
Muchos de los izquierdistas que miraban con simpatía y con apertura al Movimiento 5 Estrellas y lo decían públicamente, incluyendo dirigentes sindicales de primer nivel, comienzan a despertarse y arrepentirse. Ya no es solo un voto de protesta, es un proyecto político cuyo principal objetivo es medrar en el caos. Más caos, mejor. No se hacen responsables de nada y en el cuadro político italiano, ese es el caos.
Y el caos en Italia es una seria amenaza para toda Europa, no solo en sus cuentas, en sus déficit fiscal, en su capacidad de afrontar a los mercados implacables que la están castigando, sino en el plano institucional. El cuadro político se puede considerar peor que en Grecia.
Quedan pocas opciones. Un gobierno ley a ley, sin mayorías parlamentarias, para administrar algo, para tratar de evitar el naufragio y sabiendo que el horizonte son nuevas elecciones a corto plazo, por lo tanto sin ninguna disposición a afrontar leyes y medidas en serio que cambien el rumbo Berlusconi-Monti, que no fueron muy diferentes. Solo diversos en la moral.
La otra alternativa es ir nuevamente a las urnas. ¿Qué habrá de nuevo? Miedo, pavor, desbarranque, una nave sin brújula y de esas circunstancias puede salir cualquier cosa. Los que proponen esta alternativa se basan en el dicho universal de que “el peligro aviva hasta a los mamados”
¿Funcionará? ¿Quiénes son los mamados en Italia?
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias