ARGENTINA
Macri plantea un pacto de estabilidad al peronismo moderado
06.05.2019
BUENOS AIRES (Uypress) - Mauricio Macri busca un pacto con el peronismo moderado, proponiendo un “acuerdo de estabilidad” sobre diez puntos básicos para el que gane las próximas elecciones.
Foto Twitter @mauriciomacri
Una encuesta de la semana pasada mostró que Cristina Kirchner podría ganarle a Macri en las elecciones. Esto movió fuertemente los mercados financieros por el miedo de que la vuelta de la expresidenta rompiera los tratos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y las reglas de juego liberales, llevando el pesimismo al gobierno de Macri.
La iniciativa para la estabilidad ya estaba en marcha cuando las últimas turbulencias. Hace unas tres semanas, el ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda, Rogelio Frigerio, almorzó con el senador Miguel Ángel Pichetto, jefe de Argentina Federal (un grupo peronista que ha pactado numerosas leyes con el macrismo, en minoría parlamentaria), y le planteó la posibilidad de alcanzar un compromiso sobre diez puntos: equilibrio fiscal, independencia del Banco Central, integración internacional, respeto de los contratos, reducción de impuestos, reforma laboral, sistema de pensiones sostenible, federalismo, estadísticas oficiales fiables y complimiento de las obligaciones con los acreedores.
A Pichetto no le pareció mal. Y la idea empezó a circular por WhatsApp.
A Juan Manuel Urtubey, gobernador saliente de Salta y precandidato presidencial, tampoco le pareció mal.
Pero a Sergio Massa, otro de los precandidatos presidenciales por Alternativa Federal (peronismo moderado) y a Roberto Lavagna, que aspira a una entronización como candidato a la presidencia sin pasar por elecciones primarias, les dejó muy fríos. Lavagna, el hombre que encarnó la recuperación económica tras el colapso de 2001-2002, dijo que la idea era “marketing político” sin contenido y añadió que, sin referencias a la necesidad de crecimiento, no había nada que acordar. "Si hay voluntad por parte del presidente de que sea diferente, estoy dispuesto a sentarme con él. Hay otro camino al ajuste y ojalá pueda escucharlo", dijo Lavagna en una entrevista con Ámbito Financiero.
Sergio Massa propuso una lista alternativa de medidas y se preguntó por qué se excluía de antemano a Cristina Fernández de Kirchner.
Felipe Solá, precandidato presidencial cercano al kirchnerismo, se burló de la propuesta: “El gobierno pretende elegir la oposición que más le conviene”.
La ex presidenta, que mantiene una actitud de esfinge, guardó silencio, pero dejó hablar a su entorno para aclarar que no habrá negoaciación "a libro cerrado. "Esos diez puntos no", dijo un portavoz de la expresidenta a Clarín.
El asunto es paradójico. Aunque se llevó relativamente bien con los gobernadores peronistas, casi todos moderados, Macri dedicó los primeros tres años de su mandato a ahondar la llamada “grieta”, la división profunda entre kirchneristas y antikirchneristas. Era su plan para asegurarse la reelección: ella o yo. Todos los sondeos indicaban que en una segunda vuelta electoral entre Macri y Fernández de Kirchner, ganaría el primero. Por tanto, al presidente no le interesaba reforzar las vías intermedias encarnadas por Massa, Lavagna o Urtubey, entre otros. Quería mantener viva la “opción K”.
Pero eso ya no está tan claro. La idea es ahora atraerse a los moderados, llevar la división al interior del peronismo y aislar a la ex presidenta, impidiéndole incluso (si, como se espera, finalmente es candidata) alcanzar la segunda vuelta.
El colmo de la paradoja consiste en que el temor a un regreso de la ex presidenta reduce la confianza en la economía argentina y causa turbulencias en los mercados financieros, con más devaluación del peso y aumento del riesgo-país, lo que a su vez complica las perspectivas de Macri. Y también agudiza el rechazo de quienes no soportan la idea de ver de nuevo a Cristina Fernández de Kirchner en la Casa Rosada. Es decir, se ahonda todavía más la grieta que separa a los argentinos.
La propuesta de Macri sigue circulando por WhatsApp y ha llegado a todo el mundo.
Las organizaciones empresariales, a las que nadie se ha dirigido directamente, la aplauden.
Los sindicatos, por ahora, no se dan por aludidos.
Fuente: El País de Madrid
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias