¿Frente antixenófobo?

Merkel, Sánchez, migración y xenofobia

12.08.2018

MADRID (Uypress) – El presidente del Gobierno de España y la canciller de Alemania sostuvieron un encuentro en Sanlúcar de Barrameda, centrado en temas relacionados con la migración.

(Merkel, Sánchez y sus parajeas/Moncloa)

"Ha llegado un punto en que decir que un inmigrante es un ser humano es criticado en algunos sectores", dijo el viernes Angela Merkel, medio en broma medio en serio, durante la reunión con Pedro Sánchez en Sanlúcar de Barrameda. 

Según informa El País de Madrid, preocupados por el giro xenófobo de parte de la opinión pública europea y de varios Gobiernos, Merkel y Sánchez pactaron reforzar el eje antirracista que promueven con Francia y Portugal. Su sintonía fue total según se informó. Ambos además acordaron impulsar más fondos para ayudar a Marruecos a controlar sus fronteras.

El acuerdo evidente entre Merkel y Sánchez en el tema clave de la Unión Europea, la política migratoria, no se queda solo en gestos. Hay dinero detrás. La canciller hizo una visita de fin de semana completo con su marido a Doñana, donde veranea el presidente, en plena polémica por la llegada de migrantes a las costas de Andalucía -casi el triple que el año pasado, hasta convertir a España en el país que más recibe, superando a Italia, según datos de Acnur- y ambos acordaron impulsar un notable aumento de los fondos europeos para Marruecos, el país clave para controlar la presión migratoria sobre el sur de España.

Si bien ambos jefes de gobierno no llegaron a concretar cantidades, se especula que Alemania, que sería el principal financiador, aportaría 130 millones de euros, y contaría con el apoyo de Francia. "Estamos tratando de desbloquear fondos europeos para dar más medios a Marruecos", señaló Sánchez. "Marruecos es un socio clave con el que no solo hablamos de inmigración. También queremos aumentar la cooperación económica. Alemania hará su aporte. Actuamos de manera coordinada con España. Estoy muy contenta de que compartamos con España el mismo enfoque sobre una política migratoria común", remató Merkel.

El giro de la política italiana, con un Gobierno abiertamente xenófobo que ha decidido cerrar los puertos para los barcos de las ONG que rescatan migrantes en el Mediterráneo, está desplazando la presión desde Libia hacia Marruecos y desde allí hacia España.

Merkel y Sánchez están en el reducido grupo de presidentes, con el francés y el portugués, que no se ha entregado al discurso duro sobre inmigración. Pero ambos sufren presiones internas por ello. Es un asunto tan crítico que nadie garantiza que la opinión pública alemana o española no den un giro en los próximos años y acaben como la italiana. Por eso ambos se necesitan y se unen contra la ola xenófoba.

La UE "tiene unos valores claros y uno de ellos es la defensa de la dignidad humana y tomar en serio los derechos humanos, por eso luchamos de forma radical contra el racismo", insistió Merkel.

Pese a pertenecer a familias políticas diferentes, Merkel y Sánchez mostraron una gran cercanía. "Este es un Gobierno europeísta y Europa necesita del liderazgo de Alemania. España quiere ser parte activa de este debate. Aquí hay un europeísmo a prueba de cualquier retroceso", insistió Sánchez.

El próximo 20 de setiembre se llevará a cabo en Salzburgo una cumbre informal de la Unión Europea, sobre migración, bajo presidencia de Austria, otro país con la extrema derecha xenófoba en el gobierno, y Merkel y Sánchez, ante la posible tormenta, intentaron afianzar al grupo minoritario de antixenófobos.

Sin embargo, todo -especialmente en política- depende del cristal con que se mire, y contrastando con el análisis optimista de El País de Madrid, la visión del diario El Mundo es que "Merkel empuja a Pedro Sánchez a endurecer la política migratoria". Según  este, la dirigente alemana respalda a su homólogo español en todo lo que plantea en Bruselas para afrontar la crisis migratoria, pero siempre y cuando España endurezca su propia política migratoria para evitar que lleguen a suelo germano los inmigrantes que han entrado de forma irregular por las costas andaluzas y no deberían cruzar los Pirineos.

"Estamos viendo que el sistema actual de Dublín no está funcionando. Según la teoría, ningún inmigrante ni ningún refugiado deberían llegar a Alemania, pero esto no es la realidad. Por lo tanto, en cuanto a estados miembros de la UE, los que estamos en el espacio Schengen tenemos que trabajar en mejorar un sistema de reparto justo para organizar juntos los retornos necesarios para aquellos que no tienen derecho a permanecer de manera duradera en la UE". Esa fue la respuesta de Merkel a una periodista alemana en la comparecencia con Sánchez posterior al almuerzo que ambos compartieron junto a sus parejas. Lo que vino a decir Merkel es que España debe evitar que los inmigrantes que llegan a sus costas traspasen sus fronteras si no tienen derecho a permanecer en suelo europeo; es decir, si no son refugiados.

Es, de hecho, lo que debería suceder según los tratados europeos, pero en la práctica la avalancha es tal que ni se intenta la devolución de la mayor parte de los que llegan en situación irregular. Se les acaba poniendo en libertad y se desplazan por el territorio Schengen sin problemas hasta alcanzar, en la mayoría de los casos, Alemania.

La estrategia conjunta pactada entre Pedro Sánchez y Angela Merkel incluye, asimismo, reclamar la solidaridad del resto de estados en el marco de la UE. "Ningún país puede escurrir el bulto", sentenció la mandataria alemana.

 

 

Internacionales
2018-08-12T13:37:00

UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias