Por qué la oferta de Zelenski de celebrar elecciones en Ucrania en plena guerra es inviable

12.12.2025

OTHER NEWS (Por Juan Antonio Sanz* – público.es)- El planteamiento del presidente ucraniano de celebrar comicios en dos o tres meses es inviable sin un alto el fuego y unas fuerzas de interposición que Rusia rechaza, sobre todo si son europeas.

 

Aconsejado por sus aliados europeos, que sustituyen por la argucia diplomática las armas que les son cada vez más difíciles de entregar a Ucrania, el líder ucraniano, Volodímir Zelenski, intenta seguirle la corriente al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y a la vez romper la estrategia bélica rusa. Zelenski se muestra asequible a la «recomendación» de Trump de celebrar elecciones en Ucrania, incluso en un plazo de dos o tres meses, aunque reclama que Washington y Bruselas garanticen la seguridad de esos comicios. Eso, claro, obligaría a una tregua y al despliegue de fuerzas de pacificación extranjeras, dos puntos que Moscú rechaza de pleno. Sobre todo si esas tropas son europeas, como pretenden Francia, Alemania y Reino Unido, a quienes Moscú acusa de torpedear las negociaciones a dos bandas de Trump, de las que aquellos han sido excluidos.

El Kremlin reclama una paz definitiva para finiquitar la guerra de Ucrania y no una simple tregua, ya sea para detener los ataques a los sistemas energéticos o para poner en marcha un proceso electoral. Moscú sabe que ese parón parcial en el conflicto es lo que buscan los amigos europeos de Zelenski, a fin de proceder a confiscar el dinero de los activos financieros rusos inmovilizados en Europa, comprar con esa fortuna más y mejores armas que sustituyan las que ha dejado de entregar EEUU y reorganizar el ejército ucraniano, actualmente agotado y sin reemplazos. 

Pero sobre todo, lo que quieren europeos y ucranianos es disponer del tiempo suficiente para convencer a EEUU de que vuelva a apoyar con todo su potencial a Kiev en una guerra cuyo final queda aún muy lejano, pese a toda la retórica pacifista que ambas partes despliegan ante la opinión pública internacional.

Rusia quiere un acuerdo total, no treguas parciales  

Este miércoles, sin embargo, Rusia dejó bien claro que no va a caer en esa trampa. «Estamos trabajando por un acuerdo de paz, no por un alto el fuego», aseveró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. «Una paz sostenible, duradera y perdurable, lograda mediante la firma de documentos sobre el tema, es la prioridad absoluta», añadió.

Horas antes, Zelenski había lanzado de nuevo la propuesta de una tregua «energética», es decir que ambos países respeten las infraestructuras críticas del contendiente, como ya pidió en varias ocasiones tras la llegada de Trump al poder en enero pasado. Rusia ha rechazado esta posibilidad, pues aunque los ataques ucranianos a su sector petrolífero y gasífero son cada vez más osados, con numerosas pérdidas, incluso para el abastecimiento a sus tropas desplegadas en Ucrania, los daños que causan los bombardeos rusos a las infraestructuras ucranianas son mucho más devastadores, dejando a centenares de miles de ucranianos sin electricidad durante días y estorbando con más efectividad a las operaciones bélicas de Kiev.

Trump pide elecciones en Ucrania y Zelenski accede  

Más duro fue el Kremlin con el anuncio de Zelenski de eventuales elecciones, en respuesta a una observación de Trump sobre la supuesta falta de democracia en Ucrania, después de que, debido a la guerra, no se celebraran el año pasado los correspondientes comicios. Zelenski llegó al poder en 2019 y su mandato debería haber concluido en mayo de 2024. Se prolongó, pues la Constitución de Ucrania no permite realizar elecciones mientras impere la ley marcial, como es el caso debido a la guerra que comenzó en febrero de 2022.

Trump acusó de nuevo esta semana a Zelenski de valerse de la guerra para eludir la celebración de elecciones, lo que lleva a pensar si en realidad lo que quiere el jefe de la Casa Blanca es, con un proceso electoral de por medio, apartar al actual líder ucraniano, a quien ha calificado como el mayor obstáculo para alcanzar la paz en Ucrania. La actitud de Trump con Zelenski ha empeorado después de que éste rechazara el plan de paz prorruso que presentó aquel en noviembre y que contemplaba la cesión de Ucrania a Rusia del territorio ya invadido y otras zonas reclamadas por Moscú. 

«Hablan de democracia (en Ucrania), pero llega un momento en el que ya no es democracia», afirmó el mandatario estadounidense. Sobre las eventuales elecciones fue tajante: «Creo que es un momento importante para celebrar elecciones. Están utilizando la guerra para no celebrar elecciones, pero creo que el pueblo ucraniano debería tener esa opción».

El martes, Zelenski respondió sin demora y propuso que, con apoyo de EEUU y los aliados europeos para «garantizar la seguridad», Ucrania «estará lista para organizar elecciones en un plazo de entre 60 y 90 días a partir de ahora». Aunque, la Constitución no permite dar tal paso, el líder ucraniano apuntó que ya había dado las órdenes pertinentes para ver la forma de modificar la ley electoral con acuerdo del Legislativo de su país.

Esta cuestión podrá ser uno de los temas que trate Zelenski con sus aliados de la llamada Coalición de Voluntarios de apoyo a Ucrania en el encuentro telemático previsto para este jueves, cuando apenas han pasado tres días de la reunión de Londres de aliados de Kiev celebrada el lunes, también liderada por Reino Unido, Francia y Alemania, los tres países europeos con mayor animadversión hacia la Rusia del presidente Vladímir Putin. 

La frenética celeridad con la que están proponiendo encuentros los países europeos más cercanos a Ucrania responde a la creciente impaciencia que está mostrando Trump ante la mala aceptación de su plan de paz de 21 puntos por parte de la Unión Europea y Reino Unido, y el rechazo por parte de éstos a la partición de Ucrania que incluía esa propuesta y que en la Casa Blanca se da por segura como punto de arranque de una negociación de paz. 

«Zelenski, espabila»

En una entrevista reciente con el medio estadounidense Politico, Trump acusó a la UE de ser un puñado de países «en decadencia» y liderados por «débiles». A Zelenski le advirtió que «va a tener que espabilarse y empezar a aceptar las cosas», en referencia a esa cesión a Rusia de las regiones de Lugansk, Donetsk, Zaporiyia y Jersón, ocupadas por el Ejército ruso en su invasión.

El martes, Zelenski remarcó de nuevo la línea roja de su negativa a entregar territorio ucraniano a cambio de paz y lanzó el órdago de las elecciones, incluso sin concluir la guerra, pero sí con la protección de EEUU y los aliados europeos. 

Este miércoles, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, quien se está arrogando el papel de halcón del Kremlin ante Europa, advirtió que Rusia no contempla una guerra con la UE o la OTAN, pero advirtió de que Moscú tiene ya lista una «respuesta» ante esa posible llegada de tropas europeas a Ucrania bajo el pretexto que sea. 

La confiscación por la UE de dinero ruso, un casus belli para Moscú  

También reiteró Lavrov que consideraría un acto de agresión a Rusia la confiscación por la UE de sus activos congelados en bancos o entidades financieras europeas, la varita mágica con la que Bruselas quiere asegurar la futura ayuda militar a Ucrania y al eventual despliegue de fuerzas de paz en una demarcación de seguridad entre el territorio libre ucraniano y las partes invadidas por Rusia. 

La propia UE, a través de su alta representante para la Política Exterior, Kaja Kallas, ha calificado esa posible confiscación de dinero ruso como un «punto de inflexión» en la guerra. Pero mientras Bruselas considera ese paso como la única forma viable de seguir ayudando a Ucrania sin el endeudamiento irreversible de los Veintisiete, Moscú ha calificado tal acción como un punto sin retorno hacia la confrontación directa entre Rusia y la UE.

«Responderemos a cualquier medida hostil, incluido el despliegue de tropas europeas en Ucrania y la expropiación de activos rusos. Y ya tenemos preparada una respuesta», amenazó Lavrov este miércoles en su intervención anual ante el Consejo de la Federación o Senado ruso.

Según Lavrov, Europa pretende apoderarse de las reservas de divisas de Rusia, «en violación de todas las normas concebibles del derecho internacional y comercial», simplemente porque «no tienen otras fuentes para financiar la guerra». Y sin ese dinero, que en Bruselas cifran en al menos 140.000 millones de euros, los ucranianos no pueden continuar luchando.

Se acelera la ofensiva rusa  

Lavrov acusó a los aliados de Kiev en Europa de frenar el proceso de paz e incitar a Zelenski a continuar la guerra. Una observación un tanto vana, pues mientras los contactos liderados por EEUU y también los organizados por Bruselas se multiplicaban en las últimas semanas, al tiempo Rusia aceleraba sus ofensivas.

Según el estadounidense Instituto de Estudio de la Guerra, las fuerzas rusas han conquistado en lo que va de año un 0,77% del territorio ucraniano, superando así sus avances de 2024. Ha sido este otoño cuando el ejército del Kremlin apremió sus ofensivas, que le llevaron al dominio del bastión de Pokrovsk, en la región de Donetsk, y de Kupiansk, en la vecina Járkov. 

Estos reveses ucranianos abren las puertas a las tropas rusas para completar la conquista del Donbás, formado por las regiones de Donetsk y Lugansk, e incluso avanzar hacia el interior de Ucrania. Pero lo más importante es que tales acciones bélicas han consolidado las posiciones rusas en las zonas invadidas, haciendo muy improbable su restitución a Ucrania.

Esto lo saben perfectamente en el Pentágono y la Casa Blanca, de ahí que consideren una pérdida de tiempo para los planes de Trump insistir en la recuperación de las fronteras anteriores a la invasión lanzada el 24 de febrero de 2022. Tampoco le vale a Washington que se firme un armisticio y no una paz consolidada que no establezca ya una demarcación fronteriza y que deje abierta una eventual reanudación de la contienda en un futuro, cuando cualquiera de las partes se sienta con fuerzas para ello. 

Esta es una de las posiciones que se consideran en Bruselas, es decir, detener ya los combates en la actual línea del frente, sin reconocer oficialmente la autoridad rusa sobre los territorios conquistados, de forma que su soberanía pueda ser cuestionada y recuperada de una u otra forma en el futuro. Ni Moscú y al parecer tampoco Washington están por esta labor.

Por eso, este martes, Putin fue muy claro y sus palabras apuntaron hacia dónde va el actual curso de los acontecimientos, es decir, la conquista total por la fuerza del Donbás (lo denominó «territorio histórico» de Rusia), con la aquiescencia de EEUU o sin ella, y con la confrontación con Europa o sin ella. 

«Tratamos de concluirla (la guerra) y nos vemos obligados a hacerlo por la fuerza. Sin duda, llevaremos tal situación a su lógico final, cuando se alcancen los objetivos de la operación militar especial», afirmó el líder del Kremlin. En cualquier caso, como se desprende de estas palabras, la consecución de tales metas no será un proceso rápido, para disgusto de Trump.

*Juan Antonio Sanz, periodista y analista para Público en temas internacionales. Es especialista universitario en Servicios de Inteligencia e Historia Militar. Ha sido corresponsal de la Agencia EFE en Rusia, Japón, Corea del Sur y Uruguay, profesor universitario y cooperante en Bolivia, y analista periodístico en Cuba. Habla inglés y ruso con fluidez. Es autor de un libro de viajes y folclore.


Internacionales
2025-12-12T05:18:00

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