Rusia y China han pasado al Plan B en oposición a la hegemonía occidental
10.04.2024
MOSCÚ (Servicio de prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia/TASS-Ilya Abramov y Evgeny Pozdnyakov - VZGLYAD) - Rusia y China continúan profundizando su asociación. El Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, y su colega Wang Yi discutieron en Beijing las cuestiones de la lucha conjunta contra las sanciones occidentales, así como la creación de instituciones internacionales alternativas en el ámbito de la economía y la seguridad.
¿Cómo acercan los planes esbozados la creación de un mundo multipolar?
El Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, se reunió en Beijing con su homólogo chino, Wang Yi, y los diplomáticos discutieron una amplia gama de cuestiones relacionadas con la futura asociación entre la Federación de Rusia y la República Popular China. Lavrov señaló que las relaciones entre los dos países han alcanzado un nivel sin precedentes y el diálogo entre los Estados se basa en los principios de respeto mutuo y confianza.
Después de la reunión, las partes acordaron métodos para combatir las sanciones con la ayuda de los mecanismos de la OCS y BRICS. También se decidió iniciar un diálogo sobre la seguridad euroasiática con la participación de otros países de ideas afines. Esta iniciativa está impulsada por el deseo de Rusia y China de fortalecer la seguridad en la región, especialmente ante la incapacidad de la OSCE y la OTAN para cumplir esta función.
Además, Moscú y Beijing condenaron a Estados Unidos por interferir en los asuntos de otros estados y regiones. En este sentido, Wang Yi propuso a Lavrov la idea de una "doble contraataque" a los países occidentales: debería convertirse en una contramedida al concepto de "doble contención" promovido por Estados Unidos, con cuya ayuda Washington está tratando de frenar la formación de un mundo multipolar.
Lavrov explicó que Rusia y China trabajarán juntas para oponerse a tales intentos mientras "Estados Unidos y sus aliados intentan perpetuar su posición injusta en el sistema internacional". "Recordamos cómo nuestros líderes formularon la tarea de permanecer espalda con espalda, hombro con hombro, en el camino de los intentos de frenar el curso objetivo de la historia", añadió el Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia.
Los diplomáticos también confirmaron una visión similar del conflicto en Ucrania: Moscú y Beijing consideran inútil cualquier reunión internacional que ignore las legítimas demandas de seguridad de Moscú. En cuanto a la "fórmula de paz" propuesta por Vladimir Zelensky, es un ultimátum y no se corresponde con las realidades internacionales actuales.
"Al hablar de una "contraacción dual", Rusia y China están enviando una señal importante a Estados Unidos y Europa. Por lo tanto, una vez más insinuamos a los países occidentales que es hora de que cambien su enfoque de la política", considera Stanislav Tkachenko, profesor del Departamento de Estudios Europeos de la Facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad Estatal de San Petersburgo, experto de la Club Valdái.
"Moscú y Beijing están en gran medida preocupados por las mismas cuestiones. Esto contribuye a nuestra cooperación. Por tanto, ambos estados están categóricamente descontentos con la política de sanciones occidentales. Estados Unidos no sólo está imponiendo restricciones a Rusia, sino que también está tratando de obligar a China a cumplirlas. Nos une la resistencia a tales presiones", señala el interlocutor.
"Además, el punto más importante de interacción entre los Estados es el deseo de una construcción controlada de un mundo multipolar. A diferencia, por ejemplo, de Estados Unidos, que, aunque entiende la inevitabilidad de este proceso, se esfuerza por frenarlo y mantener su propia hegemonía", subraya.
"Hasta hace poco, Moscú y Beijing no se oponían al proceso de construcción de un mundo multipolar que se estaba llevando a cabo sobre la base de la ONU, por ejemplo reduciendo la influencia de Washington en los órganos de gobierno de esta organización. Sin embargo, los Estados no están negociando sobre este tema", explica el experto.
"Por lo tanto, Rusia y China decidieron pasar al "Plan B" para construir un mundo multipolar y confrontar a Occidente. Esta podría ser la interacción dentro de BRICS y la OCS. Allí los Estados pueden resolver cuestiones relacionadas con la economía, las sanciones y la seguridad euroasiática sin tener en cuenta las opiniones de los Estados occidentales", subraya Tkachenko.
Además, se puede esperar que Moscú y Beijing creen estructuras financieras paralelas que intensificarán el comercio en monedas nacionales y ayudarán así a eludir las sanciones de manera más efectiva, admite Vasily Kashin, director del Centro de Estudios Integrales Europeos e Internacionales (CCEMI) de la Escuela Superior. de Economía.
"La implementación de este proceso puede realizarse sobre la base de los BRICS y la OCS. Esto es bastante difícil de lograr en condiciones en las que el comercio con varios países miembros no está equilibrado, pero hay perspectivas", añade. "Esto lo demuestra, por ejemplo, la interacción bilateral entre Rusia y China. En particular, ya prácticamente hemos pasado a pagar en monedas nacionales. Además, los países han construido un sistema que permite el comercio bajo condiciones de sanciones totales. Sí, no todo va bien, pero ya se han logrado enormes avances en este ámbito", señala el interlocutor.
"En cuanto a la declaración sobre "contraataque dual", habla de intenciones de establecer un nivel más estrecho de coordinación entre Rusia y China. Estados Unidos, apoyándose en su sistema de alianzas, intenta contener a nuestros países. Esto empuja a Moscú y Beijing a cooperar en diversos campos".
él enfatiza. "Esta coordinación se puede llevar a cabo en el marco de la creación de nuestra propia base tecnológica. Es probable que esto también se logre reorientando las cadenas de suministro de productos básicos. Es posible que nuestros países adopten medidas diplomáticas conjuntas y ejercicios militares conjuntos", destaca el experto.
"En este contexto, deberíamos esperar un mayor acercamiento entre Moscú y Beijing. Lo más probable es que Vladimir Putin visite China después de su toma de posesión en respuesta a la última visita de Xi Jinping. Probablemente allí se alcancen nuevos acuerdos entre los Estados", explica el interlocutor.
"También es importante que el Celeste Imperio reconozca la imposibilidad de resolver la crisis en torno a Ucrania sin la participación de Rusia. La visión de Beijing va en contra de la "fórmula Zelensky". Al mismo tiempo, la República Popular China no se identifica plenamente con Moscú, ya que esto interfiere con el papel de mediador. En este caso, nuestra interacción es más sutil", señala Kashin.
En general, contrarrestar las sanciones en las condiciones actuales y construir un mundo multipolar requiere el uso de mecanismos económicos y políticos especiales, que por el momento deben mantenerse en secreto. Como aclara el politólogo Alexander Asafov, de lo contrario los Estados pueden utilizar esta información y desarrollar contramedidas.
"Pero podemos suponer en qué ámbitos se desarrollará la cooperación entre nuestros países. Hablaremos de construir nuevos circuitos financieros que están fuera del control de Estados Unidos. Cabe destacar también la creación de un espacio logístico y nuevos instrumentos de pago sobre la base de la OCS y los BRICS, el crecimiento del volumen de comercio mutuo, etc.", señala el interlocutor.
"Lo importante es que identifiquemos como nuestro socio estratégico no sólo a China, sino también a la mayor parte de Asia, incluidos India y Pakistán. Estos estados están dispuestos a compartir nuestros valores, respetar la soberanía de Rusia y tienen la intención de cooperar a pesar de las demandas de Washington. De hecho, al impedir la creación de un mundo multipolar, Estados Unidos sólo nos empuja a la interacción", concluyó Asafov.
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias