CONFIADO
Un ghanés de 31 años estafó 2 mil millones de dólares al principal banco suizo
16.09.2011
LONDRES, 16 Set (UYPRESS) – Kweku Adoboli, un ghanés de 31 años, está detenido en esta capital por haber estafado en 2 mil millones de dólares a la Unión de Bancos Suizos (UBS), el principal banco de ese país y uno de los más grandes del mundo.
Nacido en Ghana, se educó en un colegio privado y carísimo de Inglaterra,y se licenció en la Universidad de Nottingham en el año 2003. Su padre fue funcionario de las Naciones Unidas, el vivaracho Adoboli se desempeñaba como corredor de inversiones de UBS y es sospechoso de ocasionarle pérdidas por la astronómica cifra de 2.000 millones de dólares, además de la fuerte caída de las acciones del banco.
Adoboli trabajaba hasta ayer en la división europea de gestión de capitales del banco suizo en Londres, en un fondo de inversión específico (Exchange Traded Fund).
El hecho representa un serio revés para el mayor banco de Suiza, que intenta recuperar su vapuleada reputación después de rozar la quiebra por la crisis financiera de 2008, de anunciar el despido de miles de trabajadores y de romper el secreto bancario para entregar a Estados Unidos los datos de 4500 presuntos evasores fiscales.
En un escueto comunicado, UBS anunció que las operaciones no autorizadas no afectaron las posiciones de sus clientes, pero reconoció que es posible que esta circunstancia introduzca una importante variación en los resultados del tercer trimestre de 2011, que podría cerrar en rojo.
Esta es una de las mayores estafas financieras de la historia y la revelación del fraude estalló como una bomba en el mundo financiero suizo. Las acciones del UBS perdieron ayer más de 9% en la apertura en la bolsa de Zurich.
"UBS descubrió una pérdida debido a operaciones no autorizadas efectuadas por un operador de la división banca de inversión. Se está desarrollando una investigación, pero UBS estima que las pérdidas podrían llegar a 2000 millones de dólares", señaló el banco.
UBS podría llegar a soportar bien la pérdida gracias a la solidez de sus fondos propios, pero el daño a su reputación será mucho más severo.
En 2008, UBS sufrió enormes pérdidas con la crisis de las hipotecas subprime y pudo salvarse gracias a la intervención del Estado, que le prestó dinero. El episodio, sin embargo, provocó una huida de muchos clientes suizos. Poco después, el banco tuvo un conflicto con las autoridades norteamericanas, que lo acusaron de complicidad de evasión de impuestos, debido a que ayudó a centenas de contribuyentes a abrir cuentas ilegales en el extranjero.
Este episodio hizo recordar lo que le sucedió al banco francés Société Générale a principios de 2008, cuando uno de sus agentes, Jerome Kerviel, provocó pérdidas por 4900 millones de euros. El caso se cerró en octubre de 2010 con una condena de cinco años de cárcel para Kerviel y el reconocimiento judicial de que actuó solo, aunque el agente bursátil aseguró que sus superiores conocían el tipo de operaciones arriesgadas que llevaba a cabo.
En otros casos similares el japonés Yasuo Hamanaka fue sentenciado a ocho años de prisión en 1997 por maniobras fraudulentas en el mercado a futuro del cobre; sus operaciones le costaron a la empresa japonesa Sumitomo 2600 millones de dólares. Mientras que Nick Leeson del banco inglés Barings que colapsó en 1995, después de que el operador bursátil perdiera 1400 millones de dólares en transacciones no autorizadas.
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias