"Pepe" Mujica y nuestras vidas

13.05.2025

MONTEVIDEO (Uypress/Esteban Valenti) - Se murió José "Pepe" Mujica y lo primero que me surge es la pregunta egoísta, ¿qué me faltara a partir de ahora? No siempre fuimos amigos ni compañeros fáciles, discutimos duro y a veces sobre temas ríspidos, al final terminamos siendo amigos junto con Lucia y Selva.

Me alegro de ese trayecto y no por ello me olvido de todo el proceso. La muerte no cambia tu vida, ni debe oscurecer y enturbiar nuestra mirada.

Nos acostumbró desde hace décadas a estar siempre allí, opinando, debatiendo, y jugando desde sus polémicas posiciones un papel en la política uruguaya y en la izquierda en todo el mundo. Su impacto a nivel mundial se lo ganó a pulso, con sus hechos y sus ideas, no tuvo ninguna cadena mundial, ningún impulso de ningún poder. Lo hizo a pulso y a coraje. Porque opinar exige coraje.

Hizo un aporte, junto a Lucia muy importante al Uruguay en sus momentos difíciles de la crisis del 2002 en adelante, ayudó que los gritos que resonaban en la región de "que se vayan todos" y después volvieron los mismos, aquí se transformó en cambiar, con los partidos y el Frente Amplio como gran protagonista.

Fue muy importante en la democratización de la izquierda, no solo en el discurso, en el programa, sino en los hechos, fue presidente de la República consolidado y avanzado en democracia, sin un solo reproche al ejercicio de la libertad y el funcionamiento de las instituciones.

La autocrítica sobre el pasado, que la interprete cada uno a su gusto, él no hacía alarde de esos cambios, los construyó y los defendió con sus propios desgarros y contradicciones.

Es uno de esos pocos políticos que es muy difícil separar el personaje del ser humano en todos sus matices, diferencias y forma de vida. Por eso en un tiempo de profunda crisis de la política se lo reconoce en el mundo.

Vivió como pensó, gastó su plata, su sueldo como le parecía mejor para su gente, los gurises de la escuela de la UTU que construyó enfrente a su casa, lo saben. Con su terrenito para plantar, flores, verduras girasoles. Y apoyando también el plan de viviendas populares.

Él hablaba muy seguido contra el consumo como ideal de vida, como motor de progreso y como peligro para el equilibrio de la naturaleza. Yo no lo acompaño en todas sus ideas, pero era uno de los pocos políticos uruguayos que daba gusto discutir con él, y discrepar o coincidir. Era una aventura intelectual, porque era culto, lector empedernido, de libros, de materiales impresos.

Construyó su personaje como un ser humano al que mucha, mucha gente quiere y seguirá queriendo y extrañando. Y en este tiempo de crisis tan profunda de la política en el mundo, ese es un aporte a la defensa profunda y humanista de la política.

Estoy seguro que sus compañeros del MPP saben todo lo que han perdido, porque era un hombre de partido y no un líder suelto y descarrilado.

El pueblo frenteamplista, de todos los colores, también sabemos que perdimos algo importante, una mirada atenta, una voz escuchada más allá de nuestras filas y de nuestras fronteras, que te obligaba a pensar. Y en este tiempo ese es un gran aporte.

Tenía sus demonios y los sufrió, porque nadie vive 90 años como los que el vivió, con esa intensidad y esa trayectoria, esas compañías y esos enemigos y compañeros, sin tener el alma marcada a fuego y allí siempre habitan los demonios.

Tuvo que ver desde hace muchos años con nuestras vidas, no de refilón, sino en las cosas que importan, en los proyectos que cada uno se trazó sobre sus oportunidades, sus aventuras, su propia épica.

No nos costará recordarlo porque lo compartimos o lo discutimos tantas veces y sobre temas tan importantes que su imagen tan particular y polémica, porque hasta en eso se distinguió, era el Pepe y seguirá siendo el Pepe, con todos sus significados para cada uno de nosotros.

Tuvimos discusiones políticas, ideológicas, antropológicas, sobre el arroz y sobre variados temas y acompañé a muy pocos amigos a entrevistarse con él y tengo siempre un buen recuerdo, del orgullo de tener un personaje como el Pepe en este pequeño gran país, que fue capaz de construir el primer estado del bienestar del mundo aunque lo llamáramos de otra manera y tener el héroe de la independencia tan diferente a todos sus contemporáneos.

No creo en las energías particulares de ciertos rincones de la tierra, pero algo hay en estas latitudes y en esta longitud para que un puñado de seres humanos tengamos un pasado, un presente tan lleno de diferencias. El Pepe fue una de ellas.

Un saludo afectuoso a su querida Lucia, a sus compañeros del MPP y a los miles y miles de frenteamplistas y uruguayos que hoy están tristes, se murió uno de ellos.

 

Política
2025-05-13T18:33:00

UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias