Cardama: Observadores de la Armada dicen que construye las patrulleras “como un barco de carga”

12.12.2025

MONTEVIDEO (Uypress)- Mientras los dos oficiales de la Armada enviados a Vigo para monitorear la construcción de las patrulleras oceánicas por parte del astillero Cardama denuncian malformaciones, defectos y problemas de diseño, el senador Javier García, durante la interpelación a la ministra de Defensa Nacional, Sandra Lazo, los acusó de “hacer tareas de espías”.

 

Según nota del colega Leonardo Haberkorn para Telemundo (canal 12), García acusó a los capitanes de navío Ismael González y Héctor Cardozo de estar haciendo tareas de inteligencia y espionaje en España con el objetivo de hacer caer el contrato firmado con Cardama.

Desde setiembre ambos oficiales vienen enviando semanalmente informes sobre la marcha de la construcción de las patrulleras oceánicas, compradas por el Ministerio de Defensa a un costo de 82,2 millones de euros.

La acusación de García hacia los oficiales provocó una dura respuesta de la bancada oficialista. La senadora Bettiana Díaz acusó al exministro de actuar con irresponsabilidad, exponiendo a los oficiales a ser acusados de un delito militar.

En ese marco, Telemundo tuvo acceso a un documento que resume ocho informes enviados por los capitanes González y Cardozo entre setiembre y noviembre. Allí listan una cantidad de defectos, retrasos y dudas respecto a la marcha del proyecto. Y la lista de reclamos va creciendo informe a informe.

Ya en el primer informe, de 18 de setiembre, los enviados señalan que las escaleras interiores de las patrulleras presentan un "diseño inseguro para navegación".

En el segundo informe, con fecha 26 de setiembre, establecen que la construcción avanza sin que los planos de la nave hayan sido aprobados, lo que se entiende no recomendable. "Se mantiene el criterio por parte del astillero de continuar la construcción a su propio riesgo", según un mail de la certificadora Lloyds Register.

Este sistema de construir sin planos aprobados, se explica, expone al astillero a pagar sobrecostos y a una inspección posterior de la certificadora, que podría indicar modificaciones a lo realizado.

Se señala, además, que la certificadora realizó observaciones por defectos y mala terminación en las soldaduras. Se anota que Cardama recurre a otras empresas para realizar tales modificaciones estructurales.

Según el documento, ya en sus primeros informes los observadores denuncian importantes fallas en la calidad de la nave que se evidencian en "deformaciones en chapas de casco, estructura y cubiertas".

En octubre 3, se insiste en que los planos generales no están aprobados. Se afirma que el plano de la cuaderna maestra tampoco está autorizado y presenta observaciones de la certificadora Lloyds.

Según consta, los observadores preguntaron por la estabilidad en caso de sufrir averías, pero los estudios que se deben hacer no estaban hechos, aunque la construcción avanzaba.

A partir de este momento comienza otra línea de cuestionamientos a la construcción centrada en varios problemas de diseño. Por ejemplo: el diseño de la patrullera no admite la circulación por interiores. Solo se puede circular de un extremo al otro del barco por la cubierta, lo que es peligroso cuando hay mal tiempo, en aguas oceánicas.

El diseño tiene además otros problemas, según los reportes. Los observadores reclamaron porque los calefones están ubicados en un lugar de los cuales no se los puede sacar si se llegan a romper. "Por su tamaño no pasan por las aberturas existentes", dice una de sus comunicaciones.

Tampoco está prevista una abertura en la cubierta para poder sacar los motores o generadores, de ser necesario.

La única manera de retirar los calefones, motores o generadores en caso de necesitarse un cambio o una reparación es romper el casco de la nave, lo que obliga a entrar a dique y pagar un sobrecosto muy elevado.

A mediados de octubre, según el documento al que accedió Telemundo, los capitanes uruguayos insistieron en que se observan "deformaciones" en "chapas de casco, estructura y cubiertas".

Se agrega que el astillero habría aceptado cambiar el diseño de una de las escaleras consideradas peligrosas, pero no de todas.

El 24 de octubre se insiste en que la construcción avanza sin que los planos estén aprobados, con escaleras inseguras y sin conocerse la estabilidad en caso de averías.

También se le pide explicaciones a Cardama de por qué considera que la patrullera es un buque de carga en su operativa interna. Y se insiste en las deformaciones.

En su reporte del 31 de octubre los observadores escriben: "Se está a la espera de la información que respalde por qué es considerado un barco de carga para el astillero".

En el último informe que considera el resumen obtenido por Telemundo, fechado el 7 de noviembre, se dice que el astillero respondió que el plan para situaciones de averías le fue entregado a la Armada en marzo, pero en dicho documento la patrullera es considerada un barco de carga.

Los observadores señalan que eso no corresponde, ya que se trata de una patrullera, y que tal plan hecho de ese modo no da garantías para la seguridad de la tripulación.

Para la fecha de ese reporte, todavía no se había solucionado el problema de las escaleras, seguían existiendo deformaciones y la imposibilidad de retirar calefones, motores y generadores sin romper el casco. El astillero se había comprometido, dicen, a estudiar cómo solucionar el tema de la circulación interna.

El Observador publicó este miércoles un informe posterior de González y Cardozo fechado el 5 de diciembre en el cual señalan problemas de estabilidad y se denuncia que con la inundación de un solo compartimiento en la popa, la patrullera no podría navegar.

En ese informe señalan que es incierta la fecha de entrega de la nave y la calidad que tendrá.

El siguiente hito en la construcción estaba previsto para enero con la colocación de los motores de la primera patrullera. En su último reporte a Lazo, los inspectores dieron cuenta de que cambió la situación de los dos motores principales, que se suponía estaban listos en fábrica, pero que ahora "ya no es así", y que su fecha de colocación es incierta.

La colocación de los motores -cuyo suministro fue encargado por Cardama a la empresa Caterpillar- habilitaría el pago de otro 20% del precio del primer buque a favor de Cardama. De momento ya se transfirieron 28 millones de euros ante el cumplimiento de los tres primeros hitos: la firma del contrato, la entrega del plano de cuaderna maestra y la puesta de quilla.

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2025-12-12T03:43:00

UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias