A 52 años del golpe de Estado
Daniel Baldassari, fundador de la CNT: "Los derechos no pueden darse por garantizados, hay que defenderlos como en 1973"
27.06.2025
MONTEVIDEO (Uypress)- A 52 años del golpe de Estado, el histórico dirigente sindical Daniel Baldassari recordó la inmediata respuesta del movimiento obrero organizado a través de la Huelga General, como símbolo de resistencia y compromiso democrático. Advirtió sobre los desafíos actuales ante el rebrote de las extremas derechas en el mundo. “Los derechos y las libertades no están perimidos; hay que defenderlos con organización y conciencia, como lo hicimos en 1973”, afirmó al portal del PIT-CNT.
Este viernes 27 de junio se cumplen 52 años del golpe de Estado en Uruguay, encabezado por el entonces presidente Juan María Bordaberry con el respaldo de las Fuerzas Armadas. Ese quiebre institucional dio inicio a la dictadura cívico-militar que se extendió desde el 27 de junio de 1973 hasta el 1º de marzo de 1985.
Frente al avance autoritario, la clase trabajadora respondió de forma inmediata con una histórica Huelga General, convocada por la Convención Nacional de Trabajadores (CNT). La medida, que se prolongó durante 15 días, se convirtió en un símbolo de resistencia al régimen dictatorial y en una expresión firme del compromiso del movimiento obrero con la democracia.
Foto: Mauricio Zina / adhocFOTOS
Daniel Baldassari, uno de los fundadores de la CNT y exdirigente de la Federación ANCAP (FANCAP), rememoró aquellos días decisivos. "Estamos en los días finales de junio, y ya pasaron 52 años desde aquel momento en que se quebró el orden institucional. Fue un golpe muy fuerte, no solo para la democracia en general, sino para los trabajadores en particular", reflexionó.
Baldassari recordó que en los años previos al golpe la situación venía deteriorándose. "Se restringían cada vez más las libertades y los derechos del conjunto del pueblo, especialmente los de la clase trabajadora".
En aquellos años, y ante aquellas circunstancias, los trabajadores uruguayos tenían una convicción muy clara. "Desde 1964, nos habíamos jurado una y otra vez que, si se producía un golpe de Estado o se vulneraban las libertades democráticas mediante la imposición de una dictadura de corte fascista, la respuesta inmediata sería la huelga general", recordó.
Y así fue. "Hoy, a 52 años de aquel hecho, debemos preguntarnos qué significó en aquel entonces el papel de los trabajadores organizados frente al quiebre democrático, y cuál es su papel en la actualidad, en un mundo que ha cambiado, pero en el que resurgen con fuerza las expresiones de extrema derecha y las amenazas a los derechos conquistados", comparó el ex dirigente sindical.
Dijo que los desafíos actuales son enormes, y las lecciones de aquella huelga histórica deben servir para reflexionar. "Las libertades y los derechos no son concesiones, son conquistas que han requerido grandes esfuerzos y sacrificios por parte de los pueblos. Su defensa exige organización, conciencia y lucha permanente", remarcó.
"Por eso, hoy más que nunca, es fundamental que los trabajadores estén organizados en sus sindicatos. No podemos dar por garantizado ningún derecho. En el actual escenario internacional, atravesado por conflictos armados y crisis políticas en distintos puntos del planeta, reafirmar los valores que nos llevaron a la huelga general de 1973 es una necesidad urgente. Debemos redoblar esfuerzos para sostener y profundizar la democracia, la justicia social y las libertades fundamentales", planteó Baldassari.
También reflexionó sobre el escenario internacional actual y el resurgimiento de expresiones autoritarias. "Hace 52 años era muy difícil imaginar que pudiera darse este rebrote de las extremas derechas. Siempre confiamos en un avance progresivo, en la superación de los momentos difíciles que vivían los pueblos y el mundo", señaló.
"Jamás hubiéramos pensado que llegaríamos a una situación tan dolorosa, con enfrentamientos permanentes y con las imágenes terribles que vemos hoy en tantos rincones del planeta. Es una realidad dura, que nos golpea", lamentó.
No obstante, Baldassari reafirmó su confianza en la fuerza de la organización popular. "Más allá de las diferencias que puedan existir entre nosotros, debemos estar unidos en la búsqueda de respuestas colectivas frente a esta nueva situación. Porque, a pesar de la gravedad del momento, confiamos en que el papel de los trabajadores y de los pueblos terminará por imponerse frente a las amenazas y a los hechos tan negativos que hoy nos rodean".
Baldassari comenzó a trabajar en ANCAP en 1958 y, al poco tiempo, se afilió al sindicato de El Espinillar. Ese fue su primer paso en el movimiento sindical, que lo llevó a integrarse activamente a la Federación ANCAP (FANCAP). Esta federación había sido reorganizada en 1956, tras la huelga de 1952, en el marco de un proceso más amplio de unificación sindical que tomaba forma en el país.
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias