En polémica con Mauricio. Parte 2

11.02.2025

MONTEVIDEO (Uypress/Esteban Valenti) - En la respuesta a mi nota de Mauricio Zelienec que publicamos en UYPRESS, hay desde el inicio una referencia histórica. Y cuando se escribe de historia hay que ser preciso. "Desde el año 1500 d.C. aproximadamente, el imperio Otomano gobernó todo el territorio llamado Palestina durante unos 500 años, hasta la Primera Guerra Mundial, donde los perdió. El historiador Abdel El Kader concluye que casi no existió en todos esos siglos un solo alzamiento".

Tiene gruesos errores, el dominio otomano de Palestina y por lo tanto del actual Israel fue de 400 años, de 1517 a 1917.

En 1834 se produjo la Revuelta árabe en Palestina.  La revuelta fundamentalmente campesina fue desencadenada por una serie de reformas económicas y administrativas impuestas por el Imperio Otomano, que afectaron duramente a los campesinos y la clase baja de las ciudades. Además, la política otomana de reclutamiento. La revuelta fue sofocada, pero este levantamiento marcó un punto de resistencia hacia el dominio otomano. La violencia generada tuvo una huella importante en las relaciones entre las autoridades otomanas y la población árabe palestina.

El levantamiento de 1858 en la región de Galilea. Esta revuelta fue la respuesta a las tensiones sociales vinculadas al aumento de los impuestos para sostener el imperio y los abusos contra los campos. Las fuerzas otomanas derrotaron el levantamiento y reprimieron duramente.

En el marco de la Primera Guerra Mundial, el sentimiento nacionalista árabe se intensificó. Líderes del movimiento, encabezados por el Sharif Hussein de La Meca, impulsaron un levantamiento generalizado contra el dominio otomano en la Península Arábiga.

Aunque la rebelión tuvo su epicentro en la región del Hejaz, sus efectos se extendieron a otras áreas, incluida Palestina, donde la población árabe también se sumó al levantamiento contra un poder imperial en decadencia.

Este movimiento fue decisivo para el debilitamiento del control otomano y facilitó el proceso que, tras la derrota del Imperio en la guerra, llevó a la instauración del Mandato Británico en la región.

A lo largo de los cuatro siglos de dominio, la región vivió además episodios puntuales de tensiones y protestas locales, motivadas por disputas comunitarias, tensiones religiosas o descontentos ante decisiones administrativas otomanas.

Lo que no hubo fue ni una sola revuelta o levantamiento por parte de los judíos durante los 400 años de dominio otomano, todos fueron alzamientos árabes.

En cuanto a otro aspecto muy polémico, el terrorismo. Durante el Mandato Británico en Palestina (1917-1948), algunas organizaciones paramilitares judías, que se consideraban a sí mismas parte de la lucha por la independencia y el establecimiento de un Estado judío, llevaron a cabo actos violentos que hoy se considerarían como actos terroristas. Entre los más notorios se encuentran:

Bombardeo del King David Hotel (22 de julio de 1946), el Irgun, un grupo paramilitar revisionista, atacó el King David Hotel en Jerusalén, sede de la administración británica y de la Agencia Judía. El explosivo estalló en el edificio, causando la muerte de 91 personas y dejando decenas de heridos.

Asesinato de Lord Moyne en 1944, todavía no había terminado la guerra contra los nazis y la organización Lehi (también conocida como Stern Gang) llevó a cabo el asesinato de Lord Moyne, quien era el ministro británico de Asuntos Orientales, en El Cairo.

Tanto el Irgun como Lehi realizaron numerosos actos de sabotaje contra instalaciones, cuarteles, estaciones de policía, vías de comunicación y otras infraestructuras consideradas clave para el control británico. Estas acciones buscaban debilitar la capacidad del poder colonial para mantener el orden y su presencia en la región, y en muchos casos resultaron en víctimas, tanto militares como civiles.

Es importante señalar que, desde la perspectiva de las autoridades británicas y de muchos historiadores, estas acciones se enmarcan dentro de lo que se denomina terrorismo, ya que se utilizaron tácticas de violencia indiscriminada y atentados contra objetivos que incluían a civiles. Sin embargo, los actores involucrados justificaron sus acciones como parte de una lucha anti-colonial en un contexto de conflicto nacionalista, en el que buscaban la creación de un Estado independiente.

Es claro que la base histórica de Zieleniec, es totalmente incompleta o directamente falsa.

Pero hay algo muy relevante, todo lo que hace referencia al grandioso Templo de Salomón en Jerusalén se basa en el Antiguo Testamento, pero recientes investigaciones de arqueólogos e historiadores  ISRAELIES, con rigor científico como Israel Finkelstein  han sostenido durante años que las evidencias de una construcción grandiosa en el siglo X a.C. son escasas o ambiguas.

Recientemente, un grupo de arqueólogos israelíes ha cuestionado la identificación de restos que tradicionalmente se han asociado con el Templo de Salomón, argumentando que la evidencia arqueológica en Jerusalén y sus alrededores no respalda la existencia de un templo monumental tal como lo describe la narrativa bíblica. En lugar de ello, sostienen que los vestigios hallados corresponden a estructuras y asentamientos locales de comunidades y tribus autóctonas que habitaban la región en la época del Primer Templo.

Toda la referencia que se hace a Hamas y su existencia y obra en Gaza, olvida prolijamente el discurso en el parlamento israelí del actual primer ministro Benjamín Netanyahu de Israel   afirmando que si querían impedir la existencia de Palestina, había que apoyar a Hamas. Obviamente para dividir a los palestinos. Y vaya si Israel apoyó a Hamas, la utilizó y se le pasó bajo las narices un plan de varios años para el ataque del 7 de octubre, que hoy se sabe perfectamente que era conocido por el Mossad y las fuerzas armadas de Israel (New York Times, varias veces)

Los utilizaron vergonzosamente a Hamas, dejaron asesinar a 1200 israelíes, tardaron muchas horas en llegar la policía y los militares y dejaron que penetraran 23 kilómetros. Injustificable. En realidad era parte del plan para masacrar a 48 mil palestinos. En 15 meses del ataque más feroz que se desató contra Gaza, contra el sur del Líbano, contra Cisjordania e incluso contra Siria Israel  logró rescatar por sus tropas solo 3 rehenes y a otros 2 los asesinó a pesar de que traían una bandera blanca, y todavía no sabemos cuantos rehenes murieron por los ataques israelíes.

Por las imágenes vistas recientemente durante la liberación de los rehenes, está más que claro que Hamas no solo no ha sido destruido sino que se ha fortalecido, porque Israel y los Estados Unidos son los principales impulsores del crecimiento de Hamas y Hezbolá.

El genocidio cometido contra mujeres, hombres y niños palestinos civiles quiere continuar expulsando militarmente a los habitantes de gaza, 2.200.000 de personas de sus tierras, con el impulso "civilizador" de Trump, cada día más parecido a Hitler.

Política
2025-02-11T14:39:00

UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias