Ismael Blanco, Carta a los compañeros frenteamplistas

08.05.2021

COLONIA (Uypress) - Ante la denuncia por violencia de género presentada ante la Justicia penal por la Secretaria General de la Junta Departamental de Colonia contra el Edil Marquez del FA, el Dr. Ismael Blanco se pronuncia.

Montevideo, 7 de mayo de 2021.

Compañeros Frenteamplistas.

Por intermedio de la presente, quiero trasmitirles a ustedes, mi profunda preocupación y tristeza por la situación personal del compañero Hebert Márquez.

Muchos de ustedes a mi no me conocen, pero unos cuantos sí, dado que desde hace ya año y medio, hemos venido trabajando con los compañeros Ediles frenteamplistas en la causa que que se sustancia en la Fiscalía Penal Departamental de Colonia a partir de la reapertura del "Caso Moreira" solicitada con nuevas pruebas presentadas por Ediles de nuestra Bancada en calidad de denunciantes, a quienes patrocino en esta causa.

Señalo que actualmente -y después de haber sido archivada- hoy nuevamente se están investigando los hechos graves denunciados vinculados a la gestión del Intendente Moreira, que como todos sabemos, tuvo ribetes escandalosos y que fueron conocidos a través de audios que denotan un desvío en la función pública, dejando de manifiesto un clientelismo político y abuso de la función en el otorgamiento de pasantías e ingresos a la Intendencia, respecto de las cuales, los compañeros frenteamplistas -con muchas dificultades- han reunido
nuevas pruebas que se están sustanciando en sede de la Fiscalía Penal.

Agrego que a muchos de los compañeros Ediles -entre ellos al Edil Hebert Márquez - los conozco desde bastante tiempo atrás, dado que anteriormente habíamos asesorado en relación a la convocatoria a referéndum vinculada a las tarifas de Ute, trabajo que llevaron a cabo de manera heroica, pudiendo reunir en un plazo perentorio y a pura militancia en un verano caluroso las firmas requeridas.

Posiblemente mis referencias personales no sean demasiadas para que valga la pena atender lo que les quiero decir. Hoy tengo 54 años y puedo expresar con orgullo que desde los 15 años he sido un militante -digamos formal- haciéndolo en la clandestinidad en épocas donde imperaba el fascismo que tantas vidas se cobró. Digo esto para que se sepa que yo, como la mayoría de ustedes, viví derrotas y victorias, amarguras, desazones, derrumbes, desilusiones y pérdidas de compañeros entrañables y que a la vista de los hechos tanto nos hacen falta.

Acepto que muchas veces las cosas no son como uno quiere, pero eso no me debilita en mi afán de -al igual que ustedes- querer seguir cambiando las circunstancias y seguir bregando porque algún día, la fraternidad humana triunfe sobre lo espurio, sobre la cobardía, sobre la ambición, sobre el egoísmo y sobre todo aquello que nos pervierte, y podamos seguir pensando que el "hombre nuevo" con el que soñamos puede ser alcanzado.

Estas palabras no son un discurso, ni una diatriba, son palabras muy sentidas ya que nadie me ha obligado a hacerlo y me surgen en forma espontánea, si se quiere en un acto de rebeldía ante la injusticia y la infamia de la que somos capaces los humanos; porque en un recorrido vital como el que he transitado, uno sabe que lo que le va quedando en el camino, es decir lo que se piensa, sin atenuantes ni condiciones de ningún tipo y es necesario decirlo, en aras de ser coherente con las ideas que se profesan, y fundamentalmente, ser coherente con uno mismo, sin especulaciones, sin traicionar ni traicionarse.

De las acciones políticas llevadas adelante en temas cruciales, en cuanto a las mejoras de las condiciones de vida de los ciudadanos de Colonia y contra los desbordes de la figura de Carlos Moreira, he encontrado a muchos compañeros y los he podido conocer y los he visto en diversas circunstancias interactuando y actuando con coraje y nobleza. Esa actitud me ha despertado por esos compañeros, mujeres y hombres, un gran respeto y afecto.

Porque los conozco, digo con convicción absoluta, que el compañero Heber Márquez es uno de los más comprometidos militantes que he
conocido. Me consta de su militancia desde muchacho, de su resistencia en la clandestinidad, de su compromiso en la reapertura democrática en la reconstrucción del Frente Amplio, de su sensibilidad, de su condición de persona íntegra en las distintas oportunidades que ejerció como Edil.

En lo que importa no tengo nada para decir que no sean más que reconocimientos hacia su persona.

Antes que me lo digan, en las cuestiones cotidianas, en los temas de relación que también hacen a la sensibilidad entre los compañeros, no
entro en detalles porque los desconozco, pero me importa subrayar lo que considero que es lo principal en este tema que me convoca y es que estoy convencido que el compañero nunca jamás pudo cometer un abuso y menos vinculado a violencia de género.

De los hechos relatados por la denunciante y como hombre de leyes que soy, no surgen elementos que sustenten la más mínima incriminación respecto de su persona. Las pruebas que pretenden sustentar la violencia de género que se le imputa, además de irrelevantes son absolutamente mal intencionadas, una "mise en scene" burda que busca hundir políticamente y como persona al compañero edil Heber Márquez y tras él, a todo el Frente Amplio de Colonia.

Yo no debería recordarles a ustedes hechos notorios, porque ustedes son víctimas de ellos. El absolutismo, al más rancio estilo monárquico ejercido por la administración Moreira, con desbordes de todo tipo ha impedido el ejercicio republicano de derechos constitucionales de muchos ediles de la bancada del Frente Amplio, llegando al paroxismo omnipotente de impedir el normal funcionamiento del órgano Legislativo Junta Departamental, negando una y otra vez que sesionara el Cuerpo de manera constitucional y reglamentaria.

Se han puesto trabas de diverso tipo, ocultando información de manera reiterada hasta llegar a extremos carentes de todo recato, no respondiendo de manera reiterada pedidos de informes, no haciendo quorum para sesionar, armando a su gusto y antojo los órdenes del día, distorsionando los debates, limitando el uso de la palabra, impidiendo con intención el funcionamiento del órgano legislativo Departamental por más de 12 sesiones, con el sólo propósito de evitar tratar el pedido de juicio político al Intendente, derecho consagrado a los legisladores por la Constitución Nacional.

En todos esos trances e impedimentos ilegítimos, la hoy denunciante, persona de confianza política del Intendente, desde su cargo como Secretaria General de la Junta Departamental, avaló con su accionar todo este proceder sin nunca haber denunciado ante la justicia estas graves irregularidades en el Seno del Legislativo Departamental. Estas acciones y omisiones que se llevaron a cabo configuran sí, un atropello reiterado de las instituciones, siendo actos de violencia graves perpetrados contra los ciudadanos del Departamento y los Ediles como sus representantes.

Por otro lado, a nosotros nos consta y no debería ser necesario decirlo, pero en tiempos en los que parece que prima la desmemoria, que la agenda de derechos y protección a las mujeres era inexistente durante los gobiernos de derecha y ultraderecha y que sólo fueron posibles de concretar en su total alcance cuando arribó la izquierda al gobierno nacional. Pero estas legítimas reivindicaciones por las que todos los compañeros frenteamplistas luchamos, se presentan como un patetismo absurdo y pervertido cuando esos derechos son utilizados al solo efecto de querer perjudicar por razones político partidarias a un compañero frenteamplista.

Lo peor, "lo fatal" dijera Rubén Darío, es permitir que prospere una acción tan inescrupulosa.

Creo ante todo, que debería primar nuestra capacidad de análisis de los hechos, en donde se procese el alcance de tan grave denuncia judicial, que entre otras cosas significa que la política se judicialice y en la esfera más peligrosa del derecho donde se ponen en juego las libertades individuales como lo es el derecho penal, el cual debería ser la "ultima ratio" y no el camino elegido sin más, y que se ha hecho costumbre por la derecha política de este país, para intentar perseguir a compañeros buscado la intriga y la conspiración en los altares judiciales.

Es peligrosísimo para el ejercicio de la política en general, que no podamos advertir este hecho, y no entender que las diferencias políticas y los matices entre compañeros -aún aquellas cuestiones que son más de naturaleza humana que de contenido político ideológico- nos lleven a ser pasivos ante una acusación infame, hecha sí con claros móviles políticos partidarios por parte de la denunciante Maciel.

No puede resultarnos indiferente que un compañero inocente de los cargos como es el caso de Heber Márquez, sea acusado de esta forma y se busque sea condenado penalmente por tan grave delito. Si eso sucediera por acción involuntaria u omisión de los propios compañeros, eso para mí no es de izquierda. No representa el espíritu de verdad y justicia por el que luchamos.

Así como la Sra. Maciel tendrá sus convicciones, respecto de su proceder yo tengo las propias y a la luz de los hechos tal como se presentan estoy absolutamente convencido que con las pruebas presentadas, la denunciante distorsionó los hechos, con el objetivo político de perjudicar al compañero Hebert Márquez.

De prosperar esta argucia se estará perjudicando a un inocente en primer lugar, al Frente Amplio seguidamente y a la política toda, entendida como el noble ejercicio donde se desarrolla y afirma la democracia.

Si hay condena será posible también no sólo por la astucia de Maciel si no por la pasividad del Frente Amplio si actúa con silencio en esta situación gravísima.

Estamos ante un despropósito de magnitud que deja en evidencia que lo que se está intentando hacer no es más que judicializar la política, terreno muy peligroso y que muy caro le costó al país.

No he escuchado a ninguno de los frenteamplistas presentes en la sesión, que afirme que los hechos hayan sido tal como los relata la Sra. Maciel, es más, pude escuchar declaraciones a la prensa por parte de un Edil del partido Colorado, presente en la Sesión y por tanto testigo directo de los hechos, que desmiente lo denunciado por la Sra. Maciel.

Por tanto, ante la fuerza de los hechos no cabe a mi entender otra acción que que se le diga a toda la ciudadanía de Colonia por parte del Frente Amplio como partido y en su totalidad que el compañero Heber Márquez es inocente y esta siendo víctima de una burda conspiración.

Fraternalmente

Dr. Ismael Blanco Martino


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Política
2021-05-08T09:20:00

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