Peligro a la vista
Mario Cardama viene a pedir muchos euros
10.10.2025
MONTEVIDEO (Uypress) - El director Mario Cardama, de Cardama S.A., el astillero de Vigo al que el gobierno de Luis Lacalle Pou, pocos días antes de irse le contrató, luego de anular una licitación, la construcción de dos OPV (Patrulleras Oceánicas) llegó a Uruguay y su misión es presentarse ante el Ministerio de Defensa Nacional a solicitar un aumento de la entrega de dinero, cuando el Uruguay ha cumplido plenamente con sus compromisos.
UYPRESS ha venido siguiendo este tema desde hace varios meses por la importancia naval del encargo, estas naves son fundamentales para el cumplimiento de los objetivos de patrullaje y preservación de nuestros límites marítimos, para el entrenamiento del personal naval y representan un esfuerzo económico muy importante para el Uruguay.
Los pagos realizados hasta la fecha por Uruguay fueron: a la firma del contrato diciembre 2024 (por el gobierno Lacalle ya en total retirada) por 8:400.000 euros; en marzo de 2025 otros 8:400.000 euros, este pago no fue informado por un oficial de la Armada y por ello fue sancionado y en junio de 2025 se pagó 12.400.000, en total se llevan pagados 29.200.000, equivalente al 73% del costo original de la primera OPV.
A mediados de julio de 2023, el gobierno de Uruguay anunció la compra de dos nuevos patrulleros oceánicos para la Armada Nacional. La adquisición, por un monto de 82.2 millones de euros, se realizó con el astillero español Cardama. Estos buques, que se están construyendo desde cero, contarán con un cañón principal de 30 mm y ametralladoras de 12.7 mm, además de un helipuerto, dos lanchas laterales y un hospital a bordo.
La adquisición de los dos buques de patrulla oceánica (OPV, representa una de las pocas ocasiones en las que Uruguay ha comprado unidades navales totalmente nuevas. La mayoría de las incorporaciones a la Armada Nacional han sido buques de segunda mano, generalmente de armadas de otros países.
Es importante destacar que en un análisis de la historia naval uruguaya indica que en las últimas décadas, el país ha evitado la compra de buques nuevos, optando por buques de segunda mano para su flota. Por esta razón, la compra de las OPV a Cardama es considerada una de las mayores renovaciones de la capacidad de la Armada Nacional en mucho tiempo.
No estaba prevista ninguna visita de un representante de Cardama al Uruguay, el Ministerio ha mostrado en reiteradas ocasiones que tiene reparos sobre la adjudicación de este contrato y sobre la posibilidad de cumplirlo por parte de la empresa, pero ha seguido adelante con su ejecución.
En este viaje el director de Cardama, astillero sin ninguna experiencia en la construcción de buques militares, a menos que se pretenda que un remolcador o un remolcador disfrazado como multipropósito, sea una embarcación militar, tiene un solo objetivo, planificado desde el inicio de la sospechosa firma del contrato en el ministerio de Javier García, viene a pedir más plata.
Las fuentes mencionan incluso más que los 12.400.000 euros, correspondientes a la segunda carta de crédito por las obras de la segunda OPV. Se habla de 30 millones de euros.
Los manoseos y falsedades de esta construcción donde Uruguay tiene todo para perder, han sido reiteradas. Por ejemplo en cuanto el avance de obra, en una publicación, con notorios vínculos con el astillero, se hace referencia a que el casco de la primera unidad está construido en el 57% y eso no corresponde en absoluto a la realidad. Considerando asimismo que el plano final no está firmado ni aprobado por Lloyds.
El pedido es argumentado a que en el estudio del canal, falseado, se deben hacer modificaciones en los planos (todavía pendientes). La estudio del canal, que se hizo con La presencia del agregado naval de Uruguay en la embajada de Alemania, se realizó con un modelo de casco 9 x1 que no corresponde en absoluto a nuestras embarcaciones, sino a buques patrulla de Senegal y Malta que además no tienen nada que ver uno con otro.
Los dos buques tienen dimensiones diferentes, no tienen plataforma para helicóptero, y están armados de manera diversa y tienen velocidades diferentes. El estudio del canal, es para un buque lo que corresponde a un túnel del viento para vehículos terrestres o aéreos. Eso como probar un ómnibus para aprobar un camión.
La reiteración de este tipo de distorsiones reclaman que el Ministerio de Defensa Nacional, de acuerdo incluso a sus observaciones originales reestructure totalmente el contrato, espere a la terminación del primer buque, se hagan las pruebas de navegación en todas las condiciones de mar y de funcionamiento de todos los sistemas, se complete el pago de la primera unidad y recién después se proceda a instalar la quilla y a comenzar la construcción de la segunda unidad.
Además de la importancia naval de esta compra de unidades nuevas, importancia económica por el precio de las embarcaciones, hay también implicancias morales, por los componentes del costo del contrato desde el inicio. ¿A dónde estaban dirigidos el total de los pagos realizados por Uruguay?
El precio total es de 82.372.000 euros, su equivalente en dólares se estima en alrededor de 92 millones, aunque esto puede variar según el tipo de cambio.
Y tiene una importancia política que el Ministerio de Defensa no puede obviar, esta es una mina vagante potente y destructiva, dejada por el anterior gobierno para que le explote con toda su potencia al actual gobierno.
Hoy en la reunión en el Ministerio de Defensa sabremos cual es el futuro de este contrato y sus consecuencias.
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias