PRIMER BALANCE

Queda un trecho largo y empinado, pero posible


MONTEVIDEO (Uypress/Esteban Valenti) - Ayer domingo los uruguayos votaron y para realizar el análisis de esos resultados comencemos por lo más importante, participó el 89.2 % de los inscriptos en el padrón electoral en los 7228 circuitos escrutados por la Corte Electoral, reafirmando nuevamente su adhesión a la democracia.

En casi ningún lugar del mundo se alcanzan esos porcentajes. Y no debemos acostumbrarnos es un enorme, inestimable capital democrático. Hay muchos países con voto obligatorio. En el 2019 la participación fue del 90.13 % del total del Padrón.   

No es una formalidad, en estos tiempos es una especialidad de los uruguayos, hay muchos países con voto obligatorio (en democracia) y no alcanzan de forma constante el 90% de los inscriptos, eso tiene un enorme valor cultural, político y democrático. Construido entre todos. Hasta los recalcitrantes se presentan a las elecciones.

En un país mucho más violento, en un mundo violento, donde la violencia se ha banalizado, se movilizó la gran mayoría de los uruguayos, sin un solo acto de violencia, al contrario, militantes de todos los partidos compartieron ferias, puertas de los circuitos electorales y caravanas sin un problema. Eso también hay que valorarlo, a pesar de que hubo señales de mugre y de campañas sucias, que no fueron desde el exterior...

Nuevamente, como hace 25 años la principal fuerza política, el Frente Amplio desde hace 25 años, desde 1999 a la fecha, logró un aumento muy importante en relación a las elecciones del 2019, pasando del 39.01% con 949 376 votos al 43.97% %. Con 1.057.515, un crecimiento de 4.96% puntos sobre el total del electorado y un aumento de 108.139 votos.

Obtuvimos la mayoría en el senado, independiente del resultado del balotage.

No puedo ser hipócrita, esto es una parte importante de mi vida, del final de mi vida y por eso digo que esperaba al menos 3% más y que eso era lo que registraban las encuestas serias en julio de 2024, con 10% de indecisos. Quedamos paralizados y no ganamos nada entre los indecisos. Y ese es un dato político que no podemos obviar de cara al balotaje y como análisis de la situación política y cultural del Uruguay.

 Los 5 partidos de la Coalición obtuvieron en el 2019 el 55.05% del total de los votos y 1.315.258 En esta elección los 4 partidos que quedan en la Coalición, sumados obtuvieron el 46.96 votos 1.130.038 y por lo tanto su caída fue de 7.09% % y perdieron 185.220 votos en cinco años de gobierno. Perdieron 3 senadores y 7 diputados.

Nunca olvidemos que la reforma constitucional de 1996 contiene un mecanismo único en el mundo de que para ganar en primera vuelta hay que obtener la mayoría de los votos emitidos, es decir un voto más del 50 % de los votos, incluyendo a todos los partidos políticos, más los votos en blanco más los votos anulados. Otra particularidad inventada para afectar al Frente Amplio. Con cualquier otra variante hubiera ganado el FA, por ejemplo, con el 10% de ventaja del primero con el segundo se gana en primera vuelta. Pero esa es la realidad institucional y constitucional en Uruguay y a ella nos atenemos. Ya ganamos tres veces con este sistema. A no buscar atajos.

El dato político más importante fue, que luego de 4 años y 8 meses de gobierno multicolor de Luis Lacalle Pou y 5 partidos, la Coalición de todas maneras sumados los cinco partidos (sumando el de Lutz) obtuvo 47.69% superando al Frente Amplio por 3.72% y eso no lo esperábamos la inmensa mayoría de los uruguayos y obviamente de los frenteamplistas.

El Frente Amplio fue mayoría en 12 departamentos como primer partido (Salto 42.5%; Paysandú 40.6%; Río Negro 42.2%; Soriano 39.2%; Colonia 38.5%; San José 43.1%; Montevideo 52.5%; Canelones 49.6%; Florida 37.6%; Durazno 35.4%; Tacuarembó 34.3%, Rocha 39.6%. En Seis departamentos ganó el Partido Nacional: Artigas 39.1% (son impermeables a toda la corrupción); Flores 43.0%; Cerro Largo 44.5%; Treinta y Tres 41.4%; Lavalleja 32.7%, Maldonado 36.1%. En Rivera ganó el Partido Colorado con 35.4%.

Eso demuestra, mejor dicho, confirma que la infantería de la campaña del FA, la mezcla de la fórmula recorriendo el país y ciudades y pueblos, fue clave. Las batallas no se ganan solo con mando e infantería, hacen falta otras cosas.

Iremos al balotaje, habrá que esperar que dicen las encuestadoras en su primer sondeo para el balotaje. Todas las encuestadoras serias dieron claramente la tendencia que el FA se había estancado o tenía pequeñas bajas en intención de voto, donde no acertaron fueron dentro de la Coalición, Ojeda fue un bluf, ni se acercó a Delgado, nunca, ni ganó las elecciones dentro de su propio partido, ganó Pedro Bordaberry.

En la Coalición a pesar de la pérdida de votos y de porcentaje, se situaron sumando todos los votos como la mayoría a nivel nacional. Y ese es un dato importante y lo digo con todas las letras, que yo no esperaba. Relativamente.

Es cierto que hicieron una campaña de todos sus líderes, más el presidente de la República inaugurando y hablando en todos lados, y con un pie y medio del otro lado de la Constitución, pero con el regalo que le hizo el PIT CNT, el Partido Comunista y Socialista con el plebiscito por la seguridad social, le abrieron las puertas y complicaron extraordinariamente la campaña del FA. Además de vetar que votáramos un plebiscito contra el acomodo en todo el Estado y en especial en las intendencias. No olvidemos y que cada uno se asuma sus responsabilidades.

Dentro de la Coalición oficialista de derecha mantuvo su primer lugar el Partido Nacional totalmente dominado por el lacallismo, que es una variable del herrerismo, pero no es lo mismo. Esto se produjo a pesar de la feroz embestida baguala y de todo tipo de Andrés Ojeda, del Partido Colorado, con un despilfarro impresionante de recursos económicos, publicidad, mentiras y provocaciones contra todos que obtuvo y 16.03.% y de 385.695 votos, 5 senadores y 17 diputados, cuando en el 2019 había obtenido el 12.34% del total de los votos de 300.177, cuatro senadores y 13 diputados. Un crecimiento, pero lejos del delirio de superar a los blancos, quedaron a más de 10 puntos.

El Partido Nacional en el 2019 obtuvo el 28.62.% de los votos 696.452 (10 senadores y 30 diputados y en esta oportunidad el 26.77% con 644.147, una caída del 1.85% % y perdió 52.395 votos, luego de encabezar indiscutidamente el actual gobierno. Este es también un balance muy claro de la ciudadanía sobre este gobierno, en todos los terrenos de su acción, la economía, la sociedad, la seguridad, la moral, la salud, la enseñanza, las obras públicas que dejaron para que pagaran los próximos gobiernos, la altisonante política exterior sin un solo resultado y la entrega del puerto por 60 años a los belgas de Katoen Natie. Junto con el crecimiento de 13% de la deuda externa en relación al 2019, es un pesado regalo que le dejan al nuevo gobierno, en realidad a muchos gobiernos futuros. Pero esto no puede ocultarnos que, para ganar el balotaje con la fórmula Orsi-Cosse no podemos seguir haciendo simplemente lo que hicimos hasta ahora. Hubo un cambio importante en la campaña hacia las elecciones internas, donde Orsi y el FA lograron una votación muy exitosa y esta etapa. No tener espíritu crítico siempre le costó muy caro al Frente Amplio.

El Partido Nacional en el discurso de su candidato Álvaro Delgado de la noche de ayer, reivindicó, primero al gobierno y sus éxitos y al presidente Lacalle: segundo a toda la coalición, incluyendo a Lutz, que ni siquiera tiene un diputado y tercero naturalmente a la continuidad inamovible a partir del 2025 con el Partido Nacional a la cabeza. Obviamente nunca hizo referencia que no tienen mayoría en el senado y así es muy pero muy difícil gobernar. Y no la tendrán ni siquiera si ganaran la vicepresidencia, porque la Coalición tiene 14 senadores, pero tampoco tienen mayoría en diputados, el FA tiene 48 representantes, 49 tienen la Coalición y el fiel de la balanza son los dos diputados de Gustavo Salles.

Ahora correspondería plantear algunas ideas y propuestas para las próximas 4 semanas, no lo  voy a hacer de ninguna manera, esas cosas si se quiere se discuten en la interna, se planifican y se hacen.

Hay una pregunta que me han hecho muchas veces en estas pocas horas: ¿Se puede ganar el balotaje? Si, pero es una batalla difícil y no tiene nada que ver con lo que sucedió en el 2019, que de todas maneras perdimos. Aunque sea por poco.

Habrá que analizar con detenimiento los resultados internos a cada partido, por su significado político, pero también para analizar las diferentes campañas.

Política
2024-10-28T11:33:00

UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias