Florencio Luzardo
Túnez, Egipto…
Montevideo, 11 Feb (UYPRESS/Florencio Luzardo) – Tras 30 años de tiranía y 18 días de rebelión popular cayó el régimen de Hosni Mubarak y se aceleran y extienden los cambios en los países árabes y musulmanes de la región.
Luego de la caída del régimen del presidente vitalicio de Túnez Ben Alí a mediados de enero se resquebraja y se quiebra otro eslabón del sistema de gobiernos apoyados por Estados Unidos y por Europa, donde se habían entronizado en el poder a costa de la represión y de la falta absoluta de libertades figuras corruptas y dictatoriales.
Mubarak es considerado uno de los hombres más ricos del mundo. Su fortuna se estima entre 40 y 70.000 millones de dólares, acumulados. Todo su entorno es multimillonario y ha huido del país.
La multitud recibió el anuncio de la renuncia con enorme júbilo y cánticos en la Plaza de la Liberación. Un mar de banderas se agitaban en el centro de El Cairo.
“Triunfó el pueblo”, “La rebelión derrotó al tirano Mubarak” y otros carteles improvisados eran levantados por los cientos de miles de manifestantes en su mayoría jóvenes que fueron los grandes protagonistas de la revuelta.
La base de la resistencia popular que duró 18 días y que enfrentó una dura represión que causó más de 300 muertos son múltiples. Las cada día más duras condiciones económicas y sociales que se agravaron como resultado de la crisis mundial. 30 de los 80 millones de egipcios viven en la pobreza en un país que alcanzó altos niveles de crecimiento de su producción.
El régimen amparado en el poder absoluto y la falta de libertades aplicó una política de ajustes que golpeó todavía más a la población, a ello debe sumarse la insatisfacción acumulada por la represión, por la prepotencia de los cuerpos de seguridad del régimen y un presidente de 82 años que estaba preparando otra elección fraudulenta donde su hijo le sucedería en la presidencia.
Ahora el alto mando de las fuerzas armadas se hará cargo del gobierno provisoriamente. Egipto cuenta con 450 mil militares, el 5to ejercito más numeroso del mundo. El ejército durante toda la crisis tuvo un papel neutral y ahora tendrá que afrontar una transición que no será fácil, con decenas de miles de funcionarios de la burocracia del régimen y otras decenas de miles de efectivos de los cuerpos de seguridad y de la policía muy comprometidos con las torturas y los asesinatos políticos.
En estos momentos varios presidentes vitalicios o reyes y jeques tienen las barbas en remojo en Mauritania, Argelia, Jordania, Siria, Yemen e incluso en Arabia Saudita. En muchos de ellos ya se han producido manifestaciones y protestas. ¿Cuál sigue?
Florencio Luzardo
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias