¿Cuánta energía consume un calefón en uso diario?
30.06.2025
MONTEVIDEO (Uypress) - En los hogares no hay nada mejor que el calor humano, logrado con una convivencia pacífica y afectuosa. Pero cuando se trata de resolver las cuestiones corporales, que van estrictamente a lo que sentimos fisiológicamente por el frío que hay por fuera de las cuatro paredes, entonces son necesarios los artefactos.
El problema aparece cuando el frío de afuera entra a la casa, y se vuelve necesario calentar el agua, especialmente en duchas y griferías. Para esto existen los calefones, los cuales calientan el agua de manera instantánea mediante el gas como fuente de energía.
Sin embargo, no son los únicos. A medida que ha avanzado la tecnología, las distintas fuentes de energía dieron una opción más a quienes desconfían del gas: el sistema eléctrico.
Cualquiera de estos dos sistemas -el eléctrico o a gas- permiten tener agua caliente al momento de abrir la canilla, sin el proceso del termotanque, el cual demora en calentar el agua en un tanque que acumula agua.
¡Podrás tener tu satisfacción a los pocos segundos! El encendido automático al abrir el grifo activa la combustión y empieza a trabajar todo el consumo eléctrico. Lo importante aquí es que los calefones solo lo hacen cuando se encuentran en funcionamiento.
¿Qué es mejor, dejar el calefón prendido o apagado?
El calefón empieza a funcionar cuando abres la canilla, por lo que resultará indistinto dejarlo prendido o apagado. Esto causa suma eficiencia al momento de cuidar los gastos en la electricidad o el consumo de gas. De esta manera tendrás agua caliente en todo momento, ya sea en los climas más fríos del invierno o en los que por extrañezas del cambio climático baje la temperatura.
La disponibilidad de agua caliente es una necesidad para el bienestar. Y lo lograrás con un pequeño (en comparación de los beneficios que brinda) aparato que puedes instalar en un rincón de la cocina. Sin embargo, no es menor su ubicación.
Debe encontrarse en un lugar con buena ventilación, ya que la concentración de gases peligrosos como el monóxido de carbono produce desgracias letales. Este fluido, producido por la combustión del gas, debe disiparse de forma correcta.
Equipos para tener agua caliente en casa y que gasten menos
En el mercado podrás encontrar una severa cantidad de opciones, que variará según la capacidad, el tipo de calefón, su eficiencia energética, y el uso diario. Para lograr que el calefón gaste menos energía resulta crucial prestar atención a su mantenimiento al igual que la forma en que se utiliza diariamente.
Saber qué temperatura es necesaria para el uso que se le querrá dar es una de las claves para que se regule adecuadamente la temperatura del agua en el equipo, a la vez que se evita la mezcla de agua fría con la caliente en la canilla. Esto último es muy importante, porque que cada una vaya por separado permite que un trabajo eficiente del aparato y que no se sobre exija.
Además de la revisión periódica de los quemadores y del sistema de encendido, al igual que la detección de suciedad o sarro, hay otro punto que está más cerca de nuestras manos: la activación justa del aparato en los momentos necesarios. Esto puede hacer una gran diferencia.
Aprovechar realmente el agua caliente y evitar que circule innecesariamente. Esto hará que el calefón no siga funcionando por largos períodos cuando el agua no es necesaria. Otra opción para que gaste menos es optar por duchas más breves y conscientes.
Para que el calefón consuma menos energía debe usárselo de forma responsable. Así puede conseguirse el confort y la durabilidad misma del producto. Otro consejo es apagarlo cuando no se lo va a utilizar por un largo período de tiempo, o cuando las personas que habitan la casa se van de vacaciones. ¿Para qué dejar la llama encendida si la ausencia se prolongará demasiado?
Cuánta energía consume a diario un calefón
Un calefón eléctrico típico tiene una potencia entre 1500 y 3000 vatios (1.5 a 3 kW). Si asumimos un uso diario de una hora (entre duchas, lavado de manos, cepillado de dientes, entre otras tantas rutinas), el consumo sería de 1.5 a 3 kWh por día. Esto resulta en un consumo mensual aproximado de 45 a 90 kWh.
De aquí puede entenderse en la boleta un gasto significativo, especialmente en épocas frías, cuando aumenta exponencialmente la demanda de agua caliente. En lo que respecta a calefones a gas, el consumo se mide lógicamente en metros cúbicos (m³) de gas.
Teniendo en cuenta que un calefón promedio consume entre 0.8 y 1.5 m³ por hora, y suponiendo un uso de 30 minutos diarios, el consumo mensual sería de 12 a 22.5 m³. Comparando estos precios de gas doméstico con los eléctricos, los primeros suelen ser más económicos, aunque dependerá del país y sus tarifas, al igual que la política de subsidios.
Sin embargo, el consumo real variará dependiendo de la cantidad de integrantes en el hogar. Las personas que formen parte de la casa tienen sus propias peculiaridades, como la duración del tiempo en el que se duchan.
Los cuidados técnicos y la revisión periódica
El calefón requiere de un uso responsable, en el que se vea la llama y se preste atención a la circulación de aire en el ambiente. Los riesgos ante una fuga de efluvios letales pueden evitarse con las revisiones técnicas necesarias y la adquisición de un producto con todas las certificaciones de seguridad.
Estas recomendaciones no solo son importantes por cuestiones de seguridad, sino que también para que tu producto tenga la mayor durabilidad y eficiencia posible. Como se ha visto, los calefones a gas pueden presentar riesgos de fuga, y por consecuencia intoxicaciones por monóxido de carbono.
Aquello es el resultado más letal, pero también podría haber incendios u explosiones en caso de haber una hornalla prendida. Revisar el aparato para asegurarse que funcione correctamente el sistema de combustión con un técnico matriculado es también una de las mejores opciones.
Éste verificará las válvulas, la ventilación y el estado de los quemadores. Al contar con experiencia, sabrán con solo ver el color de la llama si la situación viene por buen camino. El tiempo recomendado para proceder a sus servicios es de al menos una vez al año.
Por la peligrosidad de un equipo con mal funcionamiento, muchos países ponen el énfasis en su seguridad y lo trasladan a normas para garantizar la seguridad de los ciudadanos. Las inspecciones técnicas periódicas en instalaciones de gas no son menores, y van más allá de lo que se pueda ahorrar en consumo.
Cómo son las revisiones de los calefones eléctricos
Por la contraparte, en los que son eléctricos, el especialista revisará si existen sobrecalentamientos, daños en la resistencia, o cortocircuitos. Estos serían los inconvenientes con los que podría encontrarse, y con la quita del sarro, el cual puede acumularse, también se logrará una mayor eficiencia.
Sobre este último punto, notarás una gran diferencia al pasar los años y ver que todo funciona sin problemas. La vida útil del equipo se prolongará si el termostato funciona correctamente, y todo gracias al técnico que revisó en el momento adecuado. De esta forma el aparato no trabajará más de lo necesario y tendrá un rendimiento energético más que óptimo.
Al tener la mayor optimización del equipo, éste consumirá menos energía y calentará el agua de manera más rápida. Tendrás beneficios a corto y largo plazo, apreciando el bienestar de las comodidades urbanas, y no teniendo que preocuparte por la durabilidad del producto en una época donde reina la obsolescencia programada.
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias