UY Press - Agencia uruguaya de noticias

26.04.2016

CHERNOBYL (Uypress) – Este martes 26 de abril se cumplen 30 años del mayor desastre de la historia de la energía nuclear, cuando explotó uno de los reactores de la central, ocasionando daños que aún perduran.

La tragedia no siempre une. Ucrania, Bielorrusia y Rusia conmemoran por separado el 30 aniversario de la catástrofe de Chernóbil,  la mayor en la historia de la explotación civil de la energía nuclear. Los tres países, afectados directamente, recuerdan la tragedia del 26 de abril de 1986, cada uno por su cuenta, desde sus distintas coordenadas políticas y económicas.

El accidente de Chernóbil, acontecido en la central nuclear Vladimir Ilich Lenin, a escasos tres quilómetros de Prypiat, Ucrania, el sábado 26 de abril de 1996 es considerado, junto al de Fukushima registrado en Japón en 2011 como el más grave en las historia de la energía nuclear.

Durante una prueba en la que se simulaba un corte de suministro eléctrico, un aumento súbito de potencia en el reactor 4 de la central nuclear produjo el sobrecalentamiento del núcleo del reactor, lo que terminó provocando la explosión del hidrógeno acumulado en su interior.

La cantidad de material radioactivo y tóxico expulsado al ambiente se estima que fue  unas 500 veces superior al liberado por la bomba atómica lanzada por los Estados Unidos sobre Hiroshima en agosto de 1945, en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial.

El accidente de Chernóbil causó la muerte directa de 31 personas y obligó al Gobierno de la entonces Unión Soviética a la rápida evacuación de 116.000 personas, provocando la alarma internacional al detectarse niveles de radioactividad mayores a los habituales en al menos trece países de Europa central y oriental.

Después del accidente, se inició un proceso masivo de descontaminación, contención y mitigación que desempeñaron aproximadamente 600 000 personas denominadas liquidadores en las zonas circundantes al lugar del accidente y se aisló un área de 30 km de radio alrededor de la central nuclear conocida como zona de alineación, que sigue aún vigente. Solo una pequeña parte de los liquidadores se vieron expuestos a altos índices de radiactividad.

Según un informe publicado por El País de Madrid, en Rusia, una quincena de regiones resultó afectada por la nube radioactiva de Chernóbil. La radiación sigue siendo muy elevada en puntos que el Gobierno ruso ha excluido de la lista de zonas más afectadas, según dijo Alla Yaroshínskaya, exdiputada de la URSS y autora de numerosas obras sobre Chernóbil. Según Yaroshínskaya, un total de 554 poblaciones fueron eliminadas de la lista de territorios afectadas en 2015, lo que significa la pérdida de las prestaciones que recibían los residentes.

Proporcionalmente, Bielorrusia fue el país más afectado por el accidente (el 23% de la superficie del país, especialmente las regiones de Gómel y Magiliov, donde vivían 2 millones de personas). En la zona contaminada a fecha de 1 de enero vivían 1,4 millones de personas (el 12% de la población de la república), según la agencia rusa Tass. No obstante, Bielorrusia es el país que parece más dispuesto a archivar el accidente: está construyendo su primera central nuclear con tecnología rusa y proyecta restablecer la producción agrícola en región afectada por la catástrofe, según dijo este lunes en Minsk el ministro de Exteriores, Vladímir Makei. En opinión del ministro, "se puede llorar, sufrir y quejarse, pero hay que tratar de cambiar la situación" y elegir entre organizar la ayuda humanitaria entre los afectados o "intentar recuperar esta tierra para vivir y cultivar productos aptos para el consumo".

En Kiev, en una exposición de documentos políticos relativos al siniestro se encuentra una nota enviada a sus superiores por el secretario del comité regional del partido comunista de la provincia de Kiev, Grigori Revenko, inmediatamente después del accidente. En ella Revenko afirmaba que "no hay peligro para la población de la ciudad (de Prypiat)". Decenas de miles de personas tuvieron que ser evacuadas de aquella localidad que se convirtió en un entorno fantasma.