Texto completo del mensaje del Colectivo de familiares, amigas y amigos

A 50 años del asesinato de Nibia Sabalsagaray: “No está, pero sí ha estado en nosotros. Y no nos abandona”

25.07.2024

MONTEVIDEO (Uypress) – Se cumplieron 50 años del asesinato de la militante comunista Nibia Sabalsagaray, y el miércoles 24 se realizó un homenaje en el aula magna de la Facultad de Información y Comunicación. Brindamos el texto completo del mensaje de los convocantes.

 

Como ya informáramos, se llevó a cabo el homenaje con motivo del 50 aniversario del asesinato de Nibia Sabalsagaray, convocado por el Colectivo de Familiares, Amigas y Amigos.

A continuación, brindamos a nuestros lectores el texto completo del mensaje del colectivo, que sirvió de apertura al acto.

Estamos acá, convocados por el Colectivo de familiares, amigas y amigos de Nibia.

Agradecemos la presencia de todas y todos y en especial a este destacado panel.

Este año, el 29 de junio, se cumplieron los 50 años del asesinato por tortura de Nibia Sabalsagaray Curutchet.

Vivió 24 años y solo 10 con su madre que murió tempranamente. Los cuatro hermanos dejaron Juan Lacaze para vivir en la casa de los abuelos maternos en Nueva Helvecia.  El padre trabajaba en Campomar.

Como cuenta su hermano: "hacía poco que se había muerto mamá y la China a veces se ponía triste y empezaba a llorar y se iba para la entrada del campo donde había un tala. Sentada llorando bajo el tala se hacía la noche y la íbamos a buscar, Margarita, la abuela y a veces yo. Después eso pasó".

En 1968 vino a Montevideo para concursar en literatura e ingresar al IPA. Egresó en abril del 74. Ejercía la docencia en el liceo Zorrilla y era militante gremial y de la UJC.

El 29 de junio, dos meses después, fue detenida en el Hogar de Hijos de Obreros de Campomar, en Montevideo, por uniformados y civiles. Secuestrada en dependencias del Servicio de Transmisiones del Ejército, en horas comunicaban a su familia que se había suicidado y que debían pasar a retirar el cuerpo en el Hospital Militar, aludiendo, además, a una autopsia firmada por el doctor José Mautone.

Mucho se ha recordado a Nibia durante estos 50 años. En plena dictadura se colocó una placa en el Cementerio que fue sacada por la policía, motivo por el que fueron detenidos y llevados al Cilindro dos tíos y un profesor compañero.

Se publicaron en la clandestinidad sus relatos escritos en cuadernos, sus cartas de extrema sensibilidad que ya hablaban de una buena literatura.

En 2005, la junta Departamental de Colonia, a instancias de los compañeros, puso su nombre a una calle de Nueva Helvecia, acompañado por una escultura que colocaron sus familiares y amigos. Los versos de la placa parecen haber sido escritos para ella. 

(....)

Volverás a mi huerto y a mi higuera

por los altos andamios de mis flores

pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores... Miguel Hernändez

En 1986 se colocó la primera placa en el IPA, en 2006 otra y en 2009 se le dio su nombre a una nueva ala de ese centro de estudios. También la recuerda la poesía:

(...)

Que su querido nombre y sustancia pura

conforten y endurezcan los pasos de la calle.

Qué el fruto lacerante de su vida nos aguarde y nos una.  Tatiana Oroño

Se realizaron concursos literarios desde el Mume y otras comunidades culturales y políticas. Se escribe poesía, canciones, relatos, se dibuja, se hacen seminarios. La tuvimos presente en los momentos más difíciles. Traspasó las rejas de cientos de presas y presos políticos hasta el final de la dictadura. La hicimos feminista los 8 de marzo porque Nibia siempre estaba en el futuro.

Aprobada la Ley de Sitios de Memoria se señaló el lugar de Casavalle y Petrarca, hoy Comunicaciones 1, como Sitio de Memoria que forma parte del 300 Carlos Infierno Grande, que funcionó en el predio contiguo, en el galpón número 4 del Servicio de Armamento del Ejército, por donde pasaron alrededor de 600 personas desde octubre del 75 en la llamada Operación Morgan. 

Acá estamos convocados 50 años después de su asesinato por el Colectivo improvisado, a puro sentimiento.

Podemos acostumbrarnos a que Nibia, y tantos compañeras y compañeros asesinados y desaparecidos, serán siempre así, jóvenes eternos de 24 años. Pero los veteranos, como buenos veteranos, rememoramos la vida completa en la ausencia dolorosa, sin aceptar que en cada minuto de estos cincuenta años, esos muchachos y muchachas no pudieron hacer su vida, crecer, escribir, tener hijos, estudiar medicina, enterrar a su abuela. Acompañarnos.

Fue en las reuniones del Colectivo en Aebu, presenciales, todos los jueves, en donde juntábamos las ideas y resolvíamos, algo parecido al 2005, cuando preparamos lo de Nueva Helvecia. Semana a semana nos dimos cuenta de que también se había convertido en el lugar de encuentro para traerla, como si discutir el matiz de un recuerdo la materializara, la situara entre nosotros por un rato, y nos íbamos más contentos.

¿Fue con 17 años que dio clase de literatura en el liceo? Yo la recuerdo venir por el camino de túnica blanca y esperaba que pasara. ¡No, pero no era ese año!' ¡Te equivocaste, no tenía el brazo quebrado! La China estaba leyendo como casi siempre, subida al ombú.

Nos costó asociar la palabra asesinato a su espíritu libre de muchacha enamorada, a tanta injusticia.

Con su magia se hizo presente en la foto de Aurelio el 9 de julio del 73, entre las primeras fotos difundidas, tan centralmente como era ella, una muchacha que no había pasado desapercibida para nadie.

No está, pero sí ha estado en nosotros. Y no nos abandona.

A partir del reclamo de la familia, superando la ley de impunidad, poniendo a prueba la paciencia de los abogados y de la intrépida fiscal, partiendo de aquella observación primera del joven estudiante de medicina, y el poder de la autopsia histórica del forense, se dictó justicia.

Recordar a Nibia hoy es acompañar el necesario alivio de su familia, su gente, la república restablecida en su poder de justicia. Pero también la certeza de que cualquier joven de todos los tiempos puede reflejarse en esa muchacha noble, inteligente, que puso el alma y la pasión en sus ideales de justicia social, a riesgo de su propia vida, en un momento terrible de su país.

Por esta razón el encuentro de hoy  es para estar un rato con Nibia y también para el necesario reconocimiento a todas y todos y cada uno de los que trabajaron en esta causa y nos acercaron a la verdad de su existencia.

 

Imagen: adhocFOTOS/Pablo Vignali

 

 

Derechos Humanos
2024-07-25T20:03:00

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