“LA IDENTIDAD SIEMPRE FLORECE”
Abuelas de Plaza de Mayo anunció la restitución del Nieto 140
07.07.2025
BUENOS AIRES (Infobae/por Alejandro Caminos) – A través de sus redes sociales, la asociación convocó a una conferencia de prensa hoy a las 14, en el auditorio de la Casa por la Identidad del Espacio Memoria
A través de sus redes sociales y bajo la consigna "la identidad siempre florece", la asociación Abuelas de Plaza de Mayo anunció esta mañana la restitución del Nieto 140.
En enero de este año, Abuelas había anunciado la restitución de la Nieta número 139 y se confirmó que es hija de Noemí Beatriz Macedo y Daniel Alfredo Inama, desaparecidos en 1977.
En aquella conferencia de prensa, Carlotto detalló: "La joven estaba embarazada de seis o siete meses. Los dos fueron vistos por sobrevivientes en el centro clandestino Club Atlético. En el mismo operativo en el que secuestraron a Daniel, también se llevaron a otros compañeros del Partido (Comunista Marxista Leninista): Teresa Galeano, Jorge Georgiev, Beatriz Longhi y Oscar Rios. Todos permanecen desaparecidos".
A su vez, la presidenta de Abuelas subrayó que el proceso se trata de una "lucha colectiva". Y abogó por la continuidad de las políticas de Estado: "Son fundamentales para terminar con delitos de lesa humanidad, como lo son las apropiaciones de nuestras nietas y nietos, así como es central el papel de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, una de las herramientas construidas en estos 41 años de democracia ininterrumpida".
Y argumentó: "Esta secretaría y sus políticas deben seguir siendo sostenidas por el gobierno con la totalidad de sus trabajadores y trabajadoras".
El 27 de diciembre de 2024, poco menos de un mes de la noticia, la asociación también había anunciado la restitución de la identidad del Nieto 138, hijo de Marta Enriqueta Pourtalé y de Juan Carlos Villamayor, ambos militantes de Montoneros detenidos-desaparecidos en 1976.
Según relataron, el nuevo restituido recibió los resultados del Banco Nacional de Datos Genéticos. El nieto 138 era buscado por su hermano, Diego Antonio, quien envió un saludo especial desde España, donde reside, y le agradeció a Abuelas por la labor.
Durante esa jornada, de Carlotto afirmó que Pourtalé y Villamayor habían sido vistos en el centro clandestino de detención ESMA, donde probablemente se habría producido el nacimiento del Nieto 138.
Además, la referente en derechos humanos resaltó la labor de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDi)-que impulsa la búsqueda de hijos e hijas de desaparecidos-, la secretaría de Derechos Humanos y el Banco Nacional de Datos Genéticos. "La verdad siempre sale a la luz", afirmó.
Y continuó: "Esta restitución es, una vez más, la muestra de las consecuencias del terrorismo de Estado en el presente y la centralidad de las políticas de Derechos Humanos".
La influencia de El Eternauta en la búsqueda de los nietos
Por otro lado, y según averiguó Infobae, se sextuplicaron las consultas a Abuelas por parte de personas que dudan sobre su identidad y que nacieron entre 1975 y 1983, que es el período en el que concentra su búsqueda la organización.
El fenómeno se enmarca luego del estreno en Netflix de la serie El Eternauta, una adaptación de Bruno Stagnaro a la historieta guionada por Oesterheld y dibujada por Francisco Solano López.
Según investigó este medio, el año pasado, entre el 1º y el 7 de mayo, Abuelas recibió 18 de esas consultas. Pero este año, en ese mismo período de tiempo y con la serie estrenada el 30 de abril, las consultas fueron 106 en menos de una semana.
Para dimensionar el caso alcanza con pensar que, en lo que va de este año, se acercaron a Abuelas 902 personas para consultar sobre su identidad. De ese total, una de cada diez ocurrió en la semana posterior al lanzamiento de la serie.
"Nos da esperanza y alegría ver que a partir de la serie se reactivan los mecanismos creados por las Abuelas, que son que las personas que dudan sobre su verdadera identidad o que tienen información sobre posibles casos de apropiación se acerquen y cuenten sus historias", le había dicho Manuel Gonçalves Granada a Infobae.
Nieto de Matilde Pérez de Gonçalves, restituido en 1997, es secretario de Abuelas de Plaza de Mayo. "La multiplicación de consultas abre la enorme expectativa de encontrar al próximo nieto o nieta, que es por lo que trabajamos y por lo que las Abuelas luchan día a día", determinó.
El siguiente es el comunicado de prensa de Abuelas por la restitución del hijo de Graciela Romero y Raúl, hermano de Adriana Metz Romero
Abuelas de Plaza de Mayo comunica con enorme felicidad la restitución de otro nieto apropiado durante la última dictadura cívico militar. Hoy damos la bienvenida al hijo de Graciela Alicia Romero y Raúl Eugenio Metz: ¡Bienvenido nieto 140!
El nieto 140 nació el 17 de abril de 1977, en el centro clandestino "La Escuelita" de Bahía Blanca, como se supo a través de testimonios de compañeros de cautiverio de Graciela, y hoy podemos confirmar a partir de su restitución. Su hermana Adriana lo buscó desde siempre junto a sus abuelos Oscar Metz y Elisa Kaiser, con quienes se crió y, desde que ellos partieron,continuó esa búsqueda. Siempre sensible, inquieta y risueña, con su habilidad de tejedora Adriana fue construyendo una red que la cobija y hoy también abraza a su hermano, en este encuentro tan esperado.
Con la restitución del nieto 140 confirmamos, una vez más, que nuestros nietos y nietas están entre nosotros y que, gracias a la perseverancia y el trabajo constante de estos 47 años de lucha, seguirán apareciendo. El acompañamiento de la sociedad que sigue brindando información sobre posibles hijos e hijas de personas desaparecidas y acompañando a quienes dudan de su origen demuestra que la búsqueda no puede ser en soledad.
Este encuentro ratifica, además, lo imprescindibles que son las herramientas construidas por el Estado y la labor silenciosa de decenas de trabajadores y trabajadoras de la Comisión Nacional por el Derecho a la identidad (CoNaDI) y del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), que aún hoy, en condiciones precarias y con enormes dificultades, continúan trabajando con la convicción de que este delito debe ser resuelto. También la importancia del trabajo de todos y cada uno de los compañeros de Abuelas y de la gran familia que se extiende en la República Argentina y el exterior difundiendo esta búsqueda, que sigue tan vigente como lo demuestra esta restitución.
Los nietos y nietas que faltan están entre nosotros, viven en nuestros barrios, trabajan y comparten actividades, transitan nuestras calles, están cerca. Necesitan ser acompañados para animarse a conocer su verdadero origen. Hay que insistir en que su consulta no molesta y cualquier sospecha, por mínima que parezca, es motivo para acercarse a las Abuelas. Por eso, si alguien tiene algún dato, también le pedimos que lo acerque, son esas informaciones guardadas hace años las que nos permiten hallar a nuestros nietos y nietas.
La historia familiar
La mamá del nieto 140, Graciela Romero, nació el 21 de agosto de 1952 en Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires. Su familia la llamaba "Peti" y tenía tres hermanos. Su hermana menor, María Elena, también fue asesinada por la dictadura en 1977. Graciela era estudiosa, emprendedora y aguerrida. Tenía buen humor, cocinaba bien y también cosía. Estudió economía, hasta que se casó y se abocó a la militancia.
El papá, Raúl Metz, nació en Bahía Blanca el 24 de agosto de 1953. Sus amigos lo apodaban "El Melli", porque tenía un hermano gemelo. Los Metz eran diez hermanos. Se criaron en un hogar politizado, ya que el abuelo Metz era militante del Partido Comunista y trabajador ferroviario. Raúl tenía sentido del humor, aunque era un poco calentón. Comenzó su militancia en la Federación Juvenil Comunista, junto a su gemelo Néstor. Eran compinches, militaban, iban juntos al colegio, compartían salidas y amigos. Desde los 13 años trabajaban como cadetes en una tintorería. Luego ingresaron al Ferrocarril, como su padre.
"Los Mellis", como los conocía todo el barrio, sufrieron su primera detención bajo la dictadura de Onganía. Con 19 años, fueron llevados a la cárcel de Bahía Blanca y luego como "presos de máxima seguridad" a Devoto. Mientras estaban detenidos en Bahía se realizó una campaña pidiendo su liberación. Entre las organizadoras estaba Graciela. Cuando Raúl y Néstor salieron de la cárcel se alejaron del PC, pero siguieron militando en comedores barriales. Allí Raúl conoció a Graciela y se enamoró. Juntos ingresaron al PRT-ERP. Al tiempo se casaron y llegó Adriana, su primera hija. Vivieron en Bahía Blanca, hasta que la persecución los acorraló y decidieron mudarse a Cutral-Có, provincia de Neuquén.
Graciela y Raúl fueron secuestrados el 16 de diciembre de 1976 en Cutral-Có, ella embarazada de cinco meses. Por testimonios de sobrevivientes pudo saberse que permanecieron detenidos en el centro clandestino "La Escuelita" de Neuquén, donde fueron torturados física y psicológicamente. Luego fueron llevados al centro clandestino "La Escuelita" de Bahía Blanca, donde también sufrieron brutales tormentos.
Raúl Metz fue sacado de ese centro clandestino a fines de enero y desde entonces se encuentra desaparecido. Graciela, con 24 años, durante su cautiverio dio a luz un varón en abril de 1977. Ese bebé, hoy adulto, hasta el viernes último desconocía su verdadera identidad y que una familia entera lo estaba buscando. Graciela continúa desaparecida.
Adriana tenía un año cuando las fuerzas represivas se llevaron a sus padres, unos vecinos -Edelvina Guiñez y Miguel Panijan- la cuidaron hasta que sus abuelos paternos Oscar y Elisa fueron a su encuentro.
Las búsquedas
Las familias Metz Romero buscaron a Graciela, Raúl y el bebé que estaba en camino desde el instante que supieron de su secuestro. Oscar y Elisa llevaron la iniciativa de esta búsqueda: hábeas corpus, denuncias internacionales, presentaciones, hasta el final de sus días. Con la mayoría de edad, Adriana hizo suya la búsqueda, siempre cercana a la institución, a donde acompañaba a su Abuela Elisa desde pequeña. Su tía, Elisa Metz, muchas veces visitaba a la filial de Abuelas La Plata buscando alguna novedad sobre su sobrino.
En 2009, como una botella tirada al mar, Adriana abrió un blog, "Poncho de Lana", en el que le contaba a su hermano quién era, cómo lo buscaba y lo esperaba. Allí le escribió una carta para su cumpleaños. Desde entonces cada 17 de abril lo saludaba, con la ilusión de ser leída. Adriana participó de cada producción y actividad institucional, con la certeza de que sólo encontraría a su hermano buscando a todos. Y al final, hay recompensa.
A partir de información que Abuelas recibió de manera anónima, se inició una investigación que luego se trabajó de manera conjunta con la CoNaDI y la Unidad Especializada para Casos de Apropiación de Niños durante el Terrorismo de Estado (UFICANTE). Este trabajo conjunto permitió reforzar la hipótesis de una posible apropiación, reunir la documentación necesaria y profundizar en el caso. En este marco, y una vez finalizada esta etapa, en abril de este año, la CoNaDI tomó contacto con el posible nieto para brindarle toda la información recabada. Así, él accedió a concurrir al Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) y dejar su muestra de ADN, para ser cotejada con las familias que buscan.
Finalmente, el viernes último el BNDG comunicó a la CoNaDI el resultado de ADN y la Comisión le informó al hombre que efectivamente se trataba de un caso de apropiación y que su perfil coincidía con el de la familia Metz Romero. Durante el fin de semana ambas familias fueron notificadas, lo que hoy nos permite comunicar a la opinión pública que hemos encontrado al nieto 140.
La prueba irrefutable
Cada restitución revela de manera irrefutable que la dictadura ejecutó un plan de exterminio, que cometió un genocidio. Cada nieto viene a confirmar que el Estado terrorista secuestró personas, las mantuvo ocultas en Centros Clandestinos de Detención bajo torturas, las asesinó y desapareció sus cuerpos. Que en esos campos de concentración existieron maternidades clandestinas, donde las detenidas, como Graciela Romero, dieron a luz a sus hijos en condiciones infrahumanas. Que hubo un plan sistemático de apropiación de menores, condenando a esos niños a vivir en la mentira y a sus familias biológicas a buscarlos indefinidamente.
Cada restitución de un nieto es también la confirmación de que el trabajo sostenido y colectivo nos permitirá seguir encontrándolos. Esta restitución nos reúne para darnos fuerzas y ratificar que el rol del Estado, las políticas públicas, la solidaridad, el acompañamiento, el amor y la perseverancia, son la garantía del Nunca Más. Pero para que estas búsquedas se sostengan es imprescindible que el Estado siga existiendo. Por eso exigimos que se derogue el decreto N°351/2025, que deja en extrema vulnerabilidad al Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG).
Hoy el Estado restituye un derecho fundamental para cualquier persona: el derecho a la identidad. Las Abuelas hacen justicia por los abuelos que no están y por toda la familia Metz Romero que buscó sin descanso. Una vez más, la verdad arrasadora vuelve a imponerse al olvido y florece la identidad. Todavía falta encontrar a 300 nietos y nietas apropiados durante el terrorismo de Estado. Sigamos siendo ese país que iluminó al mundo en el camino de la Memoria. Luchemos para que la verdad no se apague.
¡Bienvenido nieto 140!
Ciudad de Buenos Aires, lunes 7 de julio de 2025.
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