CULTURA
Desaparece crítico de arte lusitano
20.09.2021
MONTEVIDEO (Uypress/Nelson Di Maggio) - A los 98 años murió en Jatzé, ciudad francesa cerca de Angers, el crítico portugués José – Augusto França (1922-2021), nacido en la ciudad manuelina de Tomar, crítico de arte y sociólogo, doctorado en historia y humanidades en la Sorbona.
Estaba internado en una residencial desde hace tres años y dejó una obra tan diversa y vasta, como sucede con la mayoría de los intelectuales franceses, por su formación universitaria y su larga actividad en París. Conocido en los medios internacionales por sus numerosas publicaciones y su asistencia a los congresos de la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA) ,era una personalidad amable y elegante que desempeñó un rol fundamental en Portugal. La cultura y el arte lusitanos fueron conocidos, difundidos y estimulados, dentro y fuera de Portugal, por França como pocos lo hicieron durante el siglo XX y parte del actual.
La larga dictadura de Salazar lo decidió, como a la pintora María Helena Vieira da Silva, entre otros muchos obreros y trabajadores, al exilio francés. París se convirtió en la segunda capital de Portugal. Allí llegaban los becarios de la Fundación Gulbenkian para evitar el servicio militar en África hasta el 25 de abril de 1974, luego de 46 de democracia ausente. El clima cambió sustancialmente y la libertad conquistada fue aprovechada para restablecer las comunicaciones perdidas y convertirse en uno de los países progresistas, de una impresionante hermosura y una arquitectura manuelina prebarroca admirable. Fue -como escribió José Jorge Letría y lo cita Isabel Monteiro en su ensayo “A crítica de artes plásticas como campo e a sua prática em Portugal nos años 60” (Porto, 2216) - “…más que un historiador o un crítico, fue y es uno de los grandes ensayistas de su tiempo, un maestro lúcido e interrogativo de la Historia de Portugal, un infatigable cuestionador de sus tiempo y de esta patria a la cual reconoció varios ciclos y modas”.
Dirigió la revista Coloquio de La Fundación Gulbenkian con amplia atención al arte nacional y dio lugar a los nuevos críticos. Participó de las actividades del Grupo Surrealista de Lisboa en la década del 50; escribió cerca de cien libros, entre los cuales: Amedeo de Souza Cardoso (1957), el Barradas de los portugueses; Dez anos de cinema (1961); Le Romantisme au Portugal (1975); La Lisbonne au Portugal (1975); Os anos 20 em Portugal (1992); dirigió el Centro Cultural Portugués en París (1980-1986).
Más que crítico de arte, se distinguió como arquitectura, la literatura, la sociología, la vida diaria fueron sus móviles constantes, su insatisfacción permanente. Poseía una dinámica del pensamiento que, si bien estaba adherido al pensamiento francés y no siempre superaba ciertas limitaciones y parcialismos, unido a cierta arrogancia de sus saberes, fue una personalidad excepcional de dimensión internacional.
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias