Más de 30 renuncias
El Papa acepta renuncia del obispo chileno Barros, acusado de encubrir abusos sexuales
11.06.2018
CIUDAD DEL VATICANO – Dando continuidad a la rectificación adoptada luego de haber defendido al obispo chileno, el papa francisco aceptó la renuncia de Juan Barros, acusado de encubrir los abusos sexuales cometidos por el sacerdote Fernando Karadima.
Luego de haber asegurado en primera instancia -generando el rechazo de gran parte de la comunidad católica chilena- que Barros no tenía nada que ver con los abusos sexuales, el papa tuvo que rendirse ante las evidencias, retractarse y pedir disculpas a las víctimas.
Francisco ordenó una investigación e inició una verdadera purga en las jerarquías de la Iglesia chilena, que lo llevó en mayo a pedir la renuncia en masa de más de treinta obispos, entre ellos Juan Barros.
El 18 de mayo renunciaron 34 obispos, entre ellos Barros, y pidieron perdón "por el dolor causado a las víctimas, al Papa, al pueblos de Dios y al país por nuestros graves errores y omisiones".
Este domingo Francisco aceptó la renuncia de Barros, como también las de otros dos obispos: el de Puerto Montt, monseñor, Cristian Caro Cordero, y el de Valparaíso, monseñor Gonzalo Duarte García de Cortázar. Varios miembros de la jerarquía de la Iglesia católica chilena están acusados de haber ignorado o encubierto los abusos del cura chileno Fernando Karadima en las décadas de 1980 y 1990.
Francisco, que un primer momento defendió durante su viaje a Chile en enero al obispo chileno Juan Barros, acusado de encubrir los abusos, dio giro en su posición. El papa se disculpó a las víctimas y admitió "graves errores" luego de leer un informe de 2300 páginas elaborado por los investigadores del Vaticano sobre el alcance del escándalo, que devastó la credibilidad de la institución en un país con una abrumadora mayoría de católicos.
Los investigadores, el arzobispo Charles Scicluna y el español Jordi Bertomeu, regresarán a Chile el martes para comenzar lo que según el Vaticano es una misión de "curación" en Osorno.
Con la aceptación de dimisión de los dos otros obispos, el Papa deja claro que los problemas en la Iglesia en Chile no descansan sólo sobre Barros ni sobre los más de 40 sacerdotes y tres obispos formados por Fernando Karadima, que en 2011 fue condenado por la Justicia canónica a una vida de reclusión y penitencia por violaciones y abusos sexuales a menores y las ramificaciones del caso.
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias