El color de piel. El rasgo que determina la persecución de los inmigrantes en Estados Unidos

02.07.2025

OTHER NEWS (Por Rogelio López* – Diario Red)- No son casos aislados, son ejemplos de la política racista en materia de migración que impulsa el gobierno de los Estados Unidos. Desgraciadamente, esta persecución se extiende a otros lugares y se manifiesta en otras formas.

 

La idea difundida al principio de la administración de que las detenciones se iban a enfocar en los inmigrantes indocumentados que cuenten con registro de haber cometido algún acto criminal en los Estados Unidos fue solo una ilusión. Lo que parecía presentarse únicamente como casos aislados de inmigrantes detenidos que no tenían registro criminal alguno hoy se ha vuelto la norma. Así lo ha expuesto la Secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, quien el 13 de junio en una conferencia de prensa desde California, en los días que iniciaron las protestas por las redadas que estaba llevando a cabo ICE, dijo que todos los migrantes que están en los Estados Unidos y que no tienen una visa vigente son criminales, ya que si bien muchos de ellos han entrado de forma legal, el hecho de que no gocen con el documento actualizado automáticamente los convierte en infractores de la ley y esto los vuelve objeto de detención y deportación.

Las Cortes: otro espacio para detener inmigrantes

Bajo esta consideración, y debido a la necesidad que tiene el departamento de Seguridad Nacional -Homeland- de cumplir con el objetivo de detener 3000 inmigrantes ilegales diariamente, los migrantes que han iniciado un juicio para mantenerse de forma legal en los Estados Unidos a partir de una petición de asilo o de residencia y que por mandamiento judicial asisten a las cortes de inmigración pueden ser detenidos por el ICE. Y no es que esto antes no sucediera, pero con la abrogación del TPS -Estatuto de Protección Temporal- y del "Parole humanitario» las cortes se han convertido en otro de los lugares predilectos de ICE para detener inmigrantes. La difusión de esta información y los videos de casos que circulan en las redes han ocasionado que, por temor a ser detenidas y deportadas, las personas opten por no presentarse en las cortes a darle seguimiento a sus solicitudes, lo que también tiene implicaciones negativas para ellos.

La acusación del delito de tráfico de personas

Otra cara de esta persecución es la acusación de tráfico de personas que se les hace a aquellos que transportan a individuos que no tienen documentos. Y no es que antes esto se hubiera considerado un delito, el punto es que ahora se está usando sistemáticamente como mecanismo de presión para que las personas "con papeles" no brinden ningún tipo de apoyo a las que no los tienen. La situación es casi imposible de cumplir, si consideramos tanto a las personas que nacieron en los Estados Unidos y que tienen ciudadanía, como a aquellos que son dreamers -esto es, que llegaron a corta edad al país y fueron beneficiados por el programa Daca, Acción Diferida para los Llegados en la Infancia- ya que ambos grupos pueden conocer a personas cuyo estatus migratorio se ignora, o que sí se conococe y sin embargo se tiene algún vínculo o de cualquier otro tipo con estas.

Este fue el caso de la hija de un influencer conocido con el nombre de el "Santo venenoso", quien en Chula Vista, California, le dio un ride a un amigo que no tenía papeles. Como consecuencia, la hija del tiktoker fue detenida y acusada de tráfico de personas, fue multada con 5,000 dólares, le pusieron un brazalete, y es altamente probable que sea deportada. Otro de los casos, quizá el más emblemático, de las acusaciones por tráfico de personas es el de Kilmar Abrego García, refugiado salvadoreño que en marzo pasado fue detenido y, sin juicio de por medio, enviado a El Salvador, e internado en el CECOT, la mega cárcel de Bukele. Gracias a la presión que ejercieron distintos actores. Kilmar pudo regresar a los Estados Unidos, sin embargo, ahora enfrenta cargos de tráfico de personas.

El estereotipo del latino migrante sin papeles

Otros videos ampliamente difundidos en las distintas redes y plataformas son los relacionados con las detenciones hechas por ICE y por la patrulla fronteriza de personas -migrantes y ciudadanos estadounidenses-. En estas detenciones se puede identificar claramente un patrón: el perfil racial de los detenidos. La inmensa mayoría son personas de tez morena, que corresponden al estereotipo del migrante latino ilegal en los Estados Unidos. La inmensa mayoría son detenidos e interrogados, en ocasiones con violencia y a plena luz del día, en calles y avenidas. Algunos son apañados en sus vehículos, otros son detenidos en plena calle o dentro de los centros de trabajo: supermercados, restaurantes, granjas, campos de cultivo, empacadoras de carne, maquiladoras, obras en construcción, lavados de auto y en lugares donde se concentran los migrantes para ofrecer sus servicios por hora, día o semana - esto generalmente sucede en las inmediaciones de las tiendas donde venden materiales y equipo para la construcción y remodelación-.

Un segundo aspecto que llama la atención en estas detenciones arbitrarias es que los agentes de ICE y la patrulla fronteriza en muchas ocasiones se comunican en español con las personas que someten y detienen. En algunos casos, la pronunciación es clara y sin el característico acento chicano -es decir, de las personas de origen mexicano nacidas en los Estados Unidos-. Ello contrasta con el mismo español de los detenidos (a continuación veremos porqué).

Esto último también tiene que ver también con la perfilación racial. No en pocas ocasiones han sido detenidos brutalmente ciudadanos estadounidenses, algunos de los cuales ni siquiera hablan español, o lo hacen con ese acento chicano del que hablamos antes. En uno de esos videos filmados en California en semanas pasadas se puede ver a Brian Gavidia sometido e interrogado por agentes de migración. En el momento de su detención Brian les dice en inglés: "Soy ciudadano estadounidense, nací en California», a lo que el agente responde: "¿Ah, sí? Entonces dime ¿En qué ciudad y hospital naciste?", "en LA, y del hospital no me acuerdo, pero ya tienen mi ID", les replica Brian.

Otro caso similar es el de Adrian Martinez, un joven de 20 años empleado de Walmart, quien fue arrestado el 18 de junio junto a otros trabajadores, en una redada de ICE en Pico Rivera, también en California. Mientras sometían violentamente a Adrian, la gente les gritaba a los agentes de ICE que él era ciudadano estadounidense. Durante horas permaneció en calidad de desaparecido. Cuando fue presentado tuvo que pagar una multa de 5,000 dólares para obtener su libertad, pues fue acusado de obstruir el trabajo de los oficiales, lo que en Estados Unidos se considera un delito grave.

Este tipo de casos abundan: ciudadanos estadounidenses que por su fisonomía son detenidos por agentes que tienen, en muchos casos, la misma apariencia. Mexicanos y latinoamericanos detenidos por chicanos, en cierta forma detenidos por sus mismos hermanos.

Mientras tanto, a los "Afrikaners" -blancos sudafricanos que acusan al gobierno de su país de ser víctimas de un genocidio, los refugiados del Apatheid- son acogidos por el gobierno de Trump justamente bajo el estatus de refugiados. Lo anteriormente descrito no son casos aislados, son ejemplos de la política racista en materia de migración que impulsa el gobierno de los Estados Unidos. Sin embargo, las protestas contra las detenciones en Los Ángeles, California, y en muchos otros lugares de los Estados Unidos nos muestran que la realidad terminará imponiéndose a los deseos de blanqueamiento.

*Rogelio López es geógrafo y doctor en Urbanismo.

Derechos Humanos
2025-07-02T05:48:00

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