Luto
Falleció Elsa Sánchez, que sufrió la desaparición de su marido, cuatro hijas y dos nietos en la dictadura argentina
BUENOS AIRES (Uypress) – Falleció en Argentina Elsa Sánchez de Oesterheld, que durante la dictadura había sufrido la desaparición de su marido, las cuatro hijas de ambos y dos nietos.
Elsa Sánchez, esposa de Héctor Oesterheld, autor de la historieta "El Eternauta", falleció este domingo a los noventa años de edad, luego de una incansable lucha para saber el destino de nueve miembros de su familia: su esposo, sus cuatro hijas, dos yernos y dos nietos nacidos durante el secuestro de sus hijas. "Lala", como la llamaban, debió sobrevivir a los múltiples embates para criar a su nieto Martín, que le fue entregado por los represores luego de masacrar a sus padres.
"Se fue en paz. La encontramos dormida y nos dejó la tranquilidad de que debía irse porque había dado todo lo que tenía. Es la mujer que me crió tras la desaparición de mis padres y el primer pariente que puedo enterrar, que no es poco", dijo Martín Mórtola Oesterheld sobre su abuela, que tenía 90 años y fue inhumada este lunes a las 14, en el cementerio de la Chacarita.
Elsa conoció a Héctor Oesterheld cuando él estudiaba geología y se ganaba la vida escribiendo libros de divulgación científica para niños. Se casaron en 1947 y cinco años más tarde nació su primera hija, Estela. Luego llegaron Diana, Beatriz y Marina.
A principio de los años 70 del siglo pasado las hijas del matrimonio, ya adolescentes, comenzaron a involucrarse en política y se sumaron a las filas de Montoneros, organización a la que pronto acercarían a su padre. Elsa empezó a preocuparse cuando en 1973 los cinco fueron a Ezeiza a recibir a Perón en su regreso del exilio. Ese día se enojó con su marido. "Yo no puedo excluirme de la lucha en la que está involucrada toda la juventud, incluidas mis hijas, que además es por una causa en la que siempre creí: un país mejor", le objetó él. Si bien nunca dudó de lo justo de la causa, para Elsa el precio de la lucha de su familia fue demasiado alto y siempre sostuvo que fue un error creer que la justicia social no podía lograrse sin violencia, según una nota publicada en Página/12
Tras el golpe del 24 de marzo de 1976, toda su familia pasó a la clandestinidad y luego, uno a uno, fueron secuestrados y ejecutados por los militares. Dos de sus hijas estaban embarazadas y dieron a luz en cautiverio. Elsa sobrevivió, al igual que dos de sus nietos: Fernando, que fue llevado a la casa de sus abuelos paternos, y Martín, que le fue entregado a Elsa. "Ni yo misma puedo decir cómo fue que seguí viva -contó varias décadas después-. Soy un misterio para los psicólogos. Yo creo que Martín me salvó; tenía tres años y yo tenía que ocuparme de él. Creo que saber que estaba totalmente sola para enfrentar la vida me dio fuerza."
"Es una abuela más que se va sin poder abrazar a sus nietos", se lamentaron desde Abuelas de Plaza de Mayo, organismo del que Elsa participaba activamente, y valoraron "su testimonio siempre fresco y reflexivo que supo contribuir a la búsqueda de los nietos y a la construcción del derecho a la identidad".
"Elsa Sánchez de Oesterheld fue una mujer que nos enseñó mucho: a sobrevivir, a luchar y a volver a sonreír. Nadie sabe cómo esa mujer, pequeña de tamaño, fue tan grande contra todo lo que le hicieron los verdugos. Elsa sobrevivió a todo eso, pisando imposibles, luchando siempre por justicia", afirmaron desde la organización HIJOS de Capital Federal.
Su esposo, Héctor Oesterheld, autor de obras como la saga de El Eternauta, Ernie Pike y Mort Cinder, entre otros, fue capturado por efectivos del Ejército en abril de 1977 y luego trasladado a Campo de Mayo. Sobrevivientes de los centros clandestinos de detención aseguran haberlo visto con vida en el centro clandestino de detención de El Vesubio, y se cree que lo asesinaron en la localidad de Mercedes.
Antes había caído su hija Beatriz, en San Isidro, pero Elsa en julio de 1976 logró recuperar el cuerpo de la joven y darle una sepultura, mientras el resto de su familia permanecía en la clandestinidad. Ese mismo mes, Elsa se enteró por los diarios que Diana murió en Tucumán, en un supuesto enfrentamiento, y cuando estaba embarazada de seis meses.
En diciembre de 1977, murieron Marina y Estela, y con ella fue secuestrado Martín, luego entregado por los represores a Elsa para que lo criara.
dfp
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias