ADIÓS
Falleció el artista Carlos Páez Vilaró
24.02.2014
MONTEVIDEO (Uypress) – El artista uruguayo Carlos Páez Vilaró falleció este lunes a los 90 años en Casapueblo, su residencia y museo-taller. Su última aparición pública fue durante las recientes Llamadas, con la comparsa C1080.
El artista montevideano falleció en la madrugada de este lunes 24 tras sufrir un infarto. Será velado en la sala Mario Benedetti de AGADU (Canelones 1130) desde las 20 hs del lunes hasta la medianoche. Mientras que el martes 25, entre las 9 y las 11 horas, será velado en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo, cuando saldrá el cortejo hacia el Cementerio del Norte. Allí será enterrado en el panteón social de AGADU sobre el mediodía.
Páez Vilaró ha sido un embajador del arte uruguayo en el mundo; creador de un sello propio expuesto en pinturas, dibujos, esculturas, murales, cerámicas que pueden verse en Casapueblo, su casa y museo-taller ubicado en Punta Ballena, una visita obligada para cualquier turista que viaje hacia el Este del país.
El pasado 7 de febrero, el artista recibió un reconocimiento de la Intendencia de Montevideo: la comuna homenajeó su figura bautizando a las Llamadas con el nombre 'Carlos Páez Vilaró'. A cambio, el pintor donó un cuadro que recibió como premio la comparsa ganadora y le deseó "larga vida al candombe en Uruguay".
Páez Vilaró participaba de las Llamadas desde hacía 60 años, con dibujos para la ropa de los lubolos, a través de composiciones musicales de candombe, desfilando por Isla de Flores con su tambor y escribiendo varios libros sobre el tema: “Candombe”; “Bahía”; “Candango”; “Affiches”; “La Casa del Negro” “Mediomundo, un mundo de recuerdos” y “Cantos de comparsa".
Este año volvió a desfilar en las Llamadas como parte de C1080, que resultó ganadora del Desfile.
Un hecho que marcó su vida fue la tragedia de los Andes, ocurrida en 1972, de la que su hijo Carlos Miguel fue sobreviviente. Páez Vilaró participó del operativo de búsqueda y rescate en la montaña organizado por el gobierno chileno.
El artista también era padre de Mercedes, Agó, Sebastián, Florencio y Alejandro.
Vida y obra
La página web del artista resume de esta manera una vida intensa, llena de color y trazos gruesos, signada por la caída del sol en Casapueblo:
Carlos Páez Vilaró nació en Montevideo, Uruguay, el 1º de noviembre de 1923.
Marcado por una fuerte vocación artística partió en su juventud a Buenos Aires, donde se vinculó al medio de las artes gráficas, como aprendiz de cajista de imprenta en Barracas y Avellaneda. A su regreso al Uruguay, en la década del 40, motivado por el tema del candombe y la comparsa afro-oriental y vinculándose estrechamente a la vida del conventillo "Mediomundo", entra de lleno a manifestarse en el campo del arte.
Con pasión desenfrenada, Páez Vilaró se entregó totalmente al tema, pintando decenas de cartones, componiendo candombes para las comparsas lubolas, dirigiendo sus coros, decorando sus tambores o actuando como incentivador de un folklore que en ese momento luchaba por imponerse contra la incomprensión.
Lavanderas, velorios, Navidades, mercados, bailongos a la luz de la luna, poblaron los cartones y lienzos de Páez. Agotado el tema, fue inevitable su partida hacia Brasil, donde iniciaría un largo viaje a través de todos aquellos países donde la negritud tenía fuerte presencia: Senegal, Liberia, Congo, República Dominicana. Haití, Camerún, Nigeria...
En ese periplo pintó centenares de obras, realizó múltiples exposiciones y dejó su sello en monumentales murales. Se ha volcado a la pintura, escultura, cerámica, cine y literatura de tal manera y con tanta pasión que dejó en cada arte huellas imborrables.
Conoció a Picasso, Dalí, De Chirico y Calder en sus talleres y vivió con el Dr. Albert Schweitzer en el leprosario de Lambaréné.
Páez Vilaró, integrando la Expedición Francesa "Dahlia", logró realizar en Africa, el film "Batouk", distinguido para clausurar el Festival de Cannes. En toda su vasta trayectoria de realizaciones y a pesar de los viajes y los cambios experimentados en su pintura durante el medio siglo de acción, el artista mantuvo con firmeza su lealtad al tema afro-uruguayo, al que le sigue dedicando las mejores horas o acompañándolo a tambor batiente cuando cada año se celebra la ceremonia de "las llamadas".
El conventillo "Mediomundo", punto de arranque de su obra, fue demolido y con él, su riquísimo historial.
Páez Vilaró, radicado finalmente en Punta Ballena, Uruguay, tiene su taller en la cúpula mayor de Casapueblo, su "escultura habitable", modelada con sus propias manos, sobre los acantilados que miran al mar en Punta Ballena.
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UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias