Preso por “subversión”

Muere el disidente chino y Premio Nobel de la Paz, Liu Xiaobo

13.07.2017

BEIJING (Uypress) – A los 61 años y víctima de un cáncer de hígado diagnosticado muy tardíamente, falleció el disidente chino Liu Xiaobo, Premio Nobel de la Paz 2010.

 

El anuncio fue realizado por el Ayuntamiento de Sheyang, ciudad donde se encontraba internado en un hospital. Liu cumplía una condena a once años de prisión por "subversión", y el cáncer le fue diagnosticado en la cárcel, en forma bastante tardía. Una silla vacía le representó en la concesión del Nobel de la Paz en Oslo en 2010.

Liu pasó sus últimos días en el hospital universitario número uno de Shenyang, en el noreste de China, a donde fue trasladado después de que se le descubriera el cáncer, el 23 de mayo. Escasísimos allegados pudieron visitarle, incluida su esposa, la poeta Liu Xia, ella misma desde 2010 en arresto domiciliario aunque nunca se ha presentado ningún cargo en su contra. El establecimiento estaba vigilado por fuerzas de seguridad; las habitaciones cercanas a la suya se habían vaciado. El acceso de personal no autorizado estaba completamente prohibido. Amigos de la pareja se vieron impedidos de acercarse, o siquiera viajar, al hospital, informa El País de Madrid.

Se trata del  primer premio Nobel de la Paz que muere en cautiverio desde 1938, cuando el pacifista Carl von Ossietzky murió en el hospital mientras le retenía el régimen nazi en Alemania.

Estudió literatura china en la Universidad Normal de Pekín, donde pasaría a ser profesor. En los años ochenta, durante la breve primavera intelectual de China, se convirtió en uno de sus intelectuales más destacados. Brillante crítico literario, con un sentido del humor mordaz y de ideas mucho más liberales que su entorno, recibía con frecuencia solicitudes para dar clase en el extranjero. Aunque una vez en el exterior, se desilusionaría también con el modelo político occidental.

La protesta estudiantil de 1989, con epicentro en la plaza de Tienanmén (Plaza de la Puerta de la Paz Celestial) lo encontró dictando conferencias en la Universidad de Columbia, en los Estados Unidos.

En las protestas, conocidas también como masacre de Tienanmén, el gobierno chino reprimió ferozmente los reclamos de los grupos disidentes encabezados por estudiantes, que se enfrentaban al régimen del Partido Comunista,  que calificaban de corrupto y represivo. El Gobierno declaró la ley marcial el 20 de mayo de 1989, y en la noche del 3 de junio envió tanques e infantería. De acuerdo a diferentes versiones hubo entre 400 y 2600 muertos (nunca se supo la cifra exacta) y entre 7.000 y 10.000 heridos.

En ese momento, Liu no vaciló y tomó un avión de regreso a su país para solidarizarse con los estudiantes. Organizó una huelga de hambre en su apoyo, y cuando se proclamó la ley marcial y todo tocaba a su fin, negoció un acuerdo con los militares para que se permitiera a los alumnos regresar ilesos a sus centros de estudio. Fueron los jóvenes, recordaría más tarde, quienes se negaron a abandonar la plaza. A ellos les dedicaría en 2010 su Nobel de la Paz.

Tras la matanza, Liu fue condenado a dos años de prisión por "incitación y propósitos contrarrevolucionarios". Sería la primera de una larga serie de encarcelamientos: la segunda, una pena de tres años, llegaría en 1996.

Se le había prohibido enseñar y publicar en China. Pero sí podía hacerlo en el extranjero, y lo hizo en abundancia, en Hong Kong, en Taiwán y el resto del mundo. Tuvo múltiples ocasiones para exiliarse y empezar una nueva vida en otro lugar pero las rechazó todas.

En 2008 promovió y redactó la Carta 08, un osado documento inspirado en la Carta-77 que Vaclav Havel y otros disidentes checoslovacos habían redactado en 1977 contra el régimen comunista. El texto, de 303 firmantes iniciales, pedía el reconocimiento de la libertad, la igualdad y los derechos humanos como valores universales; la división de poderes, un poder judicial independiente o la libertad de información eran otras de las peticiones.

El 8 de diciembre de 2008, un día antes de la fecha prevista para la distribución del documento, Liu era detenido. Su arresto formal se anunciaba seis meses después. Fue finalmente condenado a once años el día de Navidad de 2009.

Liu permaneció en prisión más de la mitad de su prisión con la poeta Liu Xia. Liu Xia solo pudo reencontrarse con su marido en los últimos momentos de su vida, pues el gobierno chino le ordenó arresto domiciliario a la escritora hace siete años, informa la BBC.

La familia pretendía que Liu y su esposa viajaran al extranjero para que él pudiera recibir tratamiento médico y para que ella, una vez fallecido el activista, pudiera vivir lejos del régimen de Pekín. Sin embargo, las autoridades se negaron esgrimiendo que es un "asunto interno". "Esperamos que los países implicados respeten la soberanía china", ha insistido en los últimos días el portavoz del Ministerio de Exteriores, Geng Shuang.

 

 

Derechos Humanos
2017-07-13T19:47:00

UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias