Reconocimiento
Obras de Le Corbusier declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO
18.07.2016
ESTAMBUL (Uypress) – Un total de 17 obras del gran maestro de la arquitectura Le Corbusier fueron declaradas Patrimonio Mundial por parte de la UNESCO.
Edificio L'Unité d'Habitation, en Marsella, obra de Le Corbusier de 1952.
17 obras de Le Corbusier fueron declaradas este domingo Patrimonio Mundial por la Unesco en la 40ª reunión, celebrada desde el pasado 10 de julio en Estambul y que fue suspendida el sábado por el intento de golpe de Estado en Turquía. Que sean tantos edificios, en lugares tan distantes como Bélgica y Japón, que sean algunas de las obras más famosas, pero también varias de las menos conocidas las que hayan sido consideradas prototípicas de su trabajo y seminales de la nueva arquitectura sitúa al suizo a la cabeza de la modernidad. Charles Édouard Jeanneret-Gris, más conocido a partir de la década de 1920 como Le Corbusier (La Chaux-de-Fonds, Suiza, 1887- Roquebrune-Cap-Martin, Francia, 1965) -un Picasso de la arquitectura por los diversos idearios e idiomas plásticos que logró construir- ha sido resumido en 17 inmuebles clave por el comité internacional de expertos que ha firmado su candidatura. Que de Frank Lloyd Wright sólo se sopesara un par de trabajos y que del brasileño Oscar Niemeyer se contemplara sólo Pampulha, da cuenta del valor pionero que la Unesco atribuye a Le Corbusier.
Lo icónico y lo cotidiano, la densidad urbana y las nuevas técnicas constructivas, la ciudad y la cabaña, lo sagrado y lo mundano, todo cupo en la obra de este pintor hijo de un relojero suizo que, tras construir la casa de sus padres, dedicó una década de su vida a viajar por culturas ajenas a la suya. Con la digestión de ese bagaje, un singular don plástico y una enorme capacidad de riesgo se convirtió en el gran maestro de la arquitectura moderna.
La candidatura de Le Corbusier había intentado sin éxito conseguir la protección de la Unesco en dos ocasiones. Su legado resume la arquitectura del siglo XX. Desde la casa que levantó para sus padres, en 1924, hasta El Cabanon, de apenas 12 metros cuadrados, en Cap Martin, junto a la que se ahogó en 1965. Entre medias: sublimes edificios religiosos -Ronchamp y La Tourette-, propuestas de convivencia urbana -L'Unité de Habitation, en Marsella, apoyado en pilotes, con jardín en la azotea y una planta de comercios internos-, o la normalidad de la casa del médico Pedro Curutchet, en La Plata, Argentina. El reconocimiento de la Unesco sitúa por fin la modernidad a la altura del mejor gótico.
Fuente: El País de Madrid
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias