Para vuelos menores a 900 quilómetros

Renacimiento de los aviones a hélice

17.11.2014

MADRID (Uypress) – Los aviones a hélice, relegados a un segundo plano luego de la Segunda Guerra Mundial, parecen estar recuperando terreno para vuelos menores a 900 quilómetros, en los cuales tendrían un mejor desempeño.

 

Tras la Segunda Guerra Mundial, la economía inclinó la balanza del lado de los aviones más rápidos y capaces de cubrir largas distancias, por lo que la investigación se centró en los reactores, según se destaca en la edición de este mes de la revista Investigación & Ciencia, en un artículo de Dillow Clay.

Así, mientras la técnica de los turboventiladores avanzaba a buen paso, los aviones a hélices se quedaron prácticamente donde estaban.

Sin embargo, de acuerdo a la publicación, "esa situación podría cambiar dentro de poco. El encarecimiento del combustible y el aumento de la demanda de vuelos cortos durante los últimos diez años han provocado que las líneas aéreas recuperen su interés por los aviones más pequeños y eficientes. Ante tales perspectivas, los ingenieros han vuelto sobre los desfasados motores turbohélice. Se espera que, a finales de esta década, una nueva generación de aviones de hélice vea la luz".

Según el artículo de Investigación & Ciencia, de acuerdo a un estudio de mercado del fabricante canadiense Bombardier, "las aeronaves impulsadas por turbohélices sumaron cerca de la mitad de los aviones de pasajeros de entre 20 y 99 asientos entregados en 2013", algo que no sucedía desde la década de 1990.

Ese aumento de la demanda se debe a que, para vuelos de menos de 900 kilómetros, los motores turbohélice aprovechan mucho mejor el combustible que los turboventiladores, los cuales solo alcanzan su máxima eficiencia en altitudes de crucero.

Sin embargo, no todas son ventajas. "Ese buen rendimiento viene a expensas de una menor velocidad de vuelo y un ruido y vibraciones incómodos para los pasajeros" se afirma en la nota, lo cual conduce a que las aerolíneas procuren innovaciones en los motores turbohélice.

Los ingenieros de Dowty Propellers, de General Electric Aviation están estudiando con nuevas herramientas la interacción entre la hélice, la góndola del motor y las alas de la nave y gracias a los avances computacionales en dinámica de fluidos, los científicos de la compañía de Gloucester no solo están diseñando paletas cuya forma incrementa la eficiencia, sino reconsiderando la disposición de la hélice en su conjunto.

"Los ingenieros de Dowty han explorado dos nuevas técnicas para espaciar las hélices de ocho paletas. Una las coloca de manera desigual alrededor del cubo de la hélice; la otra las escalona siguiendo un eje, con cuatro de ellas situadas por delante del resto. Tales disposiciones modifican las frecuencias audibles que se generan durante el vuelo. La compañía ya ha comenzado a reclutar voluntarios para que experimenten el ruido que se produce en la cabina y decidir cuáles prefieren" se afirma en la nota.

Según el ingeniero aeronáutico Lakshmi Sankar, del Instituto de Tecnología de Georgia, la siguiente generación de helicópteros encargada por el Departamento de Defensa de EE.UU. también requerirá hélices avanzadas, al igual que los próximos vehículos aéreos no tripulados. La investigación en dinámica de fluidos computacional llevada a cabo por el Centro de Investigaciones Glenn de la NASA y por el Instituto de Tecnología de Georgia se está aplicando ya a los diseños de algunos proveedores; entre ellos, Dowty y UTC Aerospace Systems, en Carolina del Norte.

 

dfp

 

Ciencia y Tecnología
2014-11-17T07:49:00

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