ETERNAS
Un mega proyecto para salvar las ruinas
25.01.2013
ITALIA (Uypress) - La Unión Europea y la UNESCO presentaron un plan de salvataje. Piensan invertir 105 millones de euros en las restauraciones más urgentes de las magníficas reliquias romanas.
Hace siglos el Vesubio es un volcán durmiente, aunque dos millones de personas que viven en torno de la zona del golfo de Nápoles se aterrorizan con la idea de que vuelva a despertarse. En esa última erupción en año 79 fue devastadora, sepultó debajo de cinco metros de cenizas y pequeños pedazos de lava sólida a la ciudad romana de Pompeya, donde habitaban cerca de veinte mil personas.
Pompeya es una de las maravillas arqueológicas del mundo porque la erupción sepultó y guardó todo lo que había allí. Con los siglos, las excavaciones, han descubierto 44 de las 66 hectáreas que quedaron bajo los desechos del Vesubio. Un tesoro inigualable de casas, decoraciones, estadios, y hasta el vacío de los cuerpos que permitieron llenarlo con calcos perfectos de los cuerpos que hoy se exhiben en los museos pompeyanos.
Más de dos millones de visitantes admiran las hectáreas abiertas al público, la degradación del patrimonio arqueológico se ha agravado mucho en los últimos años. En 2010, el derrumbe de la Casa de los Gladiadores advirtió que se había llegado al límite. Desde entonces cayeron otra media docena de muros, la falta de mantenimiento y el agua que corroe los cimientos.
La Unión Europea y la UNESCO, la organización de las Naciones Unidas que declaró patrimonio de la humanidad a Pompeya, han lanzado el Gran Proyecto para salvarla, presentado a la prensa internacional.
Son 105 millones de euros que desde ahora hasta 2015 deben ser empleados en cinco planes de intervención para hacer las restauraciones más urgentes. En seis meses, la Unión Europea quiere que los resultados estén a la vista y se ha creado un mecanismo para impedir que los trabajos caigan en manos de la mafia napolitana, la legendaria camorra.
Los trabajos incluirán la restauración de las magníficas pinturas a fresco en la Casa dei Dioscuri y muchas otras residencias de ricos. También la piazza Esedra, el viale (avenida) delle Ginestre, los teatros, las termas Stabiane, la bella vía de la Abbondanza. Otro aspecto importante son las más de diez mil inscripciones, dibujos en las paredes y pinturas que durante siglos dejaron ignotos ciudadanos o esclavos y que forman una parte fundamental de la historia de Pompeya. En el siglo sexto antes de Cristo la ciudad era ya un importante cruce de caminos y tráficos comerciales, pero los primeros poblados se remontan a dos mil años antes.
La curiosidad del público también tiene una atracción especial por el lupanar pleno de decoraciones. El arqueólogo Pietro Guzzo, que ha escrito un libro sobre el fenómeno de la prostitución en la época romana, afirma que hoy muchos creen que Roma era una continua bacanal. “En realidad, el Eros desenfrenado en Pompeya era una fuente de rédito muy importante para los ricos, que regulaban los placeres carnales como en el resto del imperio romano. En Roma había un centenar de burdeles”, expresó.
En el lupanar de Pompeya se han encontrado 59 relieves artísticos con prácticas sexuales pagadas, que explicaban los 'mil modos' de hacerlo en bellos frescos que ahora están nuevamente en restauración.
El arqueólogo Guzzo explica que: 'Muchos no saben que la prostitución estaba prohibida a las mujeres y hombres libres de Roma, que si violaban esta norma estricta perdían muchos derechos civiles. Eran los esclavos y los libertos, los que no tenían derechos y por lo tanto tampoco deberes, los que vendían su cuerpo en el lupanar, en las termas y en otros lugares de la ciudad. Pero todos estaban con patrimonio al servicio de sus ricos patrones, que controlaban el negocio de la prostitución'.
En las principales villas residenciales de los poderosos, como en la Casa dei Vettii y la Casa del Centenario, hay pequeños ambientes con coloridas escenas eróticas. Eran lugares donde los 'dominus' ponían a disposición sus esclavos, mujeres y varones adolescentes.
'El sexo pagado contribuía bastante a la actividad económica de la época romana', concluyó Guzzo.
r.c.
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias