Vende
Una réplica del búnker de Hitler es la nueva atracción de Berlín
06.01.2017
BERLIN (Uypress)- Historiale, una compañía privada que dirige el Museo Berlin Story, construyó una réplica del búnker de Hitler en Berlín, a unos 1,6 km del lugar original.
¿Qué hacer con los edificios asociados con la vida y muerte de Hitler? En Austria quieren borrarlos pero en Alemania parecen querer escoger otro tipo de funciones.
Tras décadas de indecisión y retrasos el gobierno austriaco está movilizándose para demoler o remodelar drásticamente la casa donde Hitler nació de tal modo que nunca se convierta en un santuario para neonazis.
En Berlín, donde las autoridades adoptan un tono sombrío ante los terribles sucesos de la Segunda Guerra Mundial, la cosa es distinta. La mayoría de los lugares emblemáticos del gobierno nazi se demolieron hace años pero una compañía comercial ahora está recreando uno de ellos como una atracción turística: el búnker donde Hitler se suicidó en 1945.
Historiale, que también dirige el Museo Berlin Story, construyó el nuevo búnker a unos 1,6 km del original. Wieland Giebel de Berlin Story dice que la intención era mostrar a los turistas más sobre el pasado de la ciudad.
La compañía atrajo cierta publicidad al invitar a decenas de corresponsales extranjeros al tour de inauguración en otoño, y después abrió sus puertas al público con visitas guiadas dos veces al día. Giebel comentó que cada tour contaba con la presencia de al menos 30 visitantes, por 12,5 dólares por persona.
La empresa Historiale hace visitas guiadas por la réplica del búnker, con una duración de cerca de 90 minutos y a un costo de 12 dólares por persona.
Al igual que el museo, la visita guiada del búnker parece satisfacer un apetito que varios expertos han reconocido: Hitler vende.
"Claro que vende, de eso no hay duda", dijo Stefanie Endlich, profesora de la Universidad de Artes en Berlín y experta en arte nazi. "Pero todos estos nuevos montajes de situaciones del Nacional Socialismo son un tanto inquietantes".
Los historiadores en instituciones financiadas por el Estado alemán como el ampliamente reconocido centro de Topografía del Terror, que se encuentra muy cerca de ahí, también se vieron trastornados por la empresa de Giebel.
"No trabajamos con escenarios", manifestó Kay-Uwe von Damaros, vocero del centro. Además de eso dijo que Giebel "pide que se pague una cuota de ingreso, nosotros no".
Kay-Uwe von Damaros calculó que cerca de 1,3 millones de personas visitaron la exposición de Topografía del Terror, un recuento denso y desalentador de cómo los nazis subieron al poder, gobernaron y destruyeron. "Esto muestra que el interés en trabajar con esta narrativa sigue siendo elevado", comentó.
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias