ESPAÑA
Sánchez no logra ser investido presidente en primera votación y deberá esperar al martes
05.01.2020
MADRID (Uypress)- El candidato a la Presidencia del Gobierno de España, el socialista Pedro Sánchez, no logró ser investido durante la primera votación en el Congreso de los Diputados: 166 votos a favor, 165 en contra y 18 abstenciones, marcan que Sánchez deberá esperar la segunda y última votación, programada para el 7 de enero.
@Susana Vera / Reuters / Sputnik
"No habiendo alcanzado el candidato propuesto la mayoría absoluta, procede someter la misma propuesta a votación 48 horas después", proclamó la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, tras finalizar la votación.
Tal y como estaba previsto, Pedro Sánchez no ha superado la primera votación de investidura para la que se requiere mayoría absoluta de 176 votos. El candidato a la presidencia del gobierno ha logrado 166 apoyos, los 120 del PSOE y 34 de Unidas Podemos, que esperan gobernar en coalición con los socialistas. La diputada Aina Vidal de la formación morada no ha podido votar, porque está enferma y no ha pedido el voto telemático.
Sí lo han hecho a favor de Sánchez los dos diputados de Más País, el partido de Íñigo Errejón, los seis del PNV, incluido Íñigo Barandiaran, que también está enfermo, pero que ha emitido su sufragio por vía telemática, y los de Compromís, Teruel Existe, BNG y Nueva Canarias.
La negativa a la investidura de Sánchez alcanzó la cifra de 165 al sumar 89 votos del PP, 52 de Vox, 10 de Ciudadanos, 8 de JxCat, 2 de la CUP y los de Navarra Suma, Coalición Canarias, Foro Asturias y el Partido Regionalista de Cantabria. Los 13 diputados de ERC y los cinco de Bildu (izquierda vasca) se abstuvieron como habían pactado con Sánchez.
A diferencia de esta primera votación, en la segunda el candidato socialista no necesitará una mayoría absoluta de síes (176). Será necesario únicamente más síes que noes. Siempre fue este el plan del Partido Socialista desde que ganase las elecciones generales el 10 de noviembre de 2019.
Esta primera votación ha estado marcada por los reproches entre los nacionalistas de izquierda vascos, y Vox, el Partido Popular y Ciudadanos. La diputada de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, recibió durante su intervención gritos de "asesinos", "pide perdón" y "viva el Rey" por defender la figura de Arnaldo Otegi, antiguo simpatizante de ETA, y por llamar al rey Felipe VI "cobarde".
El martes, segunda votación
Ahora, y según marca el reglamento del Congreso, hay que esperar 48 horas para celebrar una segunda votación en la que será suficiente con que el candidato logre más síes que nos para que resulte investido. Así, Sánchez queda emplazado para el martes cuando, si nada se tuerce, dado lo ajustado de los números, saldrá del Congreso convertido en el primer presidente de un gobierno de coalición en España con 167 votos a favor, 165 en contra y 18 abstenciones.
Nada asegura que no haya "sorpresas" de última hora: En esta primera votación, Sánchez perdió el voto del Partido Regionalista de Cantabria, que no ve con buenos ojos el pacto de los socialistas con ERC (izquierda independentista catalana), y el voto de Coalición Canaria, que fue maniatado para abstenerse, pero votó en contra.
El Programa de Sánchez
Tiene un marcado carácter de izquierda, basándose en que él mismo definió como un "patriotismo social": subir los impuestos a las rentas más elevadas para poner financiar programas sociales.
Otro punto destacado es la iniciativa para crear una mesa de diálogo "bilateral" con el Gobierno catalán en busca de soluciones al "conflicto político", que responde a una exigencia del partido independentista ERC, que "entrega" su abstención para permitir la investidura de Sánchez en segunda vuelta a cambio de la creación de dicha mesa, de la que debe salir una propuesta política para la resolución del conflicto que, obligatoriamente, será sometida a votación entre la ciudadanía de Cataluña.
Para Sánchez resulta imprescindible que el diálogo entre el Estado y Cataluña se desarrolle "dentro de la ley", aunque admitió que "la ley por sí sola tampoco basta" y se mostró dispuesto a analizar cualquier propuesta para "dejar de acumular agravios", todo ello con el objetivo de "vivir en concordia" en "un país unido en su diversidad".
En esa mesa, los partidos independentistas podrán plantear su petición de un referéndum de autodeterminación para Cataluña, aunque Sánchez ya dejó claro que su intención es que el diálogo sirva para someter a votación un acuerdo de renovación de la convivencia, no de ruptura.
Debate
La iniciativa fue recibida con una gran indignación por parte de los partidos de la derecha y la ultraderecha española, que a lo largo del debate calificaron en distintas ocasiones a Sánchez como un "traidor" por pactar con "separatistas" que "quieren romper España".
Pablo Casado, líder del conservador Partido Popular, dijo que Sánchez formará "el Ejecutivo más radical de nuestra historia democrática, con comunistas, asesores de dictadores bananeros (...) y separatistas".
Por ello, el primer partido de la oposición prometió que luchará contra el próximo Gobierno tanto en el Congreso de los Diputados como en las calles e incluso en los tribunales si se da ocasión para ello.
Por su parte, Sánchez respondió acusando a los conservadores de adoptar el discurso de la ultraderecha para crear un alarmismo que no se corresponde con la realidad, porque con la investidura "no se va a romper España y no se va a romper la Constitución" sino que "lo que se va a romper es el bloqueo al Gobierno progresista elegido democráticamente por los españoles".
El debate, plagado de descalificaciones y salidas de tono, sirvió para palpar el elevado nivel de crispación de la política española de cara a la investidura y, sobre todo, para anticipar que el Gobierno de Sánchez tendrá una oposición feroz por parte de la bancada de la derecha.
Ante ese escenario, las formaciones de izquierda dieron síntomas de su intención de permanecer cohesionados para defender al que será el primer Ejecutivo de coalición de la historia reciente de España, un país hasta hace poco acostumbrado al rodillo de las mayorías parlamentarias y los Gobiernos monocolor.
El líder de Unidos Podemos y futuro vicepresidente, Pablo Iglesias, dijo ser consciente de que el próximo Gobierno de España se creará "muchos enemigos" en su intento por "recuperar derechos y libertades arrebatados a los ciudadanos en la última década", lo que a su modo de ver es "la mejor forma de combatir a la ultraderecha.
"El próximo Gobierno tendrá muchos enemigos; tendrá en contra a poderes económicos y financieros con sus brazos mediáticos preparados para combatir; habrá quizás también algaradas callejeras y puede que también haya algunos togados que pongan por delante su ideología reaccionaria respecto al derecho", afirmó Iglesias, que no obstante animó a Sánchez a mostrarse impermeables a estas críticas.
"Pedro, estarás al frente de una coalición progresista histórica y para nosotros será un honor caminar junto a vosotros. ¡Sí se puede! ¡Adelante, presidente!", dijo Iglesias al cierre de su intervención.
Por su parte, Sánchez se mostró "francamente ilusionado" de que las izquierdas españolas se hayan puesto de acuerdo "por primera vez en décadas" para romper el bloqueo político que mantenía al Gobierno de España en funciones desde hace casi un año.
El Gobierno de Sánchez, que salvo sorpresa mayor conseguirá el visto bueno del Congreso el 7 de enero, intentará instalar una agenda progresista en el Palacio de la Moncloa para los próximos cuatro años, aunque no escapa a los ojos de nadie que la legislatura nace amenazada desde el primer día por la inestabilidad derivada de la fragmentación parlamentaria y los bandazos del conflicto catalán.
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias