UY Press - Agencia uruguaya de noticias

06.05.2020

Según la hipótesis Gaia, la atmósfera y la superficie de la Tierra se comportan como un sistema interactivo donde la vida, su componente característico, se encarga de autorregular las condiciones esenciales.

La hipótesis fue desarrollada por el químico inglés James Lovelock en 1969? y tanto sea considerada como ciencia o como metáfora, ha contribuido al desarrollo de la ecología y al estudio de problemas tales como el calentamiento global y la conservación del medio ambiente.

Con el tremendo aumento de la población mundial - más la cantidad de coches circulando, aviones volando y el incremento del turismo en las últimas décadas - una pandemia era inevitable. Muchos la anunciaron. Pero si bien, dolorosa y cruel para los humanos, está resultando una bendición para el planeta. Cielos y aguas más limpias. Aires más puros.

Entonces, ¿no habría que pensar en vedas periódicas en las que no se pudiera usar vehículos con motores a combustión interna? Un período de abstinencia en que nadie utilizara transportes que quemen combustibles. Un mes al año en que no vuelen aviones y solo circulen vehículos eléctricos. Enero en el hemisferio norte, julio en el hemisferio sur y el mes de Ramadán en los países musulmanes (entre abril y mayo). 

Ante el fracaso o la lentitud de otras medidas que se intentan para reducir las emisiones de dióxido de carbono, estas vedas le darían al planeta un poco de respiro, una pausa para que se recupere un poco, antes de seguir castigándolo. Serían además un gran estímulo para el desarrollo de los vehículos eléctricos y las tecnologías de generación eléctrica no térmicas. Seguramente serían resistidas por muchos pero no imposibles de implementar si la comunidad mundial se lo propone seriamente. Toda crisis puede enseñarnos algo. Quizás Gaia no sea tan solo una metáfora y nos esté mostrando hoy, con uno de sus recursos inesperados y sorprendentes, el castigo y el remedio.

Juan Carlos Pesok

05/05/2020