Son memoria, son presente

Charles Carrera

20.05.2020

Aquel 20 de mayo sería el primero sin su presencia; aquella pequeña gigante que encabezaba cada marcha dejaría un inmenso vacío. Un hueco inmensurable que ni la multitudinaria presencia silenciosa de esa noche podría llenar.

Había partido casi en silencio, un silencio que se convirtió en inmenso grito y llenó la calzada de aquella lluviosa noche del 20 de mayo de 2019. La marcha extrañaría los pequeños pero firmes pasos de una vieja madre que recorrió cuarteles y despachos, vio pasar gobiernos y abrigó la esperanza de encontrar una verdad que le negaron siempre.Las gotas empezaron a caer lentamente, a poco de iniciada la marcha ya era una lluvia torrencial; la masa humana siguió creciendo y fue de las más grandes que recuerde.

El cielo descargaba su pesar y devolvía las millones de lágrimas vertidas por tantas madres que -como Luisa- buscaron la verdad del destino de sus hijos. Madres, padres, hijos, familiares todos que siguen buscando esa verdad negada durante años. Ni con el intento del desaparecido cura Perico Pérez Aguirre, quien siendo parte del SERPAJ ofreció el secreto de confesión para conocer el destino de los desaparecidos, pudo llegarse a esa verdad que permanece oculta de manera infame.

Aquella noche cada gota pesaba demasiado, traían consigo el dolor acumulado de muchos años de búsqueda inconclusa, de puertas cerradas, de pistas falsas, de kilómetros recorridos tras una verdad negada una y otra vez. Así golpeados por aquellas lágrimas que nos impactaban a cada paso, fuimos avanzando con la pesada carga de saber que en ese recorrido no estaba ella, la madre que representaba a todo un movimiento de familiares que buscan el destino de sus seres queridos.

Como cada año dijimos PRESENTE por todos y cada uno de nuestros desaparecidos, esos que ya han superado los lazos familiares más próximos para ser parte de todos y cada uno de los que acompañamos la causa. Ya no es una cuestión solo de Familiares, es una causa nacional que nos involucra y por la que vamos a seguir preguntando: ¿Dónde están?Este año será distinto, una pandemia nos condiciona y nos pone en aislamiento social para evitar su propagación. Pero ello no será obstáculo para hacer que el silencio se convierta en un ensordecedor grito que inunde -nuevamente- nuestra principal avenida. Y que ese mismo y brutal silencio se replique a lo largo y ancho de todo el país, siguiendo la misma premisa de cumplir con el aislamiento.

Será una singular marcha sí, especial también, pero tan intensa y movilizadora como las anteriores, Será diferente a todas, como lo también lo serán las que vendrán, esas que sumarán nuevos pasos, y nuevas ausencias de "Felipes". Presencias y ausencias que marcharán juntas por la misma causa y con la misma motivación se siempre: que se conozca la verdad y se haga justicia.

Este año -además- se suman insólitas actitudes que dan muestra de una carencia de sensibilidad que no se explica. A la negativa de otorgar la cadena nacional -que la emergencia sanitaria hacía casi necesaria- se sumaron otras negativas que confirmaron la absoluta falta de sensibilidad con la causa de Familiares. La mezquina actitud de ediles oficialistas impidieron modificar el nomenclator capitalino para darle nombre a pasajes de La Tablada con el nombre de tres desaparecidos.

Lo que no te mata te fortalece, dice una expresión popular y estos hechos no serán la excepción. Lejos de ser derrotada, la causa se fortalece con esas actitudes, conductas que sublevan y nos impulsan a redoblar el esfuerzo para seguir sumando voluntad y decisión en la búsqueda de esa verdad que siguen negando.

La hipocresía no es buena consejera, la soberbia mucho menos.

Vendrán tiempos duros, tiempos en los que deberemos estar fuertes y unidos para que, cuando todo pase, llenemos las calles para gritar un fuerte y claro PRESENTE una vez más...

 

Senador Charles Carrera Leal
MPP - Espacio 609 - FRENTE AMPLIO

Columnistas
2020-05-20T08:01:00

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