Nuestro Pit-Cnt y la crisis. (Abordando eso gris, que parece la teoría).
Jorge Aniceto Molinari
15.06.2020
A PROPOSITO DE LAS DECLARACIONES DE FERNANDO PEREIRA.
El compañero Fernando Pereira Presidente de nuestra central sindical se refiere en un reportaje a "La Diaria" que es un mal momento para negociar.
Discrepamos, nunca antes en la historia de la humanidad la clase trabajadora tuvo la oportunidad de tomar los problemas del empleo y del salario con la generalidad ecuménica que presenta en este momento.
¿Qué es lo que falta? El programa para superar esta crisis y poder poner todo el aparato productivo al servicio de la humanidad.
A ello nos referimos cuando decimos que debe haber una unidad de moneda única y universal y que los sistemas impositivos deben ser sobre la circulación del dinero, dando muerte a los paraísos fiscales y a los impuestos al consumo, a los salarios y a las pensiones, haciendo ilegal toda transacción que no esté debidamente registrada donde la sociedad democráticamente lo determine.
El gobierno de Uruguay ha obrado con respaldo científico en el enfrentamiento al corona virus, porque no entonces convocar a todos los economistas del mundo, a las centrales sindicales, a los partido políticos a buscar una solución global al problema que hoy nos afecta a todos.
El PIT-CNT tiene autoridad para poder hacerlo como lo tienen sindicatos como AEBU que en la crisis del 2002 se pusieron al hombro su salida.
Honestamente, pero están dando una visión fatalista de la crisis. El tema es que con distinto grado de consecuencias la crisis abarca a todos. Los modos de producción como los seres humanos, nacen, se desarrollan y decrecen, con la diferencia que estos primero pierden su predominancia y luego en el curso de decenas de años, desaparecen como ocurre con la revolución burguesa y el feudalismo. No sé y no creo que lo sepamos cómo es que se desarrolló esta cepa de un virus, que existe antes que el ser humano sobre la tierra, si sabemos que hoy la propagación es mayor porque las comunicaciones son infinitamente mayores.
La humanidad ya está en condiciones de que cada ser humano con un control social y democrático, tenga una ficha médica digital y a la vez el acceso a un examen que de manera no invasiva pueda darle la historia de lo que ha sido sus enfermedades padecidas y de las que pueda padecer en el futuro. Y si esto no se hace es por los intereses de las grandes corporaciones médicas y farmacéuticas. Instrumentado esto el brote de una epidemia como esta hubiera podido ser rápidamente detectada y aislada. Hoy más allá de las medidas adoptadas se necesita de una vacuna.
La crisis de la predominancia del modo de producción capitalista es además irreversible, el capitalismo no restablece su desarrollo en aquellos países en que ese desarrollo se ha agotado. Su base, la del capitalismo, es el libre comercio, y hoy el centro del libre comercio en el mundo está en China y su entorno, gobernada por el partido Comunista. Y aún que muera media humanidad esto no tiene vuelta, es lo que están hoy aprendiendo los pueblos del mundo. Si es cierto el fascismo siempre en última instancia busca exterminar como lo hizo en Alemania, pero van a terminar como terminaron en la segunda guerra mundial o en el mundo actual donde China está dando una prueba de la corrección del desarrollo de las ideas liberadoras de la sociedad, aún con la falta de una proyección universal.
Lo que necesitamos es unirnos en un programa que permita que esta predominancia muera en paz y se puedan dar los pasos para el nacimiento de una etapa superior y eso requiere que la moneda sea única y universal y que los impuestos sean sobre la circulación del dinero, dando muerte a los paraísos fiscales y a los sistemas impositivos basados en el consumo, los salarios y las pensiones.
El grave problema es que la izquierda hoy está en otra cosa soñando con gobernar su Estado y que la economía sea estatizada, o que le permita ocupar los cargos administrativos a su gente.
El Uruguay por ejemplo ya no va a poder, en estas condiciones, recuperar su equilibrio y aunque hubiera gobernado la izquierda, que en su momento pudo aprovechar bien la coyuntura, y no llegó a un programa para su continuidad en el gobierno, pero eso ya fue.
Escribía Carlos Marx:
Estas relaciones de producción en su conjunto constituyen la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la cual se erige la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de vida social, política y espiritual en general. No es la conciencia de los hombres la que determina su ser, sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia. En cierta fase de su desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes, o bien, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad en el seno de las cuales se han desenvuelto hasta entonces. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas. Y se abre así una época de revolución social. Al cambiar la base económica, se transforma más o menos rápidamente toda la superestructura inmensa. Cuando se examinan tales transformaciones, es preciso siempre distinguir entre la transformación material -que se puede hacer constar con la exactitud propia de las ciencias naturales- de las condiciones de producción económicas y las formas jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas, en breve, las formas ideológicas bajo las cuales los hombres toman conciencia de este conflicto y luchan por resolverlo. Del mismo modo que no se puede juzgar a un individuo por lo que piensa de sí mismo, tampoco se puede juzgar a semejante época de transformación por su conciencia; es preciso, al contrario, explicar esta conciencia por las contradicciones de la vida material, por el conflicto existente entre las fuerzas productivas sociales y las relaciones de producción. Una formación social no desaparece nunca antes de que se desarrollen todas las fuerzas productivas que caben dentro de ella, y jamás aparecen relaciones de producción nuevas y superiores antes de que hayan madurado, en el seno de la propia sociedad antigua, las condiciones materiales para su existencia. Por eso la humanidad se plantea siempre únicamente los problemas que puede resolver, pues un examen más detenido muestra siempre que el propio problema no surge sino cuando las condiciones materiales para resolverlo ya existen o, por lo menos, están en vías de formación. A grandes rasgos, el modo de producción asiático, el antiguo, el feudal y el burgués moderno pueden designarse como épocas de progreso en la formación social económica. Las relaciones de producción burguesas son la última forma antagónica del proceso social de producción, antagónica, no en el sentido de un antagonismo individual, sino de un antagonismo que emana de las condiciones sociales de vida de los individuos. Pero las fuerzas productivas que se desarrollan en el seno de la sociedad burguesa brindan, al mismo tiempo, las condiciones materiales para resolver dicho antagonismo. Con esta formación social se cierra, pues, la prehistoria de la sociedad humana.
Jorge Aniceto Molinari
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias