¡Si, Álvaro Villar, Maduro es un dictador!

José W. Legaspi

08.08.2020

La renovación de la izquierda desde el FA no renueva, repite el mismo discurso de quienes no quieren renovar nada

 

Pese a que dejé de votar al Frente Amplio, como izquierdista, no puedo ser indiferente a los que tratan, desde dentro, de encauzar una renovación sincera de lo que siguen denominando "la herramienta para los cambios".

Conozco a muchos de los que han tratado y tratan, empecinada y corajudamente, de reunir a quienes propugnan una renovación "desde dentro" de la propia orgánica frenteamplista.

Conozco a muchos de ellos y los aprecio, los quiero profundamente. Y de entre ellos, recibí con agrado la candidatura de Álvaro Villar para la Intendencia de Montevideo. 

Si bien lo conocí hace muchos años, la sinceridad, la honestidad en la gestión del Hospital Maciel, su dedicación total a la profesión que eligió, unidas a su formación política desde los años de lucha contra la dictadura, y después, recuperada la democracia, por profundizarla, me resultaban más que suficientes para plantearme la posibilidad más que cierta de apoyarlo. Incluso manifesté, en reuniones de amigos, mi intención de votarlo, peleando con los que eran escépticos, y afirmaban que "era más de lo mismo", desde que fue a visitar a Mujica a su chacra. Argumenté que "eso era política", y correspondía la visita ya que desde ese sector, el MPP, se había anunciado el apoyo a su candidatura.

Discutí con los mismos amigos, cuando sostenían que la presencia de un "operador", de origen canario, más precisamente "pedrense", aseguraba que no era tal el espíritu renovador. Volví a responder que "eso era política", y que la política no pasaba por reunir exclusivamente a los "puros" sino que era normal y previsible que se arrimaran los oportunistas de siempre, los que tratan de "seguir flotando" a pesar de no tener votos.

Me dijeron que era un idealista, un ingenuo.

Y debo reconocer que tenían razón.

La renovación de la izquierda es necesaria, imprescindible. Eso no tiene discusión... hasta que, lamentablemente, demuestra, de la manera más tonta y terrible, que no puede renovar nada. Y mucho menos cuando no se puede responder claramente una simple pregunta, que no admite vueltas, "giros literarios", ni eufemismos.

Álvaro Villar fue entrevistado por el personaje Orlando Petinatti. Si accedió a esa entrevista, supongo que lo hizo con conocimiento de que se le iba a preguntar de todo. Sin embargo, cuando se le interroga, concretamente: -"¿Maduro es un dictador?", contesta: "Maduro... no es un demócrata". Álvaro apela a la respuesta "indirecta", por lo cual, obviamente, el entrevistador, repregunta: "La pregunta es ¿Maduro es un dictador?".

Álvaro sonríe, inquieto, en el asiento. Desvía la mirada, sigue sonriendo, Petinatti le tira un "señuelo": -"Tiene pasos", es decir que podía "pasar" de responder.

Álvaro afirma "no es demócrata, pero", insistiendo con la respuesta "indirecta". Y Petinatti vuelve a la carga: -"¿Maduro es un dictador?"-.

Y Álvaro tira la toalla inmediatamente: "Paso", y sonríe.

Telón vergonzoso y vergonzante. Y mi primera reacción fue cargarle las tintas a quienes asesoran la campaña de Villar. Pero no es culpa de ellos, si Álvaro no puede ser claro y contundente, el problema está en el candidato. Mientras gente noble y bien intencionada como él siga dudando entre agradar a la estructura o decir claramente lo que se piensa, la renovación no va.

Y si, soy un ingenuo. 

Creo que Álvaro piensa que Maduro es un dictador: Y puede ser que no lo piense, y trate de "zafar" con su respuesta.

Y si, soy un ingenuo.

Sigo "creyendo" que quienes emergen para renovar, "desde dentro", pueden responder con claridad y contundencia algo que rompe los ojos. 

Y no, no pueden. 

Álvaro no es el único que ante esa simple pregunta responde con evasivas, o eufemismos. No es consuelo, por supuesto, pero alcanza con recordar a Carolina Cosse entrevistada en el programa "En la Mira", de VTV, conducido por el periodista Gabriel Pereyra, acompañado por el politólogo y escritor, Adolfo "Fito" Garcé, quién le realizó una pregunta a la entonces precandidata por el Frente Amplio a la presidencia de la República: "¿Qué piensa usted del régimen político venezolano y qué piensa usted del régimen político cubano? La pregunta concreta es: ¿Considera que son dictaduras, o no?. 

La respuesta fue: "No. Considero que cada pueblo tiene su... estoy convencida de la importancia de la autodeterminación de los pueblos y que en la medida en que en Venezuela hay un presidente electo en elecciones libres, ...este... Venezuela deberá resolver sus problemas, creo que si los tiene, y deberá resolverlos".

Garcé repreguntó: "¿Y Cuba?", a lo que Cosse respondió: "Y Cuba es una sociedad diferente que encontró un camino diferente... este... que tiene una gran cantidad de aspectos de la realidad que son poco conocidos... tienen su forma de participar, es extraña a nosotros... este... diferente, no la considero una dictadura".

Es decir, mientras desde el Frente Amplio, quienes asuman la representatividad de la necesaria renovación, caigan en este tipo de respuestas evasivas a preguntas que no admiten eufemismos, la renovación "desde dentro" no será más que un intento tibio "bajo la mirada adusta de los preceptores", a quienes parecen tratar de agradar. 

Así se seguirá defraudando las expectativas de una parte importante del propio electorado que piensa que Maduro es un dictador pero no lo escuchan decir por aquellos que no se atreven a manifestarlo, corto y claro.

 

José W. Legaspi
2020-08-08T19:00:00

José W. Legaspi