El distanciamiento social y el Uruguay soberano
Marcelo Marchese
18.08.2020
Nunca en toda la Historia se había frenado severamente la producción mundial de bienes al tiempo que se acuarentenaba a la humanidad, se limitaba el ejercicio de la Justicia, se limitaba la función de las instituciones sanitarias, se refrenaba la maquinaria estatal, se prohibían las actividades artísticos, deportivas y religiosas y se congelaba la actividad cívica.
Ante pestes en las que moría la mitad de la población, la sociedad y su economía se retraían, pero esas pestes afectaban localidades o continentes y nunca al universo mundo. Misteriosamente, la globalización ha globalizado incluso hasta las pestes.
Cuando salgamos de este parate mundial, sea que salgamos este año o el año próximo o el año próximo al próximo, el panorama de la humanidad habrá cambiado drásticamente como si hubiera sido sometida a un reseteo.
No se precisa estar dotado de gran capacidad profética para augurar que la brutal crisis económica que se avecina, arrojará a las fauces del hambre a millones de personas y llevará al despeñadero a millones de empresas, empresas que serán absorbidas por las empresas supervivientes que saldrán favorecidas.
Millones y millones de personas perderán sus trabajos irremediablemente, desplazamiento laboral que se suma a la labor de desplazamiento que ya venía llevando a cabo el avance tecnológico ¿Los profesores que se encuentran satisfechos con sus clases vía zoom, sospecharán que no está lejano el día en que alguien proponga que toda la educación deba ser vía zoom y que, por lo tanto, una sóla persona podría llegar a dictar un curso específico para miles y miles de estudiantes, con un control nunca visto sobre lo que se dice?
El tema es que este reseteo del mundo implica una profundización del trabajo por vía virtual, y como prueba irrecusable, ahí tenemos cómo los tres magnates de la tecnología han aumentado sus riquezas en ciento quince mil millones de dólares en lo que va de la pandemia.
Profundizar el trabajo por vía virtual significa menor contacto humano, que es lo mismo que decir mayor distanciamiento social, pero no sólo por este mecanismo aumentará el distanciamiento, sino también por una batería de ordenanzas, decretos y ukases que dictaminan que debés pararte aquí y no allá, y sentarte allá y no aquí y sobre todo, te llevan a alejarte del otro primate sin cola que te habían enseñado a considerar como un hermano.
Ya no es un hermano; más bien se parece a un enemigo que porta la muerte con su sólo hablar, con su sólo respirar, con su sóla humanidad.
De todos los animales que aparecieron en la vasta Naturaleza, hubo uno que fue el más social, el más gregario, el que conquistó todo como resultado de su ser gregario, de su labor social, y ese animal somos nosotros, los seres humanos.
Millones de años atrás descubrimos que cualquiera de nosotros, aislado, era presa de tigres y leopardos, pero reunidos, éramos los reyes de la selva y reunidos, transmitíamos todo lo aprendido de tal manera que la conquista de uno se transformaba en la conquista de todos.
Toda la Historia del hombre enseña que ante el tigre, ante el hambre, o ante otros hombres, cada uno de nosotros solos no valemos nada, pues en la unión radica la fuerza.
Quienes veníamos enfrentando la entrega de nuestros recursos naturales y estatales al capital extranjero, al tiempo que defendíamos la igualdad de condiciones para los productores nacionales y el derecho a ser nosotros mismos, los uruguayos, quienes tomáramos las decisiones que refieren a la vida de los uruguayos, hemos sufrido, desde marzo, un viento helado que ha quemado más de una flor silvestre.
De nada sirve engañarse y nada hay más irresponsable que decirle a los que caminan contigo que el clima es perfecto cuando obliga a parapetarnos un sostenido viento helado. El viento helado ha doblegado a toda la humanidad y en particular, a su capacidad productiva, sea esta capacidad productiva entendida en su aspecto material, intelectual o espiritual.
El problema es que mientras el viento helado quema los brotes de nuestras plantas, la entrega de los recursos naturales y estatales del País al capital extranjero sigue lo más campante, lo que implica que quema y quemará innumerables plantas y flores de nuestra tierra.
Ni siquiera se suspendió por un tiempo la ejecución del Contrato ROU UPM, cosa a la cuál el Contrato habilitaba. Se perdió una oportunidad de oro. Ahora, a causa de la pandemia nos endeudaremos, o nos endeudaremos y habrá a su vez que reducir el presupuesto de la educación, de la salud y de otras necesidades elementales, pues con toda evidencia, habrá menos dinero (doscientos mil trabajadores empujados al seguro de paro y siete mil pequeñas empresas fundidas es asunto harto serio) pero, lamentablemente, los miles de millones de dólares que generosamente le regalaremos a UPM en una de las operaciones económicas, jurídicas y culturales más curiosas de todos los tiempos y geografías, esos miles de millones, están, al parecer, asegurados, y si todo sigue así, cuando venga la cuarta planta de celulosa a incrustarse en la laguna Merín, obtendrá beneficios similares y el buen uruguayo sacará plata de su bolsillo para que nos contaminen bien contaminada el agua, la tierra y la República, y cuando venga la quinta planta de celulosa a terminar de reventar todo, nuevamente el buen uruguayo rascará la olla, pues carne no comerá, pero bien que deberá poner dinero para "atraer" al errático inversor extranjero.
No sólo vendrán una cuarta y quinta plantas de celulosa, otras empresas vendrán que bueno te harán y nada lindo te dejarán, y trabajo, como podrás ver, no te darán, pues si algo caracteriza a estas empresas, es ganar fortunas con sus grandes adelantos tecnológicos que se traducen en escasas fuentes laborales.
Habida cuenta que el Contrato ROU UPM lo entendemos como un enajenado despropósito, y más aún con la carestía que se avecina, impulsamos una reforma constitucional a ser votada en las elecciones legislativas del 2024, por la cual:
1- se derribe el Contrato ROU UPM; 2- se establezca que deben ser aprobados por ley con una mayoría de tres quintos de cada una de las cámaras legislativas, los contratos de inversión que pretendan "A) someter a la República a normas, jurisdicciones o tribunales arbitrales extra nacionales; B) otorgar garantía respecto a futuros actos legislativos o normativos legítimos; C) poner a cargo de la República, o de cualquier órgano estatal, obligaciones cuyo cumplimiento se extienda en el tiempo más allá del período de gobierno en curso al suscribirse el contrato o dictarse el acto administrativo"; y 3- se determine que un 10% del padrón electoral, en lugar del actual 25%, pueda llamar a un referéndum para anular leyes.
El Movimiento ciudadano UPM2 NO tenía pensado hacer en marzo el lanzamiento público de la campaña de recolección de firmas por esta reforma constitucional conocida como URUGUAY SOBERANO. Sin embargo, nada hay más contundente que un hecho. El lanzamiento de la campaña debió ser aplazado. Cuando sopla el viento, y más aún si sopla un viento gélido, el junco tiende a inclinarse, pero está en la naturaleza del junco volver a ponerse de pie.
El próximo 25 de Agosto haremos el lanzamiento público de nuestra campaña con decenas de mesas de recolección de firmas en variadas localidades del País y en diversos barrios de Montevideo. En la tarde, haremos una transmisión por nuestro muro de facebook y por nuestro canal de youtube, donde los referentes nacionales de la campaña hablarán a todo el País.
Tomamos al día de la Declaratoria de la Independencia como un asunto muy serio, y en nuestro caso, no reconocemos ninguna guerra entre nuestras palabras y nuestros actos.
Marcelo Marchese
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias