Las amenazas dentro del frente amplio
Ernesto Palomeque Suanes
21.03.2014
La aprobación de la Ley de Responsabilidad Penal Empresarial abre una gran interrogante sobre cuál es la estrategia de aquellos grupos frenteamplistas (Partido Comunista, MPP y Partido Socialista) que formaron una mayoría para obligar a los senadores del Frente Líber Seregni y de la Vertiente Artiguista a votar un proyecto que generaba enormes dudas jurídicas en cuanto a su constitucionalidad.
Me refiero a la estrategia madre de nuestra política frenteamplista, es decir, la acumulación de fuerzas o si se quiere expresar como el ensanchamiento del bloque de los cambios es más o menos lo mismo, ya que se trata de avanzar y crecer en el respaldo que nuestra sociedad viene otorgando al proyecto político. Entendiendo por ello el crecimiento en conciencia de la gente de lo que viene realizando y concretando el Frente Amplio desde que conquistó el gobierno hace ya casi diez años.
Para ello lo mejor siempre es la búsqueda de acuerdos (incluso afuera del Frente Amplio) a través de un debate de los temas que se caracterice por la tolerancia, el respeto y la fraternidad. Cualidades que brillaron por su ausencia en la fase final del debate parlamentario en el Senado de la República.
De más está decir que los trabajadores y el país necesitan una ley que establezca las responsabilidades de las empresas en los accidentes laborales. Actualmente, solo existen Decretos, por lo que es imprescindible que se legisle sobre el tema para reducir la accidentalidad y establecer las responsabilidades. Porque las muertes y lesiones permanentes producidas en accidentes laborales pueden ser reducidas también por una ley de este tipo, así como por los controles y responsabilidad de trabajadores y empresarios.
Como militante sindical comparto que la profundización de la Democracia, el ejercicio de nuestros derechos y la búsqueda de una sociedad más justa y solidaria requiere y siempre ha contado con el aporte de los trabajadores organizados. Dicho aporte se torna imprescindible a la hora de resolver las contradicciones de clase y las marchas y contramarchas de un proceso que debe tener como objetivo principal mejorar las condiciones de vida de las uruguayas y uruguayos.
En ese proceso siempre hemos avanzado mejor cuando se ha trabajado incansablemente para la búsqueda de los consensos, el cual a veces requiere tiempo y paciencia revolucionaria.
Sobre todo, cuando la aprobación de la mencionada Ley se realiza con la duda expresada públicamente por siete senadores oficialistas en dieciséis, por el mismísimo presidente Mujica, por el Vicepresidente Danilo Astori y por el ex presidente y candidato por el partido de gobierno compañero Tabaré Vazquez.
Entonces, el problema no es solamente jurídico en el sentido de que la ley pueda ser declarada inconstitucional sino que nos encontramos ante una posible crisis política en la fuerza política de gobierno a tan solo siete meses de las elecciones nacionales de octubre.
Y lo peor es que esta situación fue generada desde la dirección del Partido Comunista, el mismo que tiene la menor representación legislativa dentro del gobierno. Y que se permitieron presionar amenazando con "marcar" a aquellos senadores que no votaran el proyecto como venía de la cámara de diputados.
Y digo que esto es lo peor porque cabe preguntarse si el Partido Comunista de hoy identifica al enemigo dentro de las filas del Frente Amplio.
Porque el Partido Comunista de antes; el impulsor de la unidad de los trabajadores uruguayos en la CNT, el impulsor de la creación del Frente Amplio, el puntal en la resistencia a la dictadura, el forjador del nuestro PITCNT de hoy, el de Rodney Arismendi, el de Jaime Perez, el que ofreció su primer lugar del Senado al mismo Danilo Astori y al entrañable José Germán Araújo, identificaba al enemigo en filas de la derecha y la oligarquía y a ellos si los "marcaba" denunciando quien votaba y quien no los proyectos de ley en aquellos años. El PCU de hoy reedita "la aplanadora" y la amenaza a los compañeros, así como busca una y otra vez "torcer el brazo" a los compañeros de ruta. Pareciera que en la lucha por los espacios y el poder todo vale. Para muchos frenteamplistas no!
Este doloroso episodio preocupa a la militancia frenteamplista, la misma que el miércoles 19 de marzo se concentró en Bvar. Artigas y Bvar. España para recordar el memorable discurso que pronunciara el General Seregni a la salida de la cárcel. Aquella línea política nos llevó hasta donde estamos hoy. La estrategia del Frente Amplio nunca fue "todo o nada". Siempre se trató de afirmar los avances.
Por ello, con respeto por todas las opiniones creo que la decisión de aprobar ese texto en la mencionada ley se puede convertir en un retroceso en la defensa de los derechos de los trabajadores y del proyecto político de la izquierda uruguaya. Además, no parece sumar al objetivo de conquistar un tercer gobierno del Frente Amplio.
Cuando el debate llega al punto de poner las cosas en blanco y negro algo anda mal.
Lamentablemente, no es la primera vez que la confrontación interna en el Frente Amplio pretende poner a unos como los principistas y a otros como los moderados y débiles ante los intereses de los empresarios.
No es un buen camino.
No es el camino de sumar, de acumular, de conquistar a las grandes mayorías de nuestro pueblo para nuestro proyecto político expresado en la mayor creación de la izquierda uruguaya, nuestro Frente Amplio.
Estamos a tiempo de retomar el camino que nos muestre como merecedores de la confianza de la mayoría de nuestro pueblo y veamos otra vez a nuestro compañero Tabaré Vazquez asumir la presidencia del país el próximo 1° de marzo de 2015. Para bien de todos los uruguayos.
Ernesto Palomeque - Miembro del Consejo Central de Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay (AEBU).
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias