¿De qué se ríe, excelentísimo expresidente, Dr Julio María Sanguinetti?
José W. Legaspi
¿De qué se ríe, excelentísimo expresidente, Dr Julio María Sanguinetti?
Foto: @JMaSanguinetti
Un extrovertido, y más que sonriente, doble ex presidente, aparece modernamente "selfiado", en viaje hacia Treinta y Tres, en medio de la campaña electoral por la definición de la candidatura a la presidencia, en el Partido Colorado.
Lo acompañan, su hijo, Julio Luis Sanguinetti Canessa, director corporativo en Universia (desde febrero del 2007), ex diputado entre 2000 y 2005, y ex consultor "en Finanzas y Negocios Internacionales", desde 1998 hasta 2013, según detalla su perfil de LinkedIn, y el abogado Guzmán Acosta y Lara, "especialista" en derecho laboral, asesor y consultor de empresas (es director de Énfasis Consultora Organizacional, desde enero de 2016 a la fecha), socio director de "Acosta y Lara Asociados", desde mayo de 1995, además de ex diputado, "colorado y batllista", entre 2000 y 2005, según reza en su perfil de Twitter.
Cuál dinosaurio que se resiste a la glaciación, el ex presidente retomó las riendas del alicaído batllismo, para tratar de contrarrestar la aparición de Ernesto Talvi como candidato en el Partido Colorado.
Claro que no lo hizo de inmediato, "se dio su tiempo", o esperó para ver si el antes mencionado "encajaba" en el perfil acostumbrado, o deseado, por el veterano y experiente dirigente. O sea, ver si el pretendiente al máximo galardón "se sometía" a los designios "del último dueño de esa colectividad" con vida.
Según allegados a Talvi, tal cosa no sucedió, y era imposible que ocurriera. Por lo tanto, no le quedó otra al Dr Sanguinetti, que salir a reagrupar sus magras fuerzas, y plantar batalla por el control del Partido de sus amores, cosa bienvenida por cualquier demócrata, ya que el debate, la oposición de ideas, pero sobre todo, de soluciones, es algo que democratiza, oxigena, a todo el sistema político, y. como es este caso, al viejo Partido de Don Pepe Batlle.
Pero, como no podía ser de otra manera, "el Diablo metió la cola" y se apresuró a aclarar, fiel a su pasado cercano, que los colorados deberían apoyar al candidato nacionalista, dado que es el que tiene más posibilidades de plantearle pelea en la disputa por el gobierno, al Frente Amplio...
El regreso de la "Familia ideológica", recordará el amable lector, argumento esgrimido en el pasado cuando se trataba de evitar el acceso de esa fuerza política al gobierno, hoy reciclado para tratar de sacarlo.
Si bien uno puede coincidir en la necesidad de que no vuelva a ganar el progresismo, y se produzca una sana alternancia, la forma o medios pretendidos por el ex presidente son, además de derrotistas, incómodos, una vez más, para los batllistas y colorados, pues los coloca en la encrucijada de tener que "comerse un sapo", como dijera el conocido filósofo local de infame notoriedad internacional: Votar a un herrerista, aunque no sea ni cerca un calco de su progenitor, es, de por sí, intratable para los verdaderos batllistas y colorados, que emigraron, unos, y permanecen perplejos, otros, ante este regreso con vieja cantinela, que realiza el veterano y experiente dirigente, Don Julio María.
No conforme con intentar atar su colectividad al Partido Nacional, salió a "pegarle", según sus acólitos, pero sin provocar más que caricias, para este escriba, a la nueva coalición de izquierda democrática, La Alternativa. Una muestra más del anti izquierdismo ramplón que ha esgrimido a lo largo de su vida política el señor ex presidente y sus laderos de turno.
No me detendré en esta nimiedad, que ya ha sido respondida eficazmente por mis compañeros Fernando Amado y Pablo Mieres. Pero no puedo dejar de citar la magnífica frase del joven batllista orejano, al decir "que los PPTT tiene gusto y olor a pasado". O la referencia del senador del Partido Independiente sobre " la pobre" argumentación esgrimida, "sorprendente" viniendo de una figura con semejante trayectoria. Y cito textual, sus palabras, suficientes para derrumbar el fútil intento: "LA ALTERNATIVA llegó para quedarse y además no trabaja para nadie más que para la ciudadanía y para el mejor futuro del país. No estamos al servicio de ninguno de nuestros adversarios y estamos decididos a convencer a todos los ciudadanos de que somos efectivamente la mejor alternativa para gobernar".
Sinceramente, sorprende ver al Dr Sanguinetti, con sus pobladas cejas despeinadas por la furia que le provoca todo aquello que "huela" a izquierda. Un nacimiento "con medallas", sin duda, para La Alternativa que promete ser una opción de cambio hacia adelante: "Ni ellos, ni los otros, nosotros".
Pero volviendo a la foto que provoca estas líneas, uno se pregunta: ¿De qué se pueden estar riendo los tres personajes retratados por la firme mano del ex presidente?
¿Quizás festejen la primera selfie de campaña, lograda por el firme pulso del veterano líder, pese al "movimiento" del automóvil?
¿Tal vez festejen con ganas las anécdotas del ex diputado que va sentado atrás, cuando él mismo, o uno de sus familiares, perseguía a militantes frenteamplistas en su departamento?
¿O seguirán festejando que "no se pudo certificar" que "el palo" que pedía el hijo, cuando el caso del Cangrejo Rojo, no era de dólares, ni era su voz?
¿Quizás celebren que el líder sigue "teniendo auditorio" para sus más que gastadas teorías de los Dos Demonios y de la Familia Ideológica Blanquicolorada?
¿Se reirán abiertamente de que Andrés "Betingo" Sanguinetti, "muchacho serio y decente" (según sostuvo el ex presidente) está libre, tras la acusación de lavado de activos, a partir de las denuncias surgidas de la operativa de Odebrecht, porque estaba "sometido a subordinación" en la Banca Privada de Andorra, ya que era un simple funcionario de su filial local?
¿O sus carcajadas se deberán a que el otrora amigo, Alán García, no logró el deseado asilo en nuestro país, huyendo de la justicia peruana?
Las tres sonrisas parecen francas, sinceras, plenas. y eso está bien. es mejor verlo así, Dr Sanguinetti, que crispado, enojado y vomitando todo su veneno contra la izquierda de este país.
Seguramente, mucho tendrá para festejar y eso no nos debería provocar más que ternura. Pero viniendo de quien viene, nunca se sabe.
José W. Legaspi