Ministerio de Defensa: Ya no hay flores ahora quedan los floreros
Alejandro Domostoj
13.03.2019
Ministerio de Defensa: Ya no hay flores ahora quedan los floreros
"¿Cuál fue el momento más difícil que vivió al frente del Ministerio? (Piensa) Desde el punto de vista de lo que podría ser la autoridad, cuando cesé al comandante en jefe (Carlos Díaz). Fue difícil porque significó un ejercicio de autoridad fuerte y además un acto de incidencia en la institución, pero no me puso nerviosa. Lo lamenté porque habíamos puesto mucha esperanza en el general Díaz, pero fue muy sencillo. Yo me despierto muy temprano y pongo la radio, escucho los informativos. Me vuelvo a dormir, así que escucho de a pedazos. Y uno de ellos leyó el titular Búsqueda que decía que había sucedido ese asado (en una dependencia del Ejército, con participación del ex presidente Julio María Sanguinetti y el ex ministro de Defensa Yamandú Fau). Salté de la cama e hice dos o tres llamadas: al presidente, al subsecretario (Bayardi). ¿La decisión la tomó usted o el presidente? El presidente tomó la decisión que yo le proponía. Quiere decir que fue conjunta, como debe ser: el mando superior se integra con el presidente y el ministro". (Ex ministra Azucena Berrutti canta "Las 40" Montevideo Portal, 21/5/2012)
Mujer, socialista, ex abogada de presos políticos. Era octubre de 2006, el Frente Amplio apenas había pasado su primer año de gobierno. Nada de esto la hizo dudar, ni siquiera se puso nerviosa. La Ministra tenía claro quien ejercía el mando, sabía que con los límites -más aún si son constitucionales- ni se juega, ni se especula, ni se negocia. No le importó la confianza puesta en el General, el buen relacionamiento, ni sus justificaciones. La decisión fue literalmente fulminante, prácticamente podría decirse que cuando se levantó de la cama y antes de llegar al ministerio, Díaz ya no era el Comandante.
Pasaron 13 años. Gobierna el mismo partido y el mismo presidente. Lo que a Berrutti le llevó horas, ahora llevó más de dos años. Pero que quede claro, el problema no está en los tiempos por lo tiempos en sí mismos, sino por las implicancias que el incomprensible letargo tiene.
La subordinación de las Fuerzas Armadas al poder civil y democrático es un límite constitucional y ese límite no puede ser negociado, ni admite especulaciones o excusas de contexto para ser más o menos trasvasado. No puede medirse si se pasó un poquito o mucho, apenas o casi nada. Es un límite, y como la definición reclama cuando se pasa, el límite fue violado y debe actuarse en consecuencia. Esa era la claridad de la Ministra Berrutti, por eso según sus propias palabras la destitución del Gral Díaz en el 2016 fue muy sencilla y no la puso siquiera nerviosa.
El Gral Manini Ríos en el 2017 en ocasión de la celebración del Día del Ejército le entregó previamente -como corresponde- su discurso al Ministro de Defensa, pero cuando lo leyó le agregó frases polémicas. De ahí en más no paró de vilipendiar la autoridad del ministro, con declaraciones sobre el pasado reciente, declaraciones políticas, y hasta enfrentamientos con el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo. Mandó al ministro Murro a sacar bien las cuentas, y ahí tras varios días de dudas recibió una sanción, resuelta cuando se encontraba fuera del país y notificada y aplicada recién a su retorno.
Para muestra basta un botón, consultado el Ministro de Defensa sobre si había autorizado la emisión un "Informativo del Ejército" a través de un canal de youtube creado por la institución castrense, dio una respuesta muy gráfica del problema que venimos describiendo: "estamos estudiando el tema", obviamente el informativo ya se estaba y continúa emitiéndose.
Ayer, tras cuestionar al Poder Judicial (en un documento interno y reservado), el Presidente de la República asumió el mando y él (sin la presencia del Ministro) notificó a Manini Ríos su destitución.
La justificación de tal decisión basada en las críticas al Poder Judicial no hace más que ampliar el desconcierto. Porque claro que resulta inadmisible tal actitud por parte del Comandante en Jefe del Ejército, pero ¿si son tolerables las críticas a los Poderes Ejecutivo y Legislativo? ¿Son tolerables declaraciones contrarias a la Constitución de la República? ¿Son tolerables declaraciones contrarias a los derechos humanos? ¿Son tolerables las intromisiones en temas políticos? ¿Es tolerable el desconocimiento del mando civil y democrático? "Cuando la patria esté en peligro no hay derechos para nadie, sino deberes" sentenció el ex Comandante sin excitar el celo institucional de las autoridades ministeriales.
La tardía resolución de destituir a Manini Ríos es el corolario de una gestión del Ministerio de Defensa que parece estar acéfala. Que no supo hacer respetar los límites constitucionales a tiempo, o lo que sería peor, especuló sobre los mismos y sus posibles consecuencias, trasluciendo una preocupante debilidad y temor.
¿Cómo no extrañar entonces aquella conducción firme y clara de la Ministra Azucena Berrutti? ¿Cómo no admitir que la conducción actual no es siquiera una mala copia de aquella primera que supo enorgullecernos? Con todo respeto lo digo: supimos tener flor de Ministra, ahora quedan los floreros.
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias