ENTREVISTA
Juan Pedro Ribas, la seguridad y la sociedad. Segunda parte.
03.05.2019
MONTEVIDEO (Uypress) - Juan Pedro Ribas, Director del Proyecto Charruitas de la Fundación Winners relata a Uypress sus consideraciones sobre los 'ajuste de cuentas', la familia y el entorno, la educación y sus actividades frente a la Fundación Winners. Compartimos la segunda entrega.
Ribas en actividad
Juan, continuando con la temática de la entrevista anterior, vamos a puntualizar algunos temas específicos, por ejemplo, el llamado 'ajuste de cuentas'. ¿Cuál es tu opinión?
Los ajustes de cuenta, pueden estudiarse en tres grandes modalidades, una es la lucha por los territorios, la otra es el cobro de deudas y la tercera surgiría del consumo de la propia droga que genera venganzas, saldar discusiones del futbol, del baile o familiares y vecinales.
Si te parece empezamos por los territorios, y en este aspecto creo que los mismos no están totalmente delimitados, lo que provoca guerras por la posesión de ese territorio y hay un tema que hace más complejo aun la situación y es que hay muchas familias que ofician como vendedores independientes y que laboran en una especie de comercio minorista que vuelve más anárquica la situación.
En Argentina, por ejemplo, el panorama es algo más identificable, puesto que las barras sean de Boca o Dock-sud imponen su autoridad de una forma más vertical, aunque determinados rasgos se repiten en una orilla y la otra.
Personalidades muy importantes de forma directa o indirecta y muchas veces con la excusa del futbol prohíjan las actuaciones de las mismas.
El ingreso fuerte de la transa y el narcotráfico quizá haya sido años antes de la finalización del siglo, a mediados de la década del 90 y el negocio se multiplico rápidamente llegando a una etapa limite en la cual la lucha por los territorios es a sangre y fuego.
La misma se realiza con determinados cánones en los cuales por casualidad puede caer algún civil, pero no es lo habitual.
Entonces podemos hablar de la segunda opción, que es el cobro de deudas, en esta instancia la violencia aumenta y comienza a cobrar víctimas de la población civil.
El cobro es implacable, quien no paga muere; y el que vende por encargo y no le pagan, también muere.
Las familias independientes que han conseguido proveerse y proveer aplican el mismo criterio y es difícil su ubicación, puesto que a veces la tranza no se realiza en las bocas sino en las casas de las familias y a veces se generan en las propias cárceles.
Y la tercera posibilidad de violencia, es la que provoca el propio consumo y son venganzas y muertes por discusiones de futbol, de bailes o problemas vecinales acá la población vulnerable aumenta significativamente.
Mi opinión es que las muertes por estas causas lejos de decrecer, aumentaran.
Cuál es tu opinión sobre la 'tolerancia cero'.
Yo no utilizo el término de tolerancia cero, ya dije en la nota anterior que lo considero un jingle electoral, aunque por supuesto entiendo que no debe haber ningún tipo de tolerancia hacia la violencia y el delito.
Pero quienes promueven la tolerancia cero y quienes promovemos tomar medidas extremadamente severas contra el delito y la violencia, acompañadas de prevención y contención, debemos coincidir en puntos fundamentales si queremos evitar que el tema sea solo un jingle electoral.
Una de las cosas a analizar es qué es lo posible para nuestro país, por medios, por logística y por todo una serie de circunstancias.
Y también de lo que no se debería tomar de los modelos extranjeros, por ejemplo la filosofía con matices exterminadores y discursos amenazantes, exacerbados y rezongadores.
Si logramos un sinceramiento y reconocimiento de nuestras posibilidades y nuestras carencias, es fundamental entender que nada es posible sin Políticas de Estado que trasciendan a los gobiernos y que sean fruto de un acuerdo entre los partidos políticos, entre el Gobierno y el Poder Legislativo y fundamentalmente con el Poder Judicial.
Es imposible pensar en un cambio profundo si la Justicia marcha por otro carril u otra filosofía, distinta a lo que aspira la población que para ello elige sus legisladores y su gobierno.
Se me ocurre que si a los Cuerpos Judiciales accedieran por elección popular, quizás serian posibles los acuerdos.
Reitero que mi convicción personal, es que los delitos contra los pobres, deben tener la misma trascendencia que los robos a los autos y los supermercados, puesto que una bicicleta por ejemplo es un elemento de trabajo, un celular para las muchachas significa su defensa en la calle ante el acoso; un kiosquito que se depreda y se deshace para sacar tres helados, significa la desgracia de una familia. Por lo tanto debe haber protección y justicia para los más infelices y menos privilegiados.
Debería tenerse mucho cuidado en la evaluación de la faltas, poniendo atención fundamentalmente en las que deriven en violencia o depredación.
Señalemos que el efecto de un shock de este tipo va a provocar consecuencias que pueden ser peligrosas, puesto que los violentos y los depredadores se verán afectados en cierto modo en las zonas de mucho poder y vigilancia, que son las zonas de mayores recursos económicos, entonces, corridos de esa zona, se instalaran en las zonas marginales o en los departamentos cercanos a Montevideo que muestren mas debilidades.
¿Existen valores, reservas en la sociedad para superar esta situación?
Para mi es esencial la educación.
La educación que comienza en la familia y que por ende supone fortificar a la familia la educación más pura y efectiva y acá debemos hacer hincapié en la presencia rectora del abuelo o la abuela como núcleo básico del aprendizaje del niño. Siempre los abuelos conducen a una educación positiva y afectuosa, si los abuelos van a parar a los internados, hay un puntal que falta en la familia.
Por supuesto que la culminación de esa enseñanza es, sin lugar a dudas la Escuela y muy importantes también las Organizaciones barriales y deportivas.
Pero además debe existir una mística que aliente a la sociedad y que se encarne en los niños y jóvenes. Para ello es esencial un ejemplo de dignidad que llegue desde todos los escalones superiores.
Mucha de la rebeldía de los jóvenes surge de un descreimiento que provocamos nosotros los mayores, con ejemplos miserables de egoísmo, autoritarismo, pompa y soberbia.
A la cultura del desarraigo y la violencia, debe oponérsele la cultura del amor, el respeto, la vocación de servicio y la humildad.
Quienes han delinquido, las personas que viven en el mundo de la delicuencia ¿son recuperables? ¿Cuáles son tus vivencias al respecto?
No puedo asegurar que todos lo sean, he vivido la experiencia propia de que un buen porcentaje lo son. Pero como sostengo que este no es un país de exterminadores, el esfuerzo por la recuperación, debe realizarse.
De todas maneras donde deben volcarse todos los esfuerzos con ahincó es en la contención, en la prevención; porque insisto que si lográramos encerrar a muchos delincuentes mayores, sus espacios son y serán ocupados a veces por niños de 9 a 14 años con total desapego a la propia vida, ya narre algunos ejemplos en la nota anterior.
Como Director del Proyecto Charruitas de la Fundación Winners, ¿qué tareas realizas?
Bueno, voy a tomar una parte de la tarea que puedo ilustrar con ejemplos, lo más breve posible porque da para un libro, que estoy preparando para el futuro.
Con el Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (INISA) e INEFOP, hemos puesto en funcionamiento un Proyecto que se llama Construcción de Ciudadanía, declarado de Interés Departamental por unanimidad de La Junta Departamental de Montevideo.
Construcción de Ciudadanía, significa una enseñanza no curricular, inspirada como te decía antes, en lo que recibimos de nuestros abuelos, que aprendimos en nuestros barrios, en el futbol, de comunicadores y filósofos de la calle, llevado adelante además, por quienes viven en el dolor, en la miseria, son victimas permanentes de la violencia y sin embargo conservan la pureza, los valores y los modos que hicieron grande a nuestro país.
Quizás carezcan de conocimientos técnicos especiales que brindan los Institutos de enseñanza que ellos nunca tuvieron, pero les sobra la experiencia de la vida y fundamentalmente la capacidad de brindar afecto como lo hacían nuestros abuelos, que a veces sin sexto de escuela, llegaban a lo más profundo de los corazones.
En un siglo envilecido por el materialismo y el egoísmo, no es poca cosa.
Pero como dijimos una vez, somos pobres, pero no bobos, añoramos el pasado, pero no nos estancamos, porque mas festejamos y amamos el futuro y por ello, hemos recurrido a pilares formidables, modernos, desbordantes de ejemplos, orgullo de América, que son el Complejo Celeste, la Sinfónica Juvenil del Sodre, Coros Infantiles y Juveniles del Sodre e INEFOP para los cursos de oficios que abran posibilidades de trabajo.
Todo este colectivo levanta una honorable y hermosa bandera, que nuestros niños marginados, sean infractores o mejor aún, no lo sean, tengan conciencia de que no son invisibles, que sus dolores y angustias no nos son indiferentes, que los consideramos integrantes de la selección celeste de todos, que queremos que sean campeones del mundo en el futbol, como carpinteros, como médicos, como electricistas o como los TACURU, campeones en mantener limpia la ciudad, que confiamos en ellos y que no son palabras cuando decimos, que son el futuro.
Entonces, al viejo estilo de Don Julio Pérez, Roque Maspoli, Pistola Marcicano y Pablo Estramin, les hablamos mucho, quienes han recogido la palabra Alejandro Garay, Diego Demarco, Técnicos de los Jóvenes Celestes, los Maestros Ariel Britos y Víctor Mederos de la Sinfónica y los Coros del Sodre, Eduardo Pereyra, manejan hoy los mismos valores y el mismo idioma que los Campeones del Mundo y sus amigos.
Les hablamos mucho siempre, donde hay más de uno estamos; y nos acompañan ex reclusos mayores y jóvenes que han encontrado el camino recto y son ejemplo para contar su experiencia y para desalentar las malas conductas.
Cuando recorremos los barrios, cuando los llevamos al Complejo Celeste a la Sinfónica Juvenil del Sodre o al Coro infantil o juvenil del Sodre, a los Museos, a los Entes del Estado para que comprendan, porque no debemos destrozar nuestros bienes, ni colgarnos a la luz, al Canal 12 de Televisión, a la Radio Ciudadela.
Y en cada uno de esos lugares, también nos nutrimos de sus enseñanzas, aprendemos los mayores.
Y te cierro con dos anécdotas:
El otro día en el Complejo Celeste estábamos en una rueda en la que participaron Claudio Pagani, el Director de la sub 15 Diego Demarco, Director de la Orquesta Juvenil del SODRE, Ariel Britos, la Presidenta de la Junta Departamental de Montevideo Gimena Urta y el joven técnico de futbol asesor de la Fundación Winners, Javier Ferragut y les conté la historia del Tiburón Negro del Borro, que hoy tiene casi 70 años y fue una especie de "negrito de los mandados" del Chueco Maciel.
Y les conté lo que el Chueco Maciel le dijo, "usted es un negro de trabajo, vaya a trabajar y bórrese de aquí, que a mí en cualquier momento los milicos me fajan a balazos".
El Padre Cacho le dijo donde podía conseguir un carro y el Tiburón salió a requechear, comía la verdura semi podrida del mercado, requecho y consiguió trabajo y termino en lo más alto de la montaña de la basura de la Usina 5, como funcionario destacado de la Intendencia de Montevideo, con un familia y 7 hijos y nunca piso la cárcel.
Entonces, uno de los muchachos de 14 años, que no se animaba a hablar, nos dijo "mi vida es un mierda, llevo 4 o 5 rapiñas, mi padre hace 3 meses que salió de la cárcel y lo mataron, tengo un hermano en Punta de Rieles y un primo en la Cárcel de Libertad, yo no puedo mas, ayúdenme".
Inmediatamente otro, ya de casi 20 años, me dio un abrazo con lágrimas en los ojos y me dijo "la historia del Tiburón me copo, cuenten conmigo para hablare a otros muchachos".
De ahí en adelante, los nombramos capitanes que encabezaran los equipos de la Escuela Nº 192 Suecia, niños de capacidad diferente y niños de La Tablada del Oratorio del Padre José Tejero.
Se encargaron de cuidar detalles durante el partido de fútbol conduciendo a los más chicos, de servirles el agua y de demostrar que querían algo diferente y los niños les respondieron con admiración y afecto. Claro se me puede decir que "por ese día" y yo contesto bueno para que sea todos los días, ayúdanos.
Y como hay seres humanos especiales y diferentes, el Maestro de la Orquesta Juvenil, Ariel Britos, les hablo y les dio su teléfono.
Al siguiente día lo estaban llamando y al otro día estaban concurriendo para interiorizarse en los talleres de lutheria y asistentes de escenario.
También conversaron con Pereyra de INEFOP, de los oficios y sus posibilidades.
Y si faltaba algo para señalar, el pasado viernes a las 20 hs con sus mejores ropitas concurrieron a escuchar y ver el concierto de la Orquesta Juvenil y la actuación de los Coros infantil y Juvenil, muchachos que hasta hace poco tiempo decían que solo querían la cumbia.
Estoy desbordado de ejemplos que te llenan de esperanza y crezco cada día con lo que aprendo de los chiquilines y fundamentalmente de los amigos con los que estamos en esta tarea, Ariel Britos, Víctor Mederos, Eduardo Pereyra, el padre José Tejero, el Pastor Manzana, el viejo Gasañol, porque también los veo nutrirse a ellos de cada pequeño logro y cada pequeño paso camino a la libertad.
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias