Sobre el FA, Daniel Martínez, Graciela Villar y el ocaso de los dioses
Héctor Musto
18.07.2019
No caben dudas de que este período electoral está trayendo novedades. En todos los Partidos. Pero en esta columna me voy a referir al mío, al FA.
Primero que nada, es más que obvio que estamos en crisis. Descontentos, gente que se fue, baja votación en las internas, encuestas que nos dan bajo. Todo lo cual hace dudar, con razón en si habrá en cuarto gobierno frenteamplista, o volverá a gobernar el arco de derecha que hoy abarca desde el PN, el PC, el PI, el Partido de la Gente y Manini Ríos y su Cabildo Abierto... porque eso es lo que se nos viene si no gana el FA, a no engañarnos.
Pero volvamos al FA. ¿A qué se debe esta crisis? Hay varias razones. 1) 15 años consecutivos de gobierno desgastan a cualquier partido. Eso es obvio, pero 2) el FA no resolvió temas cruciales, debemos honestamente reconocerlo. Y hay dos fundamentales: seguridad y enseñanza. A eso hay que sumarle 3) todo lo referido a Sendic, 4) que la crisis económica global, producto de la guerra económica entre EEUU, China, y la Unión Europea nos golpeó duro. Y más allá de que el equipo económico frenteamplista logró "blindarnos" y no estamos a nivel de otros países vecinos (ver situación argentina y brasilera y compararla con la nuestra), igual nos afectó y eso genera descontento. 5) Tema no menor. 15 años son muchos. Y hay un montón de votantes menores de 30 y pocos años para los cuales los enormes avances que llevaron adelante los gobiernos del FA como por ejemplo controles serios a la bancos, política de derechos respecto a minorías sexuales, raciales, empleadas domésticas, trabajadores rurales; acceso a la enseñanza terciaria; inversión en cultura (pensar, por ejemplo, en la revolución del ballet con Julio Bocca a la cabeza); Plan Ceibal; la Universidad y su presencia en el interior del país; las políticas sociales desarrolladas desde el MIDES; los cambios en la matriz energética; las mejoras en infraestructura; las bajadas en los índices de pobreza e indigencia... y tantos etcéteras más, se han vuelto "normales". Reitero: todos esos avances, y otros que no menciono por razones de espacio, de tanto vivirlos, se volvieron cotidianos y obvios. Y no supimos, hasta ahora, mostrar que nada de lo que mencioné más arriba hubiese sido posible sin el FA en el gobierno. Basta ver quiénes votaron muchas de las leyes que llevaron a la situación que hoy es normal: salieron solamente con los votos del FA en el Parlamento: lo hicimos nosotros. Solos. Con el voto en contra de la alianza que se nos viene. No supimos, hasta ahora, mostrar eso. Hay tiempo. No lo hicimos en forma clara hasta ahora. Debemos remarcar que todos los avances de los últimos 15 años se deben al FA. Sin aliados. Lo hicimos porque tuvimos el gobierno y mayoría parlamentaria. No hubo magia. Si el país cambió (y lo hizo) fue por el FA, con la oposición neta y absoluta del arco que se nos opone y disputa el gobierno. Nada de lo que se obtuvo es "natural" u "obvio". Es por el FA, pura y exclusivamente.
Y a lo anterior hay que sumarle otro aspecto, que hoy es crucial. Por razones biológicas obvias, se nos vino arriba el "ocaso de los dioses". Llegó la hora de cambiar liderazgos. Durante más de dos décadas nos acostumbramos a resolver los problemas con Tabaré, el Pepe y Danilo. Ese trío, ya sin Seregni, gestó al FA triunfante. Y se fueron turnando para ser Presidentes, Vices y manejar la Economía. Y lo hicieron con un éxito notable... basta comparar al Uruguay del 2004 y sus índices económicos con el actual. Pero hay que reconocer que "fueron". Que más allá de que el Pepe y Danilo encabecen listas al Senado, cosa que me parece bien, ellos ya no son el FA de los próximos cinco, diez años. Cumplieron con creces con su momento histórico. Cada uno con su carisma, con su sapiencia. Pero ya fueron. Llegó la hora de nuevos liderazgos. Era inevitable. Y pasó lo que tenía que pasar.
Surgieron nuevos cuadros para dirigir al FA. Daniel, Carolina, Óscar y Mario. Que por formación, generación, historias personales, formas de hacer política no son clones de Tabaré, el Pepe o Danilo. Y eso nos cuesta. Y más, siendo gobierno: es infinitamente más sencillo generar "cuadros de gobierno" desde la oposición cruda y dura que desde posiciones de gobierno. Y ese parto (porque el recambio generacional es un parto) trae sus dolores, inevitables. Había que pasar por esto. Lo estamos haciendo. Pero todo parto, repito, trae sus dolores. Y repitiéndome más, hubiese sido mucho más fácil hacerlo desde la oposición, pero los cuatro lo hicieron desde el oficialismo.
Hay quienes critican que no se diferenciaron "demasiado". Y me pregunto, ¿por qué tenían que hacerlo? Si los cuatro compartían (y fueron partícipes desde el parlamento, o cargos ejecutivos nacionales o departamentales) de la misma política, que respondía al programa del FA, ¿por qué no debían defender lo que ellos mismos habían hecho? ¿Por qué no debían defender los logros de su gobierno, del que habían sido parte?
Y paso a otros puntos. Daniel no manejó la candidatura a vice como lo habrían hecho los tres históricos. Cierto. Pero me pregunto, ¿por qué tendría que haberlo hecho igual? Daniel es Daniel. La gente frenteamplista que fue a votar lo eligió. Y los que lo votaron, sabía cuál era su estilo. Sabía cómo se manejó cuando eligió "su equipo" en la IMM. ¿Por qué tenía que ser "otro Daniel" ahora? Fue el mismo Daniel de siempre. Y reto a que alguien me demuestre lo contrario. No entiendo por qué ahora aparecen los "expertos" en política que se sorprenden...
Y eligió a quien le pareció correcto. Graciela Villar. Militante de toda su vida. Muchacha valiente, que cayó presa por comunista y fue torturada. Que militó en el exilio. Que tiene experiencia de gobierno a nivel departamental. Que fue un cuadro de la 2121 (nada menos) y llegó a presidir la Junta Departamental. Que hasta tuvo (cosa que no es habitual) la dignidad de dejar su "sillón" en la Junta por discrepar con Astori. Graciela es un cuadro probado por la vida, y salvó el examen con 12. Y, por favor, no me jodan con el título de Psicóloga Social. Se formó como pudo, en un área que no existía, estudiando de la mejor manera que estaba a su alcance en sus condiciones. No es lo de Sendic. Entre tanto "periodista", "historiador", "politólogo", "profesor" sin título habilitante, lo de Graciela no existe. Lo que sí existe es su entrega sin pausas y sus principios por los más necesitados. Demostrados en la vida real, no en discusiones "seudo académicas".
Termino. Los frenteamplistas, los que queremos seguir en la senda empezada hace 15 años tenemos una gran tarea por delante: ganar más y más voluntades para seguir cambiando al país. Por nosotros, nuestros hijos, por los más necesitados. Con Daniel y Graciela a la cabeza, vamos por el cuarto gobierno. Sin negar los errores y las carencias que hemos tenido, por el contrario. Para seguir avanzando y superar carencias. Sabiendo siempre que, más allá de errores y carencias, siempre lo crucial es la línea que divide la izquierda de la derecha. Y estamos a la izquierda. Se lo debemos al país, a los más necesitados. Sabremos cumplir.
Héctor Musto
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias