Reforma, ¿verdad que por las dudas mejor no?
Jaime Secco
14.10.2019
¿Verdad que usted no quiere que el gobierno de turno pueda entrar a su casa a cualquier hora?
I
Hoy gobiernan unos, mañana pueden gobernar otros. Quizá alguno no demasiado bueno. ¿Verdad prefiere que no? ¿Que, por ejemplo, no asalte su casa de noche algún comisario con quien se cruzó por cualquier motivo?
¿Verdad que todos nos sentimos más seguros si el Estado tiene límites en su trato con el ciudadano?
Para eso se incluyó el capítulo sobre derechos y garantías en la Constitución, para que el gobierno no pueda hacer cualquier cosa. Por eso mismo hay convenciones sobre derechos humanos. Y no son cosas particularmente de izquierda.
Una vez el gobierno le pasó por encima a la Constitución y muchos se acuerdan cómo nos fue. No cómo les fue a los chorros, que siguieron igual; cómo nos fue a todos, a los trabajadores más honestos.
Porque no se trata de los delincuentes, esos van a ir presos. Esos límites al despotismo, como decía Artigas, a "la veleidad de los hombres", están para proteger a quienes no son delincuentes. Como usted, que seguramente no lo es (incluso recordando que la defraudación fiscal es delito). Los presos van a ir presos cuando se pruebe que son delincuentes. Los demás no aceptamos prepotencia para nadie, por las dudas. Aceptamos que algunos nos gobiernen, pero no que nos opriman.
Y, de paso, si usted quiere mano dura, vote al Frente Amplio, que subió el número de personas encarceladas a alarmantes cifras nunca antes vistas, de más de once mil.
II
¿Verdad que no quisiera perder garantías y que con prepotencia el gobierno que sea lo condene a cadena perpetua? ¿Cadena perpetua? La Constitución dice que la cárcel nunca servirá para mortificar, sino sólo para la reeducación. ¿Dónde entra la reeducación en la cadena perpetua?
Y, como está demostrado que el aumento de penas no disminuye el delito, ¿qué sigue luego del aumento de penas y de la cadena perpetua? Claro: la pena de muerte. Ese será el reclamo de alguno para la próxima elección. Porque lamentablemente, seguirá habiendo gente mala en este valle de lágrimas.
III
¿Verdad que no quisiera que haya en la calle personas armadas de guerra matando gente porque no tiene idea de qué otra cosa hacer? Como en Río de Janeiro, donde desde que desplegaron tropas militares los asesinatos subieron 40% y buena parte del aumento son asesinatos por parte de militares y policías impunes; como la familia ametrallada en su auto al regresar de un cumpleaños, porque quien manejaba era afrodescendiente.
¿Verdad que mejor no?
Se podría haber entrado con tanques de guerra a Los Palomares. Seguramente habría habido muchos muertos. Pero ninguna banda se habría desarticulado, porque para eso se precisaba trabajo de inteligencia, no cañones.
IV
La reforma propuesta por Jorge Larrañaga parece tremenda, pero no sirve para nada. Solo era para posicionarse en esta elección. No sirvió ni para eso. Todos sus artículos son malas ideas que no quisiéramos que nos afecten a nosotros. Y eso es lo que importa.
Todos queremos vivir en paz, naturalmente. Pero para conseguir eso se precisan medidas que sirvan, no darle a cualquier gobierno la posibilidad de aterrorizar a quien no le guste.
La prevención del delito, ahora lo sabemos, se precisa empezar por entender qué está pasando. En 2018 hubo un récord de homicidios, 284, pero sólo un 4% sucedió en un local comercial, pese a la percepción que dejan los informativos. Están pasando otras cosas; un tercio sucedió en los hogares: están matando mujeres; las bandas criminales se matan entre ellos y hay que entender si es porque tienen menos mercado.
Se precisa una policía tecnificada, con un despliegue guiado por computadoras de inteligencia artificial y con un paciente trabajo de inteligencia que permita limpiar barrios enteros. Si uno hubiera entrado a Los Palomares tropas, con tanques y todo, podía haber habido muchas muertes,. pero no se hubiera desarticulado ninguna organización criminal.
La represión del delito, lo mismo. Los jueces hace años que disponen el allanamiento nocturno de bocas de droga, en el entendido de que al menos una parte de la casa no es un hogar, sino un comercio. ¿Para qué queremos más? Eso basta para los traficantes, ¿a quién otro queremos allanar de noche?
La tercera pata es la reinserción de los delincuentes. Si deja de haber reincidencia, algunos delitos bajaría hasta dos tercios. Recién estamos terminando con el hacinamiento carcelario. Hay mucho para hacer. Reeducar es una técnica compleja. Pero la cadena perpetua no es ninguna parte de esa técnica, por supuesto.
Ni hay ninguna teoría pedagógica que haya probado que encerrar a alguien en un cuartito durante muchos años lo transforma en un ciudadano ejemplar.
IV
En fin, hay que hacer muchas cosas.
Pero para vivir sin miedo lo que no tiene que hacer es permitir que los gobiernos de turno puedan pasar por arriba a los ciudadanos. No los elige para que lo maltraten.
Jaime Secco
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias